Esa bendita costumbre de ganarlo todo

Por Satelito (J.C Araneda)

Y ya son 16. Boca se convirtió anoche en el club más ganador de toda la historia del fútbol mundial y cuando uno analiza sus logros se da cuenta que definitivamente es el mejor equipo del mundo hoy por hoy. No en términos de millón o plantel. En números, en concepto alrededro de su insignia, en tradición.

Hay que tener cierto nivel superior para ir al Estadio Morumbí de Sao Paulo tantas veces y regresar con un tofeo continental teniendo al frente a un rival brasileño. Más si consideramos el partido de ayer. El local tenía el control, la visita tuvo la capacidad.

Sabrá usted que Boca estuvo a punto de ganar el partido incluso. Que hubo un momento en que era el Sao Paulo el campeón, que en lo que a nosotros nos concierne, los equipos chilenos a veces hacen lo imposible para alcanzar la cima y cuando les hacen un gol en la final se mueren. Estos tipos ayer decidieron que iban a darle vuelta el partido y le pasaron por encima al subcampéon de la Libertadores. Unos monstruos.

Era la despedidad de Alfio Basile y el entrenador cumplió números impresionantes. Jugó cinco torneos incluyendo este como director técnico. Lo ganó todo. Un portento de record. Un tocado por la varita mágica de los elegidos. Boca estaba en la cúspide de los equipos más ganadores de la historia junto al Milán, el Real Madrid e Independiente, el más meritorio de todos. Digo esto porque el clásico cuadro rojo de Avellaneda obtuvo el grueso de sus quince torneos en poco menos de diez años.

De todas maneras, lo de Boca es para aprender. Porque si bien el club porteño tiene bastantes años en el profesionalismo, sólo hace 29 años ganó su primera Copa Libertadores. No es tanto tiempo lo que demuestra que a veces uno puede concentrar triunfos en poco lapso de tiempo. Es lo que llaman procesos, los que en Chile a veces miramos en menos (o algunos ignorantes lo hacen) y que en la administración Macri le entregó a Boca nueve títulos internacionales en seis años. Recuerde usted que cuando Colo Colo ganó la Libertadores en el '91, Boca era un equipo recordado por Maradona y sus años gloriosos, por la tradición y porque engendraba una tradición añosa en los rincones del barrio genovés de Buenos Aires. Pero no era un club considerado "ganador" como Independiente, Olimpia o hasta el mismo Sao Paulo de Telé santana que comenzaba a rendir frutos.
Más allá del funcionamiento impresionante de juagadores como Diaz, Gago, Palacio o Palermo, ayer quedó la sensación de que el campeón estaba definido. Y sostengamos en que Boca, siendo un gran equipo tampoco es la mejor exhibición de fútbol moderno. Lo que pasa es que para jugar y ganar así, a veces hace falta una condición extra. Algo que por ahí le llaman "huevos"... Lo que le sobra a este nuevo Rey de Copas.