Un costalazo de "azul profundo"

Por Satelito (J. C. Araneda)

Italia nos había dejado más que grata impresión. Al menos durante el primer tiempo de su partido frente a Ghana, porque en el segundo retomaron su tan conocido fútbol de contra. Hoy no tuvieron capacidad. Justo cuando muchos apostaban a que los tanos terminarían la tarea de deslumbrar a quienes aún no les creían este cartel de nueva escuela instaurada por Lippi.
Estados Unidos tuvo muchísima mala suerte en su debut. Yo les había dicho que no era un equipo de tono menor, aún cuando hoy tampoco mostraron gran capacidad futbolística o algo por el estilo. De todas formas, con lo poco les bastó para complicar al quien se suponía barrería con ellos en la grama del Fritz Walter Stadion de Kaiserslautern.
Fue un electrizante partido pero dentro de una visión más crítica también tendríamos que definirlo como cercano a lo detestable. Vimos juego sucio, un autogol impresentable de Zaccardo y tres explusados de los cuales, Daniele De Rossi se lleva el premio limón por su descomedido, innnecesario y "maletero" codazo a la humanidad del pobre Brian Mc Bride.
Cuando la azzurra llegó a la red gracias al oportunismo de Gilardino nos aprestábamos a ver una nueva demostración de juego consistente como el que los europeos mostraron ante su rival anterior. Pero esta vez, la mala suerte del autogol y la falta de jerarquía al minuto de aniquilar al adversario les terminó pasando la cuenta.
A momentos vi más cerca a los norteamericanos. Parecía que estaban jugándose la vida. Por las ganas claro porque fue el favorito que contó con mejores opciones, como el cabezazo en contra de Bocanegra o los embates de Alessandro Del Piero que definitivamente no se puede quedar en la banca tanto rato. Lección para Lippi y su porfía por los delanteros corpulentos, potentes y algo torpes. Para este partido, se necesitaban toques de habilidad para romper el tieso pero férreo cerco estadounidense. Tarea para la casa...