lunes, agosto 10, 2009

El país del desapego


Por El Fanatinche (Ricardo Pinto N.)

Tenía mirada cabisbaja. Su trato, aunque deferente y amistoso trasuntaba timidez. Francisco Valdés Muñoz se extrañaba cuando un tipo joven - aparente contemporáneo a sus años de gloria en el fútbol- se acercaba a manifestarle admiración, a regalarle un saludo o simplemente a compartir diálogos en el pasillo. Quizás porque se crió en el país del desapego.
Hoy todos recuerdan su record, sus goles, su enorme dupla con Caszely, sus hitos con la camiseta de Colo Colo o la selección, su innegable sitial entre los más sublimes jugadores nacidos en esta tierra en la época en que ser bueno para la pelota era un don y no un invento como en el nuevo siglo. Pero no hay más perspectiva. Seguro porque jugaba al fútbol y eso suele ser socialmente subcutáneo, más en Chile que nunca ganó nada y los grandes avances en la materia -como el que algunos avisoran hoy- no son más que dulzura fugaz y permanentemente cíclica.
De haber nacido en otro lugar, uno con menos tradiciones mundanas y mayor identidad de la verdadera, "Chamaco" -como lo conoció el mundo futbolero- sería valorado como un inconmensurable aporte a la paz y la convivencia nacional. No estoy exagerando.
Sin la formación académica de los grandes políticos de la época -que aún dirigen los destinos del país desde la penumbra oficialista-, sin esos dotes discursivos ni otra manifestación más pura que su sigilosa pegada, Valdés condujo desde el campo verde a un grupo de compatriotas por los caminos del éxito en horas de fracaso absoluto, cuando la guerra azotó los cimientos de una sociedad cauterizada por las ideologias, abusándose a sí misma, que relegaría por décadas a la tolerancia por debajo de la polarización y el resentimiento.
Desde su sitial de volante creativo de amague infranqueable, el mediocampista fue cerebro del Colo Colo '73 y de la selección mundialera en Alemania '74, los dos mejores equipos que conoció nuestra historia, los dos que entendían el juego como un arrojo de galantería a partir de un balón en constante movimiento, la filosofía hecha realidad de Luis "Zorro" Álamos...
En medio de esa sociedad chilena sucia, detestable, pretensiosa, desafiante y odiosa,el único sentido de fraternidad lo encarnaba ese grupo de elegidos que "Chamaco" llevó al triunfo tantas veces y de manera magistral. Se sobrepusieron a absurdas luchas sólo corriendo noventa minutos por donde el destino marcara terreno. En plena era pinochetista de facismo nacionalista se metieron en Moscú y lograron un empate que nadie vio -eso era ir a Europa y sacar resultados históricos, no como los de hoy-, una hazaña sin registros por esas cosas de la guerra que desmembró sociedades pero no al más magnánimo de los deportes.
No eran vistos como de uno o de otro bando. Eran del pueblo. Y le dieron sonrisa en años de terror y odio. Historia y ejemplos incontables en algunas sociedades europeas durante la Segunda Guerra, el mismo patrón que solidificó el mito de Maradona tras el trauma de Las Malvinas. Tantos héroes sociales que con un balón en los pies apocaron diferencias, aunaron las sensaciones y se inmortalizaron.
Acá no. "Chamaco" Valdés murió sólo, en su modesta casa y sin auxilio alguno. Como su manera de ser indicó siempre; en la reserva, sin aspavientos, relegado a su mundo de retiro voluntario, olvidado por el club que ayudó a sacar de la mediocridad deportiva -la misma que por estos días saborean con billetera ostentosa, señores de traje y enemistad por eso que les forjó la insignia- pero jamás por los hinchas.
Hacía clases a niños de escasos recursos, seguía trabajando por mejorar el deporte al que entregó la mayor parte de sus días. Hoy lo llora el fútbol y eso me parece poco. Lo debería llorar un país. Aunque a su modo, "Chamaco" siempre supo que vivía en una tierra de arribismos, en el paraíso de los olvidadizos, en el lastimero edén de los desagradecidos...

4 Comments:

At agosto 11, 2009, Blogger Satelito said...

No lo vi jugar. Tan viejo eres? Jajaja.
Igual era bueno dicen, pero si es del Colo no se pierde mucho
Saludos

 
At agosto 13, 2009, Anonymous Anónimo said...

Pinto, el mejor equipo chileno fue el del mundial del 62, lee un poquito

 
At agosto 13, 2009, Blogger Waldo_Pedro_R said...

Yo con cueva vi jugar a Zamorano y era harto malo el flacuchento, juajuajua. A Chamaco ni aunque hubiese nacido diez años antes.

 
At agosto 19, 2009, Blogger RIPNE said...

Sus amigables comentarios son como la pregunta de la Fifa que el Chasca extendió a esta página. No me pronunciaré sobre la necesiodad de ver a alguien para saber cómo jugaba, se llama cultura futbolera y en este caso, cultura general con la realidad política.
Es igual que comparar a Salas con Zamorano. El que le regaló bienestar al futbolista versus el que nos regaló la farandula. El segundo quedó en la retina pero el primero era más efectivo, más crack, más importante, más gravitante...
NO COMPAREMOS A LA MARLEN CON LA SHIRLEY pues cabros. Salas era mejor y punto...

 

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