Estos tienen muy "mala pata"

Por Satelito (JC Araneda)

Cuando en los minutos finales del partido entre Chelsea y Manchester United el elenco londinense se titulaba campeón en medio de una algarabía general, hubo un par de minutos en que hasta los fanáticos azules quedaron perplejos. Wayne Rooney, delantero símbolo del nuevo fútbol inglés quedaba tirado en el piso y sus gestos de dolor hacían presumir lo peor. Y este mal presagio confirmó la suma de todos los miedos: fractura en un dedo inferior. Se pierde el debut del mundial de Alemania.
Los ejemplos son tan innumerables como condicionantes en muchos de los casos. Lo cierto es que mientras más se acerca la principal cita futbolera del mundo, los jugadores parecen entrar a una cancha con el trauma propio de encontrarse con una jugada que les eche por tierra el sueño construido por años, que les prive de ser protagonistas de la fiesta el balón por excelencia. Y casi por contrasentido, en Europa se están terminando las ligas locales y con ello, definiendo cosas demasiado importantes, razón más que suficiente como para no meter la pierna.
Si para Corea-Japón 2002 extrañamos la regularidad de Sergi y Cañizares en España, el talento de Karembeu y Pires en Francia o atendimos la casi marginación de David Bechman, esta año ya tenemos bajas célebres en la lista de convocados. Comenzando con el anfitrión, Alemania que se quedó sin Sebastian Deissler, pieza fija en todos los encuentros de preparación sostenidos por el anfitrión y que a poco más de dos meses se lesionó gravemente quedando descartado.
Si bien Rooney podrá considerarse en la lista final británica, lo más seguro es que su falta de competitividad sólo le permita estar en condiciones reales en una segunda fase, la que no está asegurada por lo demás. Peor aún, si el equipo se encuentra afiatado en una parte inicial es improbable que un técnico experimentado como Sven-Goran Eriksson varié una plantilla en pleno torneo corto. Entonces, es necesario apurar al otro seguro atacante, Michael Owen, que no se encuentrá en su mejor nivel jugando en Alemania pues recién se recupera de una para obligada por lisiadura física. Uno que definitivamente se queda fuera del torneo es Alan Smith, valor del Manchester United. Ledley King tampoco integrará la nomina definitiva británica pese a estar considerado en un principio. Tampoco logró recuperar su dolencia. Y el lateral del Arsenal, Ashley Cole se encuentra en plena recuperación, razón por la que el técnico sueco deslizó la opción de no convocarlo.
Italia, un eterno favorito, se queda sin uno de sus hombres más experimentados, Cristian Vieri. Habría sido su tercera copa consecutiva, ocasiones en que siempre anotó. Por más recambio que exista en la azzurra (Montella, Gilardino, Toni), Vieri, Del Piero e Inzaghi son números puestos pues mantienen el handicap de experiencia necesario. Y si pensaban que estos astros brillarían gracias a las habilitaciones memorables del romano Francesco Totti, aún no está claro si este alcanzará la puesta a punto tras luchar contra una rebelde rotura de ligamentos que viene superando.
Si de bajas interesantes se trata, no será lo mismo ver al poderoso equipo checo sin su calvo y espigado goleador Jan Koller. Jorge Andrade no será parte del mediocampo en la selección portuguesa junto a Deco, Cristiano Ronaldo y Maniche. Mientras, Dick Advocaat, el entrenador holandés que tiene el desafío de instalar a Corea del Sur en segunda fase ya no contará con Lee Dong-Goo, una de sus principales cartas.
España ya no suma la genialidad de su conductor más brillante, Juan Carlos Valerón. Su recuperación no cuadraba con los tiempos necesarios. Xavi, un reemplazante natural recién comienza a hacer banca en Barcelona. Tim Cahill, número puesto en el Everton inglés y esperanza australiana en el mundial germano debió despedirse de la copa hace una semana por el recrudecimiento de una dolencia en sus ligamentos.
El continente americano no goza de excepciones a la regla. EE.UU lamenta el pésimo momento de Claudio Reyna y John O’Brien. Mientras en Ecuador ya se acostumbraron a no contar con su hábil atacante Franklin Salas, los argentinos miran con preocupación la falta de puesta a punto en futbolistas elementales en su escuadra. Lionel Messi y Gabriel Heinze luchan por ponerse en forma futbolística mientras Luciano Figueroa, el reemplazante ideal de Crespo en ofensiva, tendrá que mirar la cita por televisión. Paraguay aún espera por Roque Santa Cruz. Y el resto ruega porque la diosa fortuna no les reste algún jugador que atente contra su posibilidades de éxito en su aventura por los campos germanos.