jueves, mayo 29, 2008

"Loco mayo"

Por Satelito (J. C. Araneda)

Los famosos y planos segmentos deportivos dirán hoy que la Sub 23 de Chile otra vez no pudo con la historia. Seguramente se plegarán a las alabanzas sobre el equipo y hasta tornarán a callarse un rato acerca de esta nueva cruzada Anti Bielsa por defender periodistas antiéticos o medios que intentan vender con la trasgresión.
Poco importa. Acá, me parece, lo importante es que a todos los que estaban dudando de la traída del argentino a la banca nacional, todos esos que se atrevieron incluso a comparar su nivel con el de Borghi o ni hablar de someterlo a escrutinios de los asomados nacionales como Jorge Garcés que hablan y hablan desde la palestra tendrán que quedarse calladitos. Marcelo Bielsa les tapó la boca a todos y de paso, le dio un tremendo espaldarazo al trabajo de Maynne Nicholls al mando de la ANFP apoortando además con poner el nombre de Chile en un lugar que con otros sólo se alcanzaba con generaciones probadas y experimentadas.
Acá se jugó y se ganó a equipos olímpicos, con un plantel que, de no estar supeditado a la cancha mojada quizás hasta se alza con el título porque si los italianos gritaron campeón fue gracias a que impusieron el fútbol de balonazo y asertividad justa. De jugar a jugar, los chilenos demostraron ser los más dotados del torneo de Toulon en Francia.
Es cierto que esta generación la compenetró en gran parte el mundial Sub 20 con Sulantay a la cabeza pero si se considera el equipo que perdió la semifinal de ese campeonato ante Argentina y el que cayó en la final hoy frente a la Azzurra, claramente se aprecia un ordenamiento táctico distinto, la capacidad de sobreponerse a las bajas, el que los hombres de la banca sean alternativas válidas y que la actitud sea de salir a pelear el match con armas válidas, no con el patriotismo o las pachotadas. Con "El Loco", el fútbol chileno de selección parece cada día más cuerdo.
No se trata de ensalzar por ensalzar. Acá se consagraron nombres para la adulta que mira las eliminatorias a corto plazo. Tosselli, Medel, Gonzalo Jara. Hans Martínez, Corvetto, Pedro Morales y Fabian Orellana pueden perfectamente conformar parte de las siguientes nóminas.
Lo mejor de todo es saber que se puede sumar nombres como los de Alexis Sánchez, Matías Fernández, Jorge Valdivia, Mark González, Arturo Vidal y ya se tiene dos tercios de la base del seleccionado sin sobrepasar la valla de los 23 años. Eso se llama trabajo a conciencia, rápido, no de largos procesos sino de significativos procesos de cara a un mundial.
Y a no olvidar que Bielsa se dio el lujo de formar otra Sub 23 y mandarla a participar a pastos extranjeros. De allí también pueden salir nombres. Lo importante, más allá del triunfo moral es que a los italianos hoy no les tocó fácil, que Chile ya no es comparsa ni relleno. Hoy nos quedamos todos con la sensación de derrota, no hubo escándalo por un segundo lugar.
Estamos avanzando. Parece que los tantos dólares que cobra Bielsa están tremendamente bien invertidos. Y que su silencio con los pasquines poco importa. En la cancha, el tipo demuestra su valía. El equipo habla de lo más bien el lenguaje del balón.

Voz Futbolera


El tema del momento es la tremenda participación de la Sub 23 en el Torneo Internacional de Toulon, donde se quedó con un honroso y meritorio segundo puesto.
Pero la pregunta anterior hablaba de un tema bastante polémico: La determinación FIFA de no permitir partidos en la altura de La Paz por no ajustarse a las condiciones ideales para practicar deporte de alta competencia.
Sobre eso, la Voz Futbolera se pronunció y entregó las siguientes 128 opiniones:

- Es un acto de injusticia, un atropello: 102 votos, 80%. - Es justo pues es inhumano jugar ahí: 18 votos, 14%. - No le interesa el tema: 8 votos, 6%.

Les dejo la siguiente pregunta acerca de los alcances de la participación chilena en Toulon y los significados que tiene para el fútbol chileno en su participación en las eliminatorias y próximos desafíos internacionales. Usted ya puede votar.

lunes, mayo 05, 2008

¿Quién dijo que la historia la hacían sólo los grandes?



Por Hugo Merino N. (Futbolero Mayor)

Cuando uno analiza el fenómeno de Ñublense puede caer en dos tipos de explicación. El masivo y repentino, que se suma al carro de la victoria y decir ¡Grande Ñublense! y quedarse en los alhagos. O simplemente reconocer que la clasificación de los chillanejos a la Sudamericana es un espaldarazo a la seriedad, un acicate a los procesos, a quienes hacen del fútbol, una actividad con objetivos y no una pasión descabezada.
Ñublense siempre hizo noticia. Antes de que a los párrocos del relato se les ocurrieran horribles lugares comunes como bautizarlos de "La Longaniza Mecánica" o "Ñublensester" en clara alusión al burdo "recurso copia" tan mal utilizado por el periodismo chileno. Estos hace rato que estaban dando pautas de cómo funcionar como club chico sin querer saltarse las etapas en el intento.
Al cuadro que retornó al profesionalismo se le sumó un trabajo serio y con claros objetivos de retorno a la Primera División. Es ahí donde entra a jugar el ingrediente cúlmine de una red de apoyo que resulta vital a la hora de explicar el éxito de la aventura roja por el principal fútbol competitivo. La ciudad misma de Chillán.
A diferencia marcada de otros pésimos referentes del balompié nacional como Deportes Concepción, que sobrevive escandalosamente en un deporte real con sólo castillos en el aire o a la mala experiencia de Huachipato, que consolida su institución y nunca concluye su avance con logros deportivos de calidad, el cuadro chillanejo sí consiguió irse solidificando gracias a un apoyo consciente y constante de su comunidad, la que no sólo llenaba el estadio de hinchas sino que se identificó con sus colores sin caer en favoritismo con los cuadros más grandes, se las arregló para movilizarse cuando no se jugó un sólo partido en su reducto basal, el Nelson Oyarzún y aprovechó cada recurso disponible en la zona (medios de comunicación, autoridades, comercio local) para armarse de un proyecto sólido y dirigido a metas concluyentes.
Cuando alguna vez, Luis Marcoleta supo que sólo participaría como invitado en la Primera B, pidió un equipo competitivo y esa buena campaña terminó marcando la diferencia. A pesar de no tener derecho al ascenso por el curioso sistema de torneo implementado por la anterior administración de la ANFP, el Rojo siempre fue protagonista y generó espectáculo asegurando con ello la masividad de su gente, apostando a que esos planteles tuviesen siempre por meta el escalar alto en las posiciones.
Así llegó el ascenso anhelado tan sólo cuando tuvieron la venia para ir por el retorno a Primera A. Y apenas entraron en el selecto grupo, en un fútbol que de selecto tiene poco, su idea de ser más que comparsa participante, liderada esta vez por Fernando Díaz y un grupo de jugadores de los llamados "picados", hizo de este equipo un animador constante del campeonato, no sólo en loos números sino en la manera de encarar los partidos, con soltura a la hora de atacar y pragmatismo de "equipo chico" a la hora de defender.
Dónde están los grandes nombres o los enormes sueldos en Ñublense. No existen, a diferencia de los demás equipos de la región y lo que es más meritorio, ni siquiera en los cuadros denominados "grandes" de la capital. A este club sólo le bastó marcar las directrices correctas y conjugar todos los recursos disponibles en una ciudad sin fútbol para abanderizarla y ponerse a la altura de los mejores cuadros del torneo.
Eso, más allá de los nombres es lo que suma. La seriedad. Lo de Ñublense no es casual. Como para que los demás equipos de la Octava región miren, anoten y aprendan.