Vimos un gran clásico. ¿Lo vimos?.

Por Futbolero Mayor (Hugo Merino N)

Tendría que decir lo bueno que estuvo el partido. Les debería contar que como buen clásico vimos gran fútbol, goles. expulsados, patadas, peleas, llegadas y mucha dinámica en función del espectáculo. Me consta que eso fue lo que se produjo el sábado. No quiere decir, eso sí, que lo haya visto en pleno.
Lo bueno de ir acompañado es que entre todos te están dateando. Si no es por Ocares que escuchaba la radio y por otro contertulio con mejor vista habría salido del estadio hablando de lo bueno que estuvo el partido y de que sólo le faltó el gol. Francamente, se vio poco anoche en Collao. Y resulta que uno paga la entrada, el mani, la bebida... y no ve nada.
Los dirigentes de Universidad de Concepción no sabrían que jugaban contra el puntero, que tenían derecho a pataleo por la expectativa existente, que en esta fecha la bruma es común al caer la noche, etc. Reclamar después es harto inútil si es que no siguen haciendo ruido y buscando aliados para cambiar los procedimientos, o al menos exigiendo la consideración con los equipos que este año dan la pelea a la par con los de la capital.
De todas maneras me parece que la figura del partido entre los representantes regionales fue Arturo Salah. Conocedor de las circunstancias (un expulsado en el rival), de la necesidad de conservar la punta y que las pelotas aéreas eran una opción en una cancha casi invisible. Y tanto Pedro Morales que asumió la conducción de la réplica acerera como el tronco Ruiz que ingresó en las postrimerías dieron el resultado esperado por el técnico.
Caso contrario el de Yuri Fernández. Acostumbrado a plantarse de frente al arco rival o bien nos leyó o vio al equipo lo suficiente para entender que jugadores como Ricardo Parada necesitan de minutos en cancha y regularidad en las alineaciones para empezar a rendir. Lo ha hecho así y el chico convence cada día más siendo el anotador que todos esperan. Aún con ello, se equivocó cuando quiso retener el escorer poniendo a Drugovic. No tengo nada contra este. Es que no me convence no más y curiosamente, desde que ingresó fue testigo presencial y protagónico de la levantada acerera. Y el líder sacó un empate que mereció pero que fácilmente pudo ser una derrota, si la Universidad hubiese controlado la ansiedad evidente con que encaró el partido.
Resulta que el empate parecía muy malo para ambos. Pero como la UC con Audax y la "U" no acortaron distancia, Huachipato se mantiene con la posibilidad cierta de clasificar a la Copa Sudamericana. No era para quejarse entonces. Más que dos puntos, los de la siderurgia hipotecaron la opción de alcanzar una tranquilidad decidora. De haber ganado a este rival, en el papel superable, les habría servido para mirar a sus perseguidores con cierta holgura. Una casi definitiva. Hoy nuevamente debe sufrir el acecho. Y en honor a la verdad, es lo que merece no más. Sostener que el flamante puntero mereció más que el empate el sábado en Collao es pecar de bondadoso. Por más que la niebla no nos haya dejado apreciar el partido a plenitud.