jueves, julio 30, 2009

Todo fríamente calculado


Por El Fanatinche (Ricardo Pinto N.)

Se asustaron algunos. La nueva nómina de jugadores que militan en el extranjero no contaba con el capitán y el goleador.
No faltó el que aduce a razones disciplinarias en el caso del arquero a partir de su venteada participación en programas de farándula. Nada de eso, es lo que los ingenieros llaman maximización de recursos.
Vamos viendo. Es archiconocido el esquema de 4-3-3 que utiliza Marcelo Bielsa. Es su sello irrenunciable. El mismo que ha venido instaurando a punta de alabanzas, algunas críticas e incluso ciertos tropiezos en el camino
En ese dibujo táctico, hay incontables variables de juego pensando en el trabajo de fondo, en plasmar un cuadro que funcione como máquina recién aceitada pensando el Sudáfrica 2010. Aunque su contrato no estipule su llegada a la banca para tan magno evento.
Y dada la campaña que tiene a Chile tan bien posicionado, quizás los dos jugadores absolutamente titulares, inamovibles y pilares de una potencial oncena ideal son precisamente Suazo -que arrastra una pequeña lesión- y Bravo.
Los dos líderes, los que llevan el peso de la voz dentro del camarín, los que asumen la presión, los que son vitales en el resultado final pero son piezas absolutamente estandarizadas en un esquema que apela a la mecánica por sobre la individualidad.
Alguien podrá decir ¿entonces, para qué cita a Sanchez, Carmona, Fernández, Beausejour o a Medel que también son fijos en un equipo ideal en la cabeza de cualquiera? Es muy simple. El partido en cuestión -amistoso frente a Dinamarca en el 12 de agosto- es una de las pocas instancia de exigencia competitiva sin presión de por medio que le quedan al entrenador de acá al final de su proceso. Entonces debe seguir afinando todas las piezas. Algo que, contrariamente a lo que se piensa, aún no se logra del todo.
Los que sí parecen número puesto y que sin embargo anotamos en la nómina son esas variables que le menciono más arriba. Jugadores dúctiles, que marcan la diferencia en este sistema tan rígido y que, por tanto, son estrictamente necesarios para que los demás -que no han jugado tantos minutos en la adulta- tengan mejor opción de acoplarse al team funcional, el que quiere ver Bielsa cada vez que entra a la cancha.
Opción para que otros como Vidal, Valdivia e Isla y los que parecen titulares fijos sin serlo puedan acogerse a la idea, absorverla de una vez. Encontrar su lugar en esto que son más que 11, acá se trata de armar un plantel donde cada uno tiene su función, más allá de las circunstancias del partido. El técnico que tenemos es de los que trabaja pensando en su idea, no en el rival. Y la gran mayoría del equipo aún está acondicionado para lo otro. El rodaje de estos debe ser con los que de verdad van a tener al lado, no con suplentes que fueron parte de un proceso y terminaron siendo lo menos granado.
Los otros de la lista, Contreras, Mancilla, Pinto, Fierro, Morales y Orellana son practicamante los suplentes de siempre, los que tienen marcada en la camiseta su apellido más el de quién reemplazan. Mientras más jueguen o se sienten en la banca tras aprobar las prácticas, más se acopla esta idea que, gustándonos o no, es como va a jugar Chile cuando entre a definir las eliminatorias y probablemente, cuando se enfrente a presiones mayores en la copa de mundo.
Ese cliché tan falso que "con Bielsa nadie tiene el puesto asegurado" se muere definitivamente con esta nómina...

sábado, julio 18, 2009

Voz Futbolera









No hay mucho doble discurso como esperaba respecto al tema de Pellegrini en el Real Madrid. Parece que a todo el mundo se le olvidaron las críticas, lo que es buena noticia aunque para variar sea para irse donde calienta el sol.
Respecto a la pregunta de cómo interpreta usted la llegada del chileno a la banca del Madrid y cómo avisora su gestión, tenemos que:
Es el entrenador que el Madrid necesita

97

79%

No debería haberse movido de Villarreal

19

15%

Llegó sólo por la negativa de Wenger de as

6

5%

No le interesa

1

1%


La nueva encuesta para variar va a enfrentara colocolinos y azules en un tema que no ha sido aún confrontado por la prensa nacional pero como de costumbre, apostamos que alguien verá acá y en alguna oportunidad lo pondrá dentro de alguna pauta: los volantes ofensivos extranjeros de los equipos grandes. Por un lado, Macnelly Torres, el gran precio de Colo Colo, que llegó desfasado cuando el entrenador que lo solicitó ya no estaba en el club, que debió enfrentar a lo menos a cuatro técnicos de los cuales sólo Barticcioto y Jara lo anotaban como indiscutido, que debió asumir el reemplazo de un destacado como Giovanni Hernández, que cae en irregularidad y le costó un semestre soltarse para demostrar que cuando anda encendido es desequilibrante.
El otro, Walter Montillo, que a diferencia de Torres no es un diez clásico, que impone ritmo y vértigo, que asumió un comienzo igual de complicado, estuvo una temporada sin justificar su traida y debió superar lesiones para transformarse hoy en el jugador más desequilibrante del último campeonato. Dos que demoraron en rendir pero que aportaron su sello y este semestre se enfrentan en su mejor momento. ¿Cuál fue más gravitante en su estada en Chile? Usted elige.

viernes, julio 17, 2009

Juan Sebastián Cabrón



Por El Fanatinche (Ricardo Pinto N.)

Son raros los argentinos respecto al fútbol. Más bien bipolares. Radicalmente opuestos en los modelos de juego, en las predilecciones, en el fiato de la pasión y la objetividad deportiva. Lo digo por el caso de Juan Sebastián Verón, un tipo que a pesar de echarse al bolsillo la fama y venir a su país a terminar la carrera en su mejor nivel, casi gratis y por puro amor a la camiseta, aún es cuestionado por la parte más intransigente del hincha albiceleste.
Se tiende, por error, a compararlo y enfrentarlo con Riquelme, como si no bastase con que ambos tipos retornaron a regalarle gloria a uno de los países con más prestigio futbolístico que, siendo bien sinceros, sólo de la mano de estos dos fenómenos consiguió sus dos nortes más anhelados en los últimos años: ser campeón continental en alguna competencia de relieve y ganársela en las mismas narices al rival de siempre, los brasileños.
Y aún si fuese necesario hacer la comparación, Verón sale muy bien parado frente al "10" de Boca. Se calzó la listada del glorioso pincharata cuando perfectamente tenía un par de años en la primera fila del fútbol mundial en Europa. Cambió dólares y comodidad de la que abunda estando en un nivel superior, demostró que esa cuerda en la carretilla tendría réditos importantísimos, como título local y una Copa Libertadores, la misma que en rigor es más importante que las mismas obtenidas por el legendario equipo de Zubeldía, Madero, Verón padre, Malbernat, Pachamé y Bilardo entre otros. Esta costó más, se ganó con vistoso despliegue y cuando nadie la tenía en sus cálculos. Es todo un mérito histórico.
El clamor popular dice que el calvo volante es el responsable de la eliminación de su seleccionado y lo sindican como "jugando para atrás" frente a Inglaterra en el Mundial de 2002, culpa que si alguien debe cargar -con más de algún reparo- es el por hoy venerado entrenador rosarino Marcelo Bielsa, protagonista real de uno de los mayores farreos deportivos del deporte trasandino gracias a su esquema irrenunciable. En ese equipo, Verón era el que ponía el pecho. Pero los bipolares creen que es responsable el fracaso. ¿Ve? Si son raros. Porque de tanto triunfo no me atrevería a decir que de esto no saben.
Cuando Cruzeiro abrió la cuenta en la final del Mineirao, uno -que es criado en este país donde recibir un gol en la final es señal de que ya te ganaron- pensaba en la detestable fiesta brasileña, la de negros encadenados en el suelo implorando bendición al cielo, la de los cantos infantiles, de las risas insoportables. No contábamos con la categoría de un tipo que, como el mismo Riquelme, supo marcar una diferencia notable a partir de algo tan simple, la personalidad. Por más que lo aporrearon como a sparring de box en el duelo de ida; La Bruja salió a buscar la copa y los demás sólo tuvieron que seguirlo. No exagero, uno busca entre las principales figuras del orbe futbolero, hoy son pocos los jugadores que tienen esa capacidad, la de dar vuelta una llave tan adversa y cambiar con ello lo que ya parece escrito.
Los llaman cracks. Son escogidos y por lo mismo, conocen de la injusticia de cargar más peso en la derrota. Aunque suelen ganar mucho más de lo que pierden. Y por lo mismo, hacen que uno siga viendo el fútbol como el mismísimo arte de lo impensado.

sábado, julio 11, 2009

Eso de ser campeones


Por Satelito (J. C. Araneda)

No fue un semestre fácil para la "U" pero la coronación del título (más allá de los reparos de cierto sector parcializado de la opinología deportiva) no debiese estar en duda, como ni siquiera debió estar antes de la final donde como anécdota apareció extrañamente tanto hincha de la Unión Española.
Los números dicen que los azules se quedaron con el torneo de apertura pero además, llegaron a la instancia final con enorme superioridad por sobre su rival, que más allá de ser el merecido líder de la fase regular, en la instancia definitoria no iba a ser el gran equipo favorito ni encarnaría el descubrimiento de un nuevo estilo de juego en el país.
Unión lideró un campeonato que en su fase inicial tuvo sólo dos aristas importantes. Una, la supuesta tendencia por el fútbol preciosista del equipo de Luis Hernán Carvallo (que sólo demostró ante los rivales de segunda categoría del campeonato, los que arman un plantel para apenas tratar de calificar a los play offs) y la otra, la intrincada interna de Colo Colo que los terminó dejando fuera de la instancia final, un descenlace a tan absurda guerra de intereses que sólo cosechó perdedores. De esa pugna interna nada más se sacó dañados y páginas de prensa.
Lejos del entusiasmo de cierto sector y sin intentar ser general después de la batalla, hay que reconocer que los grandes méritos de Unión frente a los demás equipo eran livianos. Frente a la "U" no tenía ni el peso específico ni las individualidades, terminó jugando como equipo chico y fue ampliamente superado por un plantel que tenía el doble de desgaste emocional (gracias a la repentina e irresponsable renuncia anticipada de Markarián) y físico (por jugar una Copa Libertadores y el mismísimo torneo local con éxito en ambos frentes) y sin embargo mostró mayor oficio en los 180 minutos que definió frente al favorito de todos.
Los factores que definen a esta Universidad de Chile 2009 son claros y pese a su último mes en el club, tienen a Sergio Markarián como uno de los principales artífices y responsables. Un excelente trabajo de rotación y dosificación de figuras, le dio cabida y continuidad a jugadores que sorportaron el peso de la campaña como Felipe Seymour y Osvaldo González, reinsertó a valores que estaban en la penumbra de rendimiento como Emilio Hernández, Marco Estrada y Angel Rojas, logró la ansiada rotación de juveniles para afrentar de muy buena manera el torneo nacional y para cimentar su campaña consolidó una columna vertebral de excepción, con el destacado rendimiento de Miguel Pinto, Rafael Olarra, José Rojas, Walter Montillo y Juan Manuel Olivera.
Y si bien Markarián se fue dejando una estela de dudas sobre su actitud dubitativas al final del cliclo, también se devuelve a Uruguay remarcando su estadística personal llena de finales y títulos , heredándole además a su sucesor, (el argentino José Horacio Basualdo) una de las mejores bases de equipo para afrontar lo que viene.
Tal como eso le sirvió para marcar diferencias ostensibles sobre un elenco de muy buen fondo futbolístico como la Unión Española (en las finales se ven los grupos y las experiencias de sus integrantes en tan significativa instancia, ta cual se vio en la definición del martes en Santa Laura) le servirá en el futuro inmediato al conjunto laico si es que quiere ir por más al menos durante 2009.
Por más que se refuercen los otros competidores, la "U" no sólo parte con la ventaja de saberse alzando la última copa. Saldrá a jugar el clausura con la chapa de favorito entendiendo que tiene una maqueta armada, una que los demás deberán generar en esta segunda parte del año. sabiendo que corren contra el tiempo, que arrasar en la fase regular es intrascendente, que es en los play offs donde recién "se ven los gallos" y la gran mayoría se cae en tan definitiva ocasión. Allí donde el cuadro universitario puso la nota diferente y en justicia innegable se quedó con su estrella 13.