lunes, julio 30, 2007

Paseando por Conce













Por Futbolero Mayor (Hugo Merino N.)

Nada mejor para un buen colocolino que despejar las dudas. Tanto se dijo que el alejamiento de las figuras del pasado campeón del apertura mermarían el rendimiento que uno tenía sus pequeñas aprehensiones, a pesar del triunfo holgado sobre Melipilla de mitad de semana. Más si Borghi anunciaba equipo alternativo en Collao pensando en los dos frentes, el torneo nacional y la Sudamericana.
En honor a la verdad, uno sale del estadio pensando si este Colo Colo realmaente tiene un funcionamiento que supera las individualidades, que está tan bien planeado que las piezas encajan por sí solas en el andamiaje colectivo o es que Deportes Concepción es un equipo definitivamente muerto.
Ayer, la lucha duró diez minutos, hasta que Millar encajó el uno a cero. Si bien Concepción muestra ganas, no tiene esquema ni desequilibrio. Quizás no hay que ser tan tajante y darle el crédito que jugó contra el mejor equipo del país pero uno mira las caras de sus hinchas y sólo vio algo de entusiasmo cuando el equipo de Cavelleri saltó a la cancha y cuando el entrenador, algo tozudo decidió alinear en el once a Gerardo Cortés, por estos días quien aparece como "distinto" en un equipo que no muestra nada de potencial futbolístico. O los nuevos dueños no tienen esperiencia o simplemente hay un desliz en la gerencia técnica para traer jugadores en vías del retiro como Montecinos, Chavarría, Almendra o Acuña. Por más hincha que sea uno del elenco capitalino, ve con cierta impotencia como los hinchas que llenan una bandeja se retiran veinte minutos antes de que termine el partido con una cara de dos metros. Un equipo como Concepción no merece estar en esas situación de inconformismo.
Pareciera, sin querer ser burlesco, que Borghi les dijo a sus jugadores "señores, hace frío así que vamos a entrenar cuarenta y cinco minutos, nada de esfuerzo, livianito, se entretienen y se entran para que no se resfríen". No hubo una sola expresión de lucha. Y cuando Concepción tuvo uno que otro arrebato (esos que se dan más por el ida y vuelta del fútbol que por convicción o libreto ofensivo) apareció la figura de Muñoz, un arquero que en líneas generales es mejor de Cejas.
A uno le queda la sensación de estar frente a la mejr opción para la selección chilena. No es con camiseta mi comentario. ¿Pero no les parece raro que sin grandes figuras en el campo, este Colo Colo siga marcando diferencias tan evidentes en un campo de juego? Yo pienso que hay un trabajo del cuerpo técnico que claramente es avalado en la cancha con resultados, más allá de que en el campo internacional la cosa se vuelva más distinta.
Es tan bien hecho el trabajo que los préstamos de Miguel Aceval parecen haber rendido frutos. El jugador se ve más longevo, más experimentado, menos propenso a las fallas y generándoe opciones de gol. Giovanni Hernández es un conductor inteligente, se aprovechó que Concepción no puso una marca encima, una aplicada como habría sido el "despedido" Nelson Contreras y con ese medioterreño ocupado por jugadores sin fondo físico se dio el lujo de manejar y crear espacios para que incluso Villarroel lanzara pelotazos de gol.
Sanhueza sigue siendo patrón, el que controla los partidos, Fierro está tan determinante como en el primer semestre, entró Bieler que se ve como buena alternativa. Faltó Moya, nos dimos cuenta que Ibarrola no habría andado en un equipo tan colectivo (por algo no lo llevaron pese a los rumores) y aún así Colo lo tuvo volumen ofensivo suficiente con las irrupciones de un Rodrigo Millar que sigue siendo el mismo irregular de Huachipato, lo que le alcanza para ser titular y hasta anotarse en las estadísticas.
Lo de ayer en Collao fue un paseo. Un baile sin tregua, sin apremio. A Colo Colo lo dejan jugar y pasa lo que vimos en el primer tiempo. Liquida. Y Concepción, al menos atrás, estaba en época de grande tienda, dejándola ahí al comprador. El Cacique aprovechó. No hay mucho más que decir. La diferencia la vimos apenas en un ratito.

Voz Futbolera









Les cambié la encuesta y nos les había entregado los resultados. Parece que los vialinos se dejaron caer en masa porque sólo en el fín de semana llegaron 215 votos para presagiar cuál de los sub 20 de la zona llegará a ser figura en el difícil fútbol competitivo.
Digo lo de los vialinos porque según los lectores, llegará al primer nivel:

- Ronald Valladares: 50 %.

- Dagoberto Currimilla: 19 %

- Gerardo Cortés: 18%.

- Nery Veloso: 12%.

- Todos: 0,5%.

- Ninguno: 0%.

Y ahora, con tanta teleserie sobre el nuevo entrenador de la adulta, con los líos de la Copa América, con el abuso de la Sub 20 en Canadá, con tanta inquietud del medio, qué le parece la actual gestión de la ANFP al mando de Harold Mayne Nicholls. Aporte, siempre se agradece.

jueves, julio 26, 2007

Voz Futbolera








A pesar de lo caro que cobra, Marcelo Bielsa es quien se impone en una peleada disputa del hincha por demostrar preferencias en quien debe dirigir los destinos de la selección nacional adulta en reemplazo de Nelson Acosta. De 130 votos, llegamos a que:

- Marcelo Bielsa tiene 53 votos, con un 52% de las preferencias.

- Muy cerca está Claudio Borghi con 52 votos y un 51 % de las preferencias.

-
Mucho más atrás aparece José Sulantay con 14 votos y 11% de las preferencias.

- Con 9 votos y sin espcificar parece la opción Otro.

- Apenas 2 preferencias tiene el argentino Ricardo La Volpe.

-
Peor le fue a Paulo Cesar Carpegianni. Cero votos.

Y ya que han dado tanto que hablar, les dejo una encuesta sobre los sub 20 locales que estuvieron en el mundial de Canadá. ¿Cuál de ellos alcanzará la esquiva fama en el fútbol adulto?

lunes, julio 23, 2007

CRITICA DE MEDIOS: La lección de TVN.










Por Joao Havepalta (Miguel Ocares)

Otra vez TVN. Parece que en Bellavista saben ganarle el quien vive a todo aquél puntudo que asome como amenaza de su tradicional e invariable primer lugar en sintonía. Quine hace mucho rato le viene dando dura y decadente pelea es Canal 13, el mismo que apostó por la selección, se quedó con eliminatorias de todo torneo dónde la Roja esté asegurada y dejó de lado los torneos mundiales.
Ya les pasó en 2006, tomaron el fútbol chileno y a TVN le bastó el mundial para aplastar a sus rivales. Esta vez, el gran mérito deportivo de los chicos en canadá contó nuevamente con el gentil auspicio de TVN. Los demás quedaron al margen, con enviados especiales haciendo triquiñuelas para intentar meterse en el asunto. Ni hablar de la maletera acción de los editores del 13 de mandar al gordo Urjel a urgetear en el tema de las mujeres en el hotel para hacer noticia. Nada le sirvió. Los aplastaron de nuevo. Los de D13 apostaron por Copa América y la final que todos sueñan ver, la de Brasil y Argentina tuvo menos rating que el reality de la Jennifer Warner gracias a que los chicos jugaban un alargue de miedo contra Nigeria por el canal de todos. Acá hay que reconocer los méritos como corresponden. Primero, al Padrino, "Don" Michael Muller, esa especie de monstruito para los demás canales, el que manda el buque y con una brújula casi infalible le apunta a cada evento donde el canal y su Área Deportiva debe apostar las lucas.
Segundo, el equipo de transmisión, que lejos de lo que ofrece su competencia, cuando está en exteriores cuenta en Fernando Val y sus secuaces a una tropa de expertos, de líderes, que siempre van un paso más adelante que sus competidores nacionales.

Punto aparte para sus rostros. Por más que el 13 lleve a Schiapaccasse y sus buenas bromas instantáneas, por más que Nacho Valenzuela le copie los ticks, la pinta y los lugares comunes a Solabarrieta o por más que intenten llamar la atención con los años de circo del aburrido Rodrigo Vera o el intrascendente Claudio Bustíos, TVN les pega el palo. Fernando Solabarrieta, aunque la mitad de este país chaquetero no lo reconozca se consolidó como el gran rostro televisivo de las transmisiones deportivas en Chile.
No intenta hacerse el simpático y fracasa como Bianchi, no trata de empatizar inutilmente como Israel, no es del montón como Ignacio Valenzuela, Manolo Fernández y Rodrigo Sepúlveda y lejos de intimidarse con la llegada de Guarello, se preparó, hizo algunos cursos de técnico y más allá de la emocionalidad de supermercado que algunos inexpertos le hayan, el tipo demuestra tres facetas impresionantes. Fue el gran protagonista de los despachos en la golpiza a los muchachos de la Sub 20, siendo con ello el reportero testigo, cumpliendo a cabalidad la labor del periodista en terreno. Estuvo brillante a la hora de acompañar a Carcuro como comentarista demostrando tremendo manejo de conceptos técnicos y si de relato se trata, hasta el propio Carcuro ya ve como el tipo se le escapa y le saca ventajas.
Solabarrieta hace rato, pero mucho rato se consolidó. Por más zancadilas que le lanzaron. Prueba de ello es que Muller le encarga que tome la posta y encabece el equipo que trasmite los Panamericanos desde Río en Brasil. Lo cosechado estos días por el 13 con Bacarrezza termina al comienzo de esta semana en otro segundo lugar de sintonía. Es el peso de algunos que por suerte o no, siempre están cuando la buena estrella brilla para el deporte chileno.

Párrafo aparte para el criticado Pedro Carcuro, que no por nada lleva más de cuarenta años trasmitiendo fútbol desde el exterior. Muchos se podrán aburrir, algunos lo podrán sindicar de yeta o inventar cuanta estupidez se les ocurra. Yo no soy dueño de la verdad pero mis casi tres años de periodismo que ahora abandono por una carrera mejor en otros horizontes me enseñaron algo de sentido común, que en este medio hay unos que llegan a ser líderes y otros que lo intentan sin éxito.
Un tema es que a Livingstone se le olviden las cosas, que Julito Martínez de "la soberana lata" en pantalla y otra es decir que Carcuro no es sinónimo de emoción u objetividad. El tipo dijo antes de empezar el partido de semifinales que Chile estaba desconcentrado, fue adelantando de a poco lo que venía. Si usted cree que es un brujo y por eso también sinónimo de mal agüero y magia negra es estupidez suya. Carcuro sabe y los años de experiencia los demostró ahora, justo cuando otros se subieron al carro, usaron camisetas Brooks y se vistieron de hinchas dejando el periodismo a un lado del camino. El que sabe, sabe no más.

Todo tiene su razón en televisión. Por eso siempre gana TVN, porque mientras el 13 no logra consolidar un sólo periodista de prensa que esté en los eventos deportivos y sea cara creíble, el estatal se la juega con Pancho Sagredo y revienta al que lo secunda. Incluso se da el lujo de meter en la programación al "ya no consolidado" y plano Gustavo Huerta, un experimento apitutado que no funciona y aún así le ganan puntos al trabajo casi de mechón principiante que hace Francisco Navarrete para el Mega o el sobrecargado y egocéntrico despliegue de Cristián Arcos en Chilevisión.

Ustedes me dirán que mejor ven Fox Sports, que esos sí que son originales, que los chilenos les copiamos a los argentinos, que hay que buscar escuela, etcétera. Un sólo detalle más. El día después de la escandalera con la policía canadiense, Fox Sports con todas sus figuras en el set hizo un contacto en vivo con el que sindicaron "el periodista chileno más respetado, admirado y querido en Argentina" según ellos, con el que tenían mejor información de los hechos tan graves en primera persona, con el que colmaba todos los medios (radiales, televisivos, escritos) con su información de primera fuente.
¿Quien? Fernando Solabarrieta. A mi puede aburrirme su sobreexposición pero de que el tipo "la lleva", demás. Una de las razones para que TVN le de tanta guaraca a su competencia aunque esta haga malabares para intentar comerse un pedazo más grande de la torta.

domingo, julio 22, 2007

Caballito bronce








Por Satellito (J.C. Araneda)
Nos pasaríamos para mal agradecidos si es que reclamamos que siempre salimos terceros. Si nunca ganamos nada y de ves en cuando aparece alguna generación insolente que le falta el respeto a las clásicas generaciones de perdedores que alimentan nuestro fútbol.
La ilusión la encendieron estos muchachos con sus muestras de coraje, de actitud positiva y de ganas de ser campeones del mundo pero nadie más que el basural mundo mediático fue quien contaminó al plantel y quien de alguna manera hizo que la gente no tomara con el entusiasmo que se debía este logro tan importante.
Como en algunas otras ocasiones nos quedamos con el bronce, jamás hemos llegado más arriba. Pero es mejor eso que quedarse con las manos vacías. Por muy bronce que tengan en sus cuellos, esta es una generación dorada, que lejos de ser héroes del deporte o cosa por el estilo, son materia prima para la renovación de un fútbol chileno que cada vez daba más pena por su desjerarquerización.
Sin embargo, ahora viene la parte que nunca se cumple. Cuando la generación de Chile '87 logró el cuarto puesto, jamás despegó y algunos de sus más célebres integrantes terminaron en la droga y más hinchados que reportero de cancha. La célebre generación de Japón '93 terminó hasta en el Festival de Viña pero jamás irrumpió en el mundo futbolero con fuerza.
Los de Sydney 2000 cumplieron con la regla. De ese enorme grupo de jóvenes, sólo uno alcanza el nivel internacional de primer piso. David Pizarro, el más destacado de ese grupo aún triunfa en el extranjero. Sin contar a Zamorano (que era refuerzo), los otros quedaron en el camino de la mediocridad.
Ese es el detalle que debemos cuidar. Que a Isla lo vendan y no termine jugando en Puerto Montt tras préstamos contínuos y el recuerdo de un pasado glorioso. Que el gol de Hans Martínez hoy sea el primero y no el único que anote con una camiseta nacional. Que Tosselli no se quede "aprendiendo" de Buljubasich hasta que este se retire por viejo. Que a Gerardo Cortés no lo relegen a la banca por refuerzos acabados como Almendra u Osorio. Que Sánchez, Vidal y Vidangossy no regresen en dos años con fotos de Europa y sólo recuerdos para contar en el Zoom Deportivo.
Necesitamos tomar a estos muchachos y decirles que el país en que viven los va a obligar a pasearse por el Vértigo o el SQP, pero que jamás debe ser ese un fin sino un medio para obtener algunas lucas extras y lucrar con la noticia que ellos mismo generaron. Lo importante es seguirse dedicando a lo suyo, a la pelotita, a los procesos, al futuro y el despegue de este deporte en Chile. Lo otro es absolutamente inevitable. Dejémoslos que celebren. No los critiquemos por ello. Se lo ganaron con su propio sudor. Que el propio fútbol chileno, el mismo hincha, los mismos medios que los inflaron y colaboraron en que se desviaran del objetivo en la semifinal no sean los que ahora los echen a la basura. Que los guíen, los pidan en sus equipos, le exijan a los dirigentes que jubilen a los que ganaron nada y echen a los extranjeros poco aporte. Que les den cancha. Ellos la pidieron, en todo sentido. Se la ganaron, en todo sentido también. Aplaudan y callense que esto no es un proceso. De alli a que pueda ser el inicio de uno es otra cosa distinta.

jueves, julio 19, 2007

La inefable "condición"





Por El Fanatinche (Ricardo Pinto N.)

Lo sabíamos todos. Se dijo en la transmisión, en los días previos, en las conversaciones de pasillo. ¿Y alguien me va a convencer que en el seno de la selección no lo sabían? Sería absurdo. Todo aquél futbolero con los cinco sentidos en esta semifinal conocía el factor "camiseta", el elemento "tradición", la necesidad de concentrarse en los 90 minutos más importantes de sus jóvenes carreras, en no salir se del libreto. ¿O es que acaso el libreto no fue el correcto?
Yo creo que se les dijo todo. Que su problema fue mental y que no es atañible a Sulantay o incluso al discretísimo árbitro Wolfwang Stark, en quien podría escudarme y refrendar mi Teoria del Arbitro Saquero, sitúandolo de acuerdo a esa descripción en caterogia tres. La sustancia del asunto, la explicación de la derrota chilena en Toronto es anterior. Si antes dije que de estos se podía esperar cualquier cosa porque no jugaban como chilenos, hoy lo mantengo aunque para nuestra desgracia la inmadurez clásica nos ofreció ingrata visita.
Es tremendamente simple explicar la derrota de hoy. No hay que darse vueltas en que nos midieron con distinta vara, en que estábamos con menos fiiguras de las que dispusimos antes o en que el rival siempre nos gana. Como el entrenador ecuatoriano señaló célebremente tras su derrota ante Chile en la Copa América "hay partidos que gana el rival y hay otros que lo pierde uno". Hoy, el parejo pero nada extraordinario once albiceleste se encontró con un rival pasado de revoluciones, sobrecargado de una presión injustamente traspasada por los medios, el ambiente, el hincha. Y hasta quizás por ellos mismos. La necesidad de romper con la historia. Sepan que la ansiedad siempre te juega en contra.
Tengo motivos para creer que hoy equivocamos el camino. No era Chile el encargado de tomarse el partido a mil por hora. Había que bajar las pulsaciones, salir a evitar el roce de los argentinos y quitarles la pelota arriba, sin respeto alguno. Pero el equipo se replegó al principio, dejó un punta inservible sin alimentadores y se dedicó a aplicar el mismo libreto que contra Nigeria en el alargue. Craso error. Este contrincante funcionaba en base a la rotación de pelota, no se podía hacer la misma tarea. Había que marcar en zona adversaria, apurar, había que robar protagonismo de entrada, con la pelota en los pies, con el sistema ofensivo -Carmona y Medina por ejemplo-, no entrar en la lucha con el bolquillazo y el juego de la agresión...
A los argentinos les dicen desde divisiones menores que a Chile se le gana con la camiseta. Saben que tienen paternidad y es parte de la charla técnica el dar ordenes específicas para buscar a ciertos jugadores, para aplicar estrategias específicas, para confiarse en la débil costumbre psicológica del rival en istancias superiores. Para cargarlos como se dice.
Resulta que hoy La Roja cayó en el juego sucio rioplatense, el de un seleccionado que era ganable a todas luces, que tiene dos o tres figuras de nivel y de las cuales la mejor ni siquiera funcionó. De un elenco que seguramente era permeable atrás. ¡Vaya a saber uno! Las pocas veces que se intentó hubo nervio en el área trasandina. Los miramos muy por encima del hombro. El respeto quizás no estaba de manera explícita pero se notó siempre. Por eso se contestaba cada agresión verbal, por eso se entraba con más vehemencia de la necesaria, por eso se reclamaba cada cobro del árbitro como si fueran más fundamentales que el partido en sí.
Quiero volver al principio. A que la falla de hoy es anterior a la jornada misma. Los medios faranduleros dando vuelta, un entrenador que no logra convencer a sus jugadores que lo importante no son las circunstancias del partido sino el resultado final, que las agresiones son parte del antireglamento y hay que dejarlas de lado o manejarlas a discreción, que aunque el árbitro sea bochornoso y no vuelva a arbitrar en su vida -por la pifia generalizada, la escandalera y la huída final de seguro a señora Fifa lo borra de sus datos como a Bouchardeau en clara alusión a su limpieza de imagen cooporativa- es quien manda y la cabeza debe estar fría, que en el fútbol es menos importante el físico, la disposición y las velocidades que el balón mismo, que esto se gana con la pelota en el arco contrario y para ello hay que acercarse... O nos convencemos o nunca vamos a ganar una semifinal aunque sea contra Uzbekistán.
No es culpa de esta generación, Tipos como Suárez, Larrondo, Toselli, Martínez, el mismo Medel o el sobre acalorado Vidal -que de seguro aprenderá esas lecciones en la disciplinada Alemania- deben empezar a brillar en la cancha por su apego al buen libreto, porque el fútbol es una cuestión de equipo. Hoy estábamos divididos, los de bajo perfil, los de alto perfil, los que tenían revanchas personales, los que estaban pasados de revoluciones, los que no encontraban lugar en un esquema tan equívoco... Chile hoy careció de ideas y pese al esfuerzo constante, en términos futboleros se regalaron ante un rival que supo sacar las mínimas ventajas en momentos claves.
Para aprender entonces. Si surge alguna próxima oportunidad, que nadie se preocupa del look antes de una semifinal. Que nadie haga contactos llorones con "Pasiones", hable de su vida con reporteros busca rating o juguetee al periodista con las cámaras de enviados especiales. Que nadie asuma el discurso de que vamos a vencer a la historia porque eso es predisponerse a darle connotación mayor a un partido, la que por cierto no debe tener en la cabeza un deportista de elite.
Más que decirles "si le ganamos a Argentina hoy rompemos la mufa" es bueno que los jugadores sepan que, aunque al frente está la selección de Venus, estos eran los 90 minutos en que se necesitaba más concentración que nunca. Charlas en las habitaciones, poco contacto con el medio exterior, llevarles a la familia y armarles un bunker, un oasis, preparar perros de presa para salir a cumplir la misión sin falta de motvación ni ansiedad que valga.
Por eso digo que la culpa no es de los muchachos. Les enseñan de niños que no hemos ganado nada, que los vecinos son superiores, que ante ellos es mejor meterse atrás y jugar al máximo de revoluciones. Que estas son oportunidades únicas. Eso alienta a la desperación. No pido psicólogos dando charlas nauseabundas, pido entrenadores que sepan motivar uno a uno a sus robots. Porque aunque no lo sean, la clave está en enfriales la cabeza sin helarles la sangre.
¿O no han visto como los brasileños aguantan a Argentina, lo contragolpean, le hacen uno, le bailan Sau Sau en la esquina celebrando y les dejan con la moral echa pedazos? Eso es tener táctica y libreto extra. Chile hoy salió de chico a grande. Por eso perdió. Porque le faltó jerarquía.
No se la pidamos a chicos de enorme calidad que son relegados a la banca de sus clubes por futbolistas acabados, por entrenadores ultradefensivos hijos de otros técnicos que jamás ganaron algo, por divisiones inferiores deplorables. Esta es y quedará inscrita como una generación atípica, una superior.
Debemos seguir aprendiendo. De la noche a la mañana no se hacen campeones en un país de perdedores. Es iluso siquiera pensarlo.