Por vez primera

Por Futbolero Mayor (Hugo Merino N)
Hace unos días leía en este blog al editor discutir con un lector de los fieles por eso de que no puedes celebrar un gol que favorezca a Colo Colo si eres de la "U". No me cabe en la cabeza. Pero quiero explicarlo. Cito el ejemplo del 1 de junio de 1991. Ese día, a las 8 de la tarde, las calles estaba vacías. Todo el país estaba frente al televisor. No todo el país, según entiendo es de Colo Colo. Pero dicha ocasión dio para que todos fueran colocolinos.
Aquél equipo parchado que enfrentó a Olimpia había decidido antes ya su destino triunfador. Con el empate en Asunción la leche ya estaba cocida. A pesar de los malos augurios que recordaban el drama de Cobreloa en el 82 frente a Peñarol o lo del mismo Colo Colo ‘73. Ni los supuestos reservas nos hicieron dudar que, como diría luego Pedro Carcuro, la copa se quedaba en casa.
Han pasado 15 años y aguas muy turbias bajo el puente. El fútbol chileno tuvo un renacer que se vio reflejado en las actuaciones de la UC, la "U" y el mismo Colo Colo en el torneo continental con sendos campañones. La selección clasificó a un mundial después de 16 años pero de ahí llegó la debacle. Hoy, Colo Colo se reincorpora luego de tocar el final del pozo. Se levanta tras la quiebra económica.
Podríamos decir entonces que no hemos aprendido bien las lecciones. Fue el proceso del croata Jozic el que generó tal nivel de efectividad en los resultados. El mismo que se desaprovechó y atacó en la selección nacional a manos de los restantes miembros del colegio de entrenadores. Ese equipo tenía chicos de menos de 20 años. Jamás vimos un equipo chileno que se volviese a formar en base a elementos tan noveles.
Cuando todos recuerdan a el trío de muchachos incansables (Margas, Mendoza y Ramírez), cuando muchos aseveran que la copa la ganó la columna vertebral argentina del cacique (Morón, Barticciotto, Dabrowsky), cuando se habla de aquella delantera de lujo (con Rubén Martínez, Ricardo Dabrowsky, Marcelo Barticciotto, Patricio Yáñez, Luis Pérez, Leonel Herrera.y Sergio Salgado) cuando todos reviven los goles de Pérez y Herrera olvidándose de lo que vino antes es necesario remarcar que los grandes puntales de la campaña fueron tres jugadores chilenos, de los denominados del montón, que se recuerdan pero no como los cracks que marcaron una época.
Sin el trajín de Eduardo Vilches, los aciertos de Jaime Pizarro y la conducción dentro del campo de Rubén Espinoza (la gran figura de ese equipo) Colo Colo no salía campeón tal vez. Digo tal vez porque el proceso fue tan serio que capaz que con otros igual se alcanzaba el objetivo.
Guarello decía en una entrevista "que el mundial lo gane Argentina para que la corten con Maradona, su fútbol no murió en Italia ‘90". Yo digo que ojalá la Copa Libertadores la ganemos otra vez para que nos dejemos de recordar algo, que siendo colocolino jamás olvidaré pero me gustaría ver mas seguido. Por eso mencionó que ese día todos eran hinchas de Colo Colo. Porque andar con esas diferencias de que tú eres hincha de este y no puedes estar feliz por este otro es para los argentinos o brasileños que se lo han ganado todo. Para nosotros son lujos de mezquindad que no nos podemos dar. Al menos hasta que nos acostumbremos a levantar la copa con la camiseta que sea. De tanto dividirnos ya no le ganamos a nadie. Como siempre ha sido no más.