miércoles, octubre 17, 2007

Voz Futbolera



Tan tajante como premonitoria. Esta fue la Voz Futbolera del Chile - Perú con 78 votos:

- Gana Chile: 64 votos, 82%.
- Emapatarán: 9 votos, 12%.

- Gana Perú: 5 votos, 6%.


Ya que comenzaron las clasificatorias es bueno preguntar sobre el inicio de la era Bielsa. Qué les parece. Dejen su opinión en la nueva encuesta.

Uno por uno





Por Betinho Batista (Luis Alberto Torres)

Cambió la cosa. Mucho mejor plantado en la cancha, el equipo chileno de hoy fue totalmente distinto en rendimiento y resultado la que vimos perder en Argentina. El análisis global es un tanto incierto pues este proceso recién comienza y en estas circunstancias se requiere de individualidades.
Por lo mismo, y ante tan sólida actuación, retomo la sección que popularizó Hugo Merino en este blog y que tanto se ve ahora en otros lados. El uno a uno:

Claudio Bravo: Mucho más seguro que el sábado pasado. Fue protagonista de un par de atajadas tremendas. Es sacador de goles aunque la falta de fútbol en España le pasa la cuenta en algunos momentos. Estuvo atento frente a tanto contragolpe peruano.

Waldo Ponce: Cuando se desordena, el equipo pasa susto. Es demasiado evidente que está retomando su nivel y que padece de ritmo competitivo. Se soltó en el segundo tiempo.
Miguel Riffo: Atento a las marcas y retenido en el juego ofensivo por vía aérea. Cumple su función como reloj.

Arturo Vidal: La figura. El mejor de Chile en todos los sectores del campo. Interesante cuando se va en posiciones ofensivas porque genera peligro. Muy por encima del resto del equipo.

Manuel Iturra: Se ganó la suspensión de manera tonta pero es el que regula el equipo. Le impone velocidad a la recuperación, al ida y vuelta. Uno que hará falta en Uruguay.

Gonzalo Fierro: Mejoró respecto a su partido en Buenos Aires. Le falta mandarse más en labores ofensivas y posicionarse por su banda. Se pierde en esa función pero al menos es interesante su esfuerzo por asimilar en esquema Bielsa.

Hugo Droguett: Cuando se suelta se adueña de su orilla y es un peligroso agente ofensivo. Tiende a ser individual pero es figura cuando se asocia con los que esperan la pared por el medio y le lanzan el balón al espacio. Está pasando por un gran momento futbolístico.

Matías Fernández: Está asumiendo que es el patrón el equipo, por el que pasa todo el fútbol de la selección y eso le requiere movilidad. Su sociedad con Suazo fue imparable para los peruanos. Anotó un gol con calidad, sobretodo a la hora de controlar el pase al vacío. Hizo un gran partido.

Humberto Suazo: Otro que recupera su conocido nivel. Necesita ser protagonista y lo demostró desde el principio. Cumplió su labor de punta y generó peligro y faltas durante todo el partido. Debe ser el centrodelantero titular.

Marcelo Salas: Juega con el nombre y su prestigio porque carece de velocidad, de resolución y está muy lejos de ser gravitante. Aún así arrastra marcas y es de cuidado.

Mark González: Hizo un buen partido. Acasiete lo golpeó ante la imposibilidad de frenarlo. Le falta atreverse a tirar al arco pero marca un cambio de ritmo indiscutible de mitad de cancha en adelante. Se sacó la mufa de las críticas.

Eduardo Rubio: No participó. Es uno de los que cumple función táctica sin ser de nivel de selección.

Luis Jiménez: Muy poco tiempo para tomar el control del medio pero volvió a demostrar que con Fernández no puede jugar juntos porque ambos están parados esperando ser el líder.

Ismael Fuentes: Entró a tapar un sector y no tuvo trabajo. Es otro de los denominados hombres tácticos del equipo.

Marcelo Bielsa: Ya empieza a demostrar su capacidad. Genera a un Chile protagonista, con ritmo y con mucha vocación ofensiva que cumple con las coberturas defensivas aunque aún ajusta las piezas. La mentalidad de equipo es otra con él. Su único problema ya es conocido. Se apega a los jugadores y tiene favoritos. Hoy todos extrañamos a Villanueva u Orellana.

Si este avance es real o no lo veremos en noviembre. Por el momento, me parece que la cosecha es la esperada y nos deja con aliciente. Vienen partidos difíciles y serán fundamentales en el futuro de La Roja en la eliminatoria. Creo que vamos bien. Como ya se dijo acá antes, que el camino se ve favorable.

sábado, octubre 13, 2007

Mal comienzo, buen camino





Por El Fanatinche (Ricardo Pinto N.)

Me entristeció el resultado de hoy. No porque haya sido injusto sino porque puede mellar uno de los aspectos que se ganó esta tarde, que paradójicamente fue en plena jornada de traspié. Hablo del amor propio, del correr y mojar la camiseta de manera más ordenada como hace mucho rato no veía en una selección chiilena adulta.
Concedámosle ese mérito a Bielsa y su cuerpo técnico. Acá no hubo patriadas épicas como en ese valiente empate con Olmos en la banca. Ni la suma de errores rioplatenses ante un esquema defensivo como el que nos entregó otra igualdad con Acosta de estratego. Ésta vez hubo andamiaje. Y por eso comienzo rescatando lo bueno en medio de un vendaval de voces que mancharán el inicio del proceso que esta Nueva Roja vislumbra en su camino a Sudáfrica 2010.
Hoy quedó sentado por primera vez un esquema definido, elástico y reciclable. Un dibujo de 3-3-1-3 que sepulta las voces de antiguos entrenadores de selección o comentaristas señeros -Salah, los mismos Acosta y Olmos, Jozic, García, Santibáñez, Livingstone, Bonvallet, etc-, esos que decían tajantemente que un equipo nacional no puede jugar con tres en el fondo porque tácticamente no se acomodan. Hoy ha muerto esa tesis.
Que Román Riquelme nos haya amargado la tarde, que Argentina haya hecho menos goles de los que pudo o que Messi se haya floreado para el regocijo de todo fanático son simplemente detalles para la crónica del diario. Hoy se perdió por errores puntuales ante un rival de fuste, uno que siempre nos ganó y que hoy propuso su viejo argumento de la pachotada y el ímpetu en el campo contrario.
Yo, a pesar de las críticas vi por ratos bastante preocupado a Basile porque Chile se instalaba en su sector sin ningún pudor, con varios hombres desdoblándose y padeciendo desgraciadamente de las clásicas falencias que nos impiden ser un equipo contundente. Entonces, ese es otro avance que no se puede soslayar.
Analizar una oncena como la Argentina está demás. Basta verlos frente a Brasil para saber cómo ganarles, cómo maniatarlos y matarlos de contra. Lamentablemente, nosotros estamos lejos de ostentar ese nivel de letalidad.
¿Correciones? Claro que sí. Bielsa se equivoca poniendo a Gonzalo Fierro, que cada vez que se viste de rojo deja mucho que desear. Pero era parte de un esquema rígido e idealista que el argentino terminó por hipotecar ante los ojos de todos. Finalizó jugando con Suazo y Salas haciéndolos chocar. Con eso "se pisó la cola" y demostró que su temida tozudez no es tal. Lo lamentable de esa situación de juego es que ambos delanteros tienden a centralizarse. Y se notó.
No me gustó ninguno de los dos puntas. Aunque ambos mostraron sus cartas. "Chupete" es peligroso, tiene el arco "entre ceja y ceja" pero abusa del desorden y poco juego colectivo en el último tercio de la cancha. Salas es quizás el único futbolista de los que actuó hoy de rojo que toca de primera. Los demás -en una falencia que se debe mejorar urgentemente- reciben, controlan y entregan. Ese segundo permite el apremio del rival. Era cosa de ver como los trasandinos rotaban a un toque y los chilenos corrían desesperados detras del balón. Los chilenos recibían y al intentar controlar y pasar chocaban con una pierna albiceleste. Es lo que nos hace un equipo de segundo orden. ¿Centratacante? Por presencia y orden me quedo con Salas.
Otro error. Acuérdense del 4 a 0 contra Brasil en Gottemburgo. El mismo tiro libre, esa vez fue Ronaldinho. ¿Alguien le podría enseñar a Claudio Bravo a formar barreras sin que regale su palo? O mejor aún, sería bueno trabajar en el agrupamiento defensivo lo más lejos posible del área. Un disparo de esa distancia -como la de hoy- es gol en contra seguro contra Chile. De lo demás, sigo creyendo que el arquero de la Real Sociedad es inseguro en las pelotas divididas pero salvó varias opciones, entre ellas una de Cambiasso que era gol cantado, esa donde lo esperó mano a mano adivinando que le picaban el balón. Es cosa de trabajo arduo y mejora.
La línea de tres anduvo bien, siempre y cuando no se compliquen con la pelota en sus pies. Bloquearon mucho a Tévez y Messi, obligando a este a salir a florearse lejos del arco donde sólo hace malabares para la tribuna. Pero opciones de gol, no tuvo casi ni una. Los errores pasaban cuando se salía desde el fondo. No había fluidez, trabajo táctico de memoria, como el que muestran Milito, Heinze y Demichelis. Es tarea pendiente para Bielsa. Cristián Álvarez sufre el síndrome de Fierro o Ismael Fuentes, son piezas de un engranaje pero no brillan por sí mismas.
De la línea de tres en la mitad se salvó sólo Arturo Vidal, que no entró en peleas, se dedicó a marcar, anticipó, le cobraron fouls inexistentes y siguió inalterable. Parece que Alemania le hace bien. Crece mucho futbolísticamente y en poco tiempo. Iturra careció de anticipo, su gran mérito. Estaba mal ubicado. Su lugar en el equipo es como el volante mixto por derecha, con Maldonado centralizado en contención. ¿No les dije que cuando Chile se atreviera a buscarle la espalda a Zanetti o Heinze podría hacer daño? Por allí se llegó mucho en la primera mitad.
Matías Fernández es un jugador de medio tiempo, al menos a esta altura de su carrera. Aplicar la fórmula Pellegrinni, tal como el mismo Bielsa lo hizo en Austria- le entrega un cambio de ritmo impresionante al equipo cuando el equipo contrario está desgatado físicamente. Desde el comienzo, se pierde. Deambula. No es gravitante. No es mala la opción de Jiménez o Villanueva desde el inicio, ya que no está Valdivia en el plantel.
Rubio es un jugador interesante por la banda pero carece del centro fácil. Se complica. Y si se va en puros amagues, termina siendo presa de un marcador tan lento y torpe como el mismo Heinze, que hoy no lo dejó jugar. Como Caszely en la trasmisión, me habría encantado ver a Villanueva o Fabián Orellana, aunque quizás no estaban mentalmente preparados para un debut así. Esa plaza, evidentemente le pertenece a Alexis Sánchez, el que hoy jugó "su mejor partido". Con el "Niño Maravilla" de corto, los argentinos también se llenaban de amarillas porque a ratos estaban pasados de revoluciones y jugando al límite, eso hasta que Riquelme les arregló el problema.
Mark González no convence a nadie. Sí, Hugo Droguett, que con menos velocidad es más gravitante a la hora de correr la cancha en diagonal y no perderse en una banda que termina con la pelota tras la raya de fondo. Esa es otra plaza que se debe analizar para el choque ante los peruanos.
Un error ostensible es el que se cometió en la segunda parte. Se buscó el pelotazo y Bielsa no fue capaz de trasmitir la señal que entregó en la charla pre partido. Por abajo, rotando y sorprendiendo con aperturas es más probable hacer daño que con balonazos a un murallón de gigantes. Inexplicablemente se transcribió mal el libreto en el complemento. Pero la idea inicial sirve de modelo.
Insisto que en eso, Chile mostró un avance. Difícil de percibir a la ligera pero que en la medida que se desarrolle la clasificatoria debiese ser el concepto que todos repetirán sin recordar la derrota en Buenos Aires. No empezamos bien. Tampoco tan mal.
El exceso de fouls, la condicionalidad con las tarjetas y el arbitraje, el no prevenir la mejor arma del rival, la falta de juego asociado veloz en momentos en que se encontraba al contrario en desventaja numérica, la pésima concreción en condiciones favorables... Errores que cuestan un partido. ¿Pero desorden? No. Ya estamos aprendiendo a parar el tablero de ajedrez. Es cosa de tiempo.
Como dijo Maradona -que estará muy "chalado" pero de esto sabe como pocos- "Bielsa no le va a cambiar la mentalidad a los chilenos en una semana". Cierto. Pero va bien encaminado. La sensación cabisbaja y autocrítica del grupo hoy en los camarines demuestra aquello. Se quería ganar, se salió a ganar. ¿O me van a decir que eso, en el estadio de River, contra la selección favorita del paladar futbolero mundial no es acaso un gran mérito? A mi, eso me esperanza. Tanto como ver que Chile ya no juega "a nada". Los demás, que digan lo que quieran.

Pero sigue siendo el rey...





Por Satelito (J. C. Araneda)

Había dudas acerca del nivel de la Argentina de Basile, más si el peso del equipo estaba en las espaldas de Lionel Messi y principalmente por el poco fútbol que arrastraba en los últimos tres meses su conductor, Juan Román Riquelme. Pero fue el ignorado volante del Villarreal quien definió el partido y puso en la tarima de la discusión tres temas concretos.
Uno, que Topogigio es un jugador de primer nivel y es un absoluto desperdicio el que hace Pellegrinni al no alinearlo por problemas personales en España. Riquelme ganó la Libertadores de este año, fue quien llevó a la Argentina a la final de Copa América y hoy se transformó en la visagra que definió el partido.
Otra, que en partidos entre Chile y Argentina siempre hay un valor que es fundamental. El de las individualidades. Cuando la brega parecía más o menos equilibrada, aparece el "10" trasandino y con dos tiros libres define una situación complicada.
La última, es que independiente de todas las tesis que se barajen en cuanto a las estrategias, basta la incidencia de jugadas puntuales como no prevenir los tiros libres para que un planteamiento se vaya al tacho de la basura. No importó la circulación, no sirvió el tema del avance por las bandas, se puntualiza el trámite de un match en momentos cruciales y es allí donde aparecen los privilegiados.
Riquelme no sólo remató el marcador sino que fue el motor que marcó los ritmos del encuentro. Hizo rotar a Messi para que brillara, estuvo cerca de Mascherano para pedir balón, aprovechó a Zanetti y Rodríguez para cargar el andamiaje en el sector derecho y tranquiilizó las aguas cuando Chile quiso entrar en el vértigo.
Román sigue siendo El Rey, debiese ser el factor más desequilibrante aunque sea Messi el que brille más dentro del campo. Es una pieza fundamental y el espaldarazo que le dio a Basile alineó comentarios y tapó las bocas de quienes dudaban de su real capacidad.
El análisis del partido en sí lo dejaremos para más adelante o a mis compañeros de página. Yo me quedé con la misma sensación que cuando se cometió la primera falta que significó el gol de la apertura. Mala cosa, me dije. Riquelme nos clava de seguro. Y así fue. Su brillantez fue superior a cualquier análisis posterior. Argentina, mientras tenga al Torero en la conducción, tiene ventajas incomparables. Es, como dije alguna vez, el verdadero crack.

Voz Futbolera



Era una encuesta corta y previa al partido de Argentina y Chile. Parece que hay optimismo aunque yo no lo encuentre muy objetivo. Pero de todas maneras, los 56 votos dicen que:

- Gana Chile: 26 votos, 46%.
- Gana Argentina, 20 votos, 36%.

- Empatarán, 10 votos, 18%.


Les dejo otra encuesta, pero apuradito porque este partido en el inexpugnable (según yo) Monumental de River está por empezar.

viernes, octubre 12, 2007

Por primera vez



Por El Fanatinche (Ricardo Pinto Neira)

Hay que ver fútbol por algunos años para saber de qué se trata este juego. Conocer los detalles, los imponderables, las ventajas y desventajas. Y es hoy, cuando el medio en general está en neutra y pasiva expectativa que debo decir que me embarga una suave sensación de optimismo. Será porque la eliminatoria no empieza, me dirán. No precisamente. Por el marcado nacionalismo reprenderán otros. Tampoco. Más bien, apelo a un factor que durante decadas pesó en nuestra contra y que hoy, por circunstancias específicas juega a favor de la selección nacional.
Sí señores, no saben la fe que le tengo a este equipo. Me importa poco su rendimiento en los amistosos de Europa. No me preocupa en demasía que mis admirados Tévez, Riquelme y Messi estén al frente. Este sábado entrarán a tallar detalles desconocidos para el futbolista chileno. Si los asimilan y los explotan, estamos frente a la antesala de un nuevo espíritu, más allá de que la estadística nos niegue la hazaña.
Sabrán ustedes que el cuerpo se compone de físico y componente psicológico. Este último, es el que por años nos hizo entrar a jugar contra Argentina perdiendo uno cero desde el minuto cero. Pero la cosa cambió. Por primera vez, vamos en igualdad de condiciones.
El factor Bielsa es fundamental en esta levantada. Llegó a imponer ideas, trabajo, disciplina, trato ejemplar y sutíl a lo que significa un selecto grupo de profesionales. Marcelo Bielsa es el mejor entrenador argentino en actividad. Y por esas cosas del destino, estará sentado en la banca de Chile. Junten miedo, señores del otro lado de Los Andes.
Me van a decir que el entrenador no juega. Con tipos que imponen escuela como Bilardo, Menotti o el mismo Bielsa, esa ley no corre. Los títulos principales de la albiceleste se ganaron desde la banca, con pleno apego al pizarrón y al discurso ostentoso y extenuante de quienes dirigen.
Podría apelar al "chilenismo básico" y lamentar que el nuevo ídolo del fútbol trasandino, Alexis Sánchez, no estará presente en el mismo campo donde se entretiene pichangueando con los más ferreos rivales del mundo. Poco importa en un equipo donde las individualidades están al servicio del equipo global y no de su brillo personal.
Aún así, creo que es una ficha menos en el tablero del miedo. Porque si nosotros estamos maravillados con ls peripecias de Lio Messi en Barcelona, tememos lo letal de Carlitos Tévez o alabamos el funcionamiento de Mascherano y su línea posterior, tenemos a nuestro haber un gran aliado. Sabemos cómo nos van a jugar y sólo debemos cuidar con celo los arrebatos personales de un equipo que colectivamente no tiene gran ciencia, que sólo apela a lo mismo, la rotación de balón con la aduana de Riquelme, la movilidad de sus otros creadores de situaciones ofensivos, la velocidad de sus atacantes, el excelente trabajo de pelota parada y el dinámico andar de los laterales.
¿Y nosotros? Jugamos con ventajas que jamás tuvimos. Lo primero, es que el miedo será desterrado antes de entrar al campo. Si nuestra defensa funciona coordinada no habrá motivos para alterarse. El medio terreno cuenta con tanta movilidad como la de ellos, con Manuel Iturra tranformado en un volante imposible de frenar, con disciplina táctica para no salirse de sus casillas y con Maldonado en su apoyo que tiene facilidad para explotar la clave del partido: balonazos a las bandas descuidadas.
¿Qué va a hacer Zanetti si es que Mark González le gana la espalda con un pelotazo que lo encuentre adelantado? ¿Es Heinze un tipo impasable para los amagues de Rubio u Orellana? ¿Y si brilla Messi, qué pasa si se agranda el Matigol y empieza a probar a puerta? En Ezeiza saben que el partido está cuesta arriba, que si Chile juega aplicado se les va a poner problemas a medida que se suelten en el campo. Ellos apuestan a tener el balón y anotar rápido.
Voy al tema de fondo, con el que quise justificar mi gran fe para el sábado a partir de los años viendo fútbol. Hay una verdad irrefutable. Los argentinos tienen "fantasmas" que no logran extirpar. Inglaterra les da dolor de cabeza crónico, Brasil les gana con la camiseta, Uruguay los pone nerviosos...
Resulta que esta vez tendrán al frente a su entrenador más célebre, al que los conoce como nadie, al mito viviente de la nueva corriente de fútbol trasgesor. Y para variar, cuentan con un equipo chileno en crecimiento, con figuras en ascenso, renovado y que contará con la experiencia necesaria en cancha.
Ya sabemos que jugará Salas. ¿Alguien cree que ya sin Roberto Ayala como líder en la zaga, los ches no tendrán ese pequeño temor que si "a este le queda una nos vacuna sin pensarlo"?. Supongo que hay dudas, porque El Matador no está bien y se pierde goles ante su clara falta de acondicieonamiento físico. Lo bueno de Salas es que puede perderse tres goles cantados, que lo pueden pifiar a raudales. Pero en ese coloso estadio, el temuquense es un Dios y media hinchada de la presente en las tribunas no escatimará en reconocer en él a un jugador de talla mundial. El capitán no va a arrugar. Si los albicelestes temblaban con ver a Francescolli, Chilavert, Valderrama o Ronaldo, con Salas les pasa lo mismo. Si la toma a la entrada del área, el silencio de va a sentir hasta en Puerto Madero.
Hay buen equipo, hay gran banca. Me gustaría ver a Suazo en algunos minutos, con el hambre que tiene de tapar bocas y llenarse la cara de gol. Quiero ver a Droguett recetándole paracetamol a Zanetti cuando Argentina baje las revoluciones. Quiero ver a un Arturo Vidal desventilado, seguro y demostrándole en algunos balones detenidos que nosotros también cabeceamos ofensivamente.
No digo que los argentinos nos tienen miedo. Pero en este minuto, la única seguridad que tienen es que están obligados a ganar. Se llama presión. Nosotros no. tenemos las armas, el grupo, el reloj a favor y el conocimiento desde la banca de quien estará al frente. Lo demás se lo dejamos a la improbabilidad clásica de este deporte de las probabilidades.
Lo único que puedo decir, muchachos es que tengo esperanza para el sábado. Me preguntaban un pronóstico y creo que puede ser dos a uno, para cualquiera. No será un partido de pocos goles. Sí, de mucho vértigo. Basile lo sabe, Bielsa está apostando a ello.
Esperemos. Que por más que algunos se esfuercen en ensuaciar el trabajo con polémicas fuera de tono, el plantel está relajado y conciente. Saben que por primera vez tienen todas las armas para hacer una actuación histórica. El resto, lo sabremos cuando terminen los noventa minutos en River. Hoy, tenemos derecho a creer. Aunque a nuestros vecinos de continente les moleste. O les de lo mismo.

miércoles, octubre 10, 2007

Voz Futbolera





Hace bastante rato que estaba la última encuesta, la que preguntaba acerca de cómo incidiría la falta de Alexis Sánchez en los primeros encuentros de la selección nacional por las clasificatorias a Sudáfrica 2010. Y no era menor pues como ustedes saben, Sánchez era la gran aparición en pleno torneo trasandino, lo que auguraba preocupación al doble, si le sumamos que fuera de la cancha, la táctica está a cargo de uno de los mejores entrenadores nacidos al otro lado de la cordillera.
Aportaron 170 lectores y dijeron que:

- Su ausencia será soslayada por el sistema táctico: 74 votos, 44%.
- Su falta es demasiado importante para 55 lectores que corresponde al 32%.
- Para un 16 % del electorado, o sea, 28 sufragantes, su no presencia es irrelevante.
- Otros menos optimistas, creen con 13 preferencias y un 8% que su ausencia en la cancha será vital para La Roja.

Y cómo está el pálpito para este sábado en Buenos Aires. No serán muchos votos, pero hay que tomar la temperatura ambiente. ¿Argentina o Chile? Aporte y desde ya gracias por la fidelidad en las encuestas a pesar de la falta de crónicas de opinión.