Trampa poco católica

Por El Fanatinche (Ricardo Pinto N.)

Eros Pérez está sufriendo peligrosas mutaciones. Futbolísticamente se está "chilenizando". El lateral jugaba en Palestino y me tocó sacarle la tradicional cuña para la tele. Cuando uno entrevista tanto futbolista se da cuenta que las frases cliché abundan por si solas. Ya en esa oportunidad me impresionó que Pérez fuese un tipo tremendamente educado, muy locuaz, sin miedo a la cámara y por sobretodo, mesurado.
La cosa se mantuvo con Pérez jugando en Argentina y Grecia. Uno miraba sus notas en la prensa y seguía sorprendiendose con "la labia" del jugador. Pero este año, en dos ocasiones circunstanciales, me tocó ver a Eros Pérez bastante salido de sus casillas, aplicando tácticas algo extrañas, sino desleales. La primera cuando tras un repunte heroico en el Monumental su equipo, la Católica le ganaba a Colo Colo y Eros, en su "calentura" evidente gritaba ante los medios "ahí estaán los cagones de la Católica. Tanto hablaron pero tenemos los huevos gigantes". Prácticamente en cadena nacional. Tan poco ortodoxo como Valdivia y "su primer tiempo como el orto" y ni hablar del colega que citaba Ocares. Cosas de fútbol tercermundista.
Bien mala clase fue lo de Pérez en Higueras el sábado. Se tiró le gritábamos al árbitro pero este no sólo se compró el foul sino que expulsó directamente a Rodrigo Millar. ¿Había jugador más limpio que Millar en la cancha? Con razón había tanto enojo en las huestes acereras. Por reglamento, una sanción de ese tipo (en caso de ser justa) amerita dos partidos. O sea, sin Millar es curiosamente la oportunidad de que en la primera llave de los play offs se queden "sin manija". Todo por un piscinazo agrandado del lateral. El árbitro puede fallar porque decide en segundos. Lo del tramposo es lo condenable.
Cuando la FIFA lanzó la campaña de Flair Play parece que algunos llegaron tarde a la repartija de folletos. Por más que el Tribunal de Disciplina absuelva -como debe- a Millar, la sola intención de sacar ventaja deportiva a punta de ilícitos debe ser erradicada o al menos amenazada. Si lo castigan, se hará justicia temporal. Porque lo cierto es que este muchacho, ese que me generó alguna vez la idea de que no todos los futbolistas son iguales, se no está mimetizando con la masa. Y la masa siempre es abundante pero inútil y estancada.