Gamba y media

Por Satelito (J C Araneda)

¡Ya muchachos! Llegamos... Ahora nos podemos ir para la casa tranquilos. Cuando nos re-reunimos para ver si seguíamos jugando al opinólogo express dijimos "otras 50". Las completamos. Y a mi me tocaba celebrar los 150. En tres meses, igual son hartos post, ¿verdad?
En estos casi 100 días hemos pasado hartas peripecias. Hemos hecho amigos (no descarto que salga una pareja si hay tanta chica futbolera a la que el editor le flirtea), nos hemos ganado enemigos y los hemos despachado sin contemplaciones (saludos a Truman Catete, que está mas acabado que nunca, que aún nos lee y llora; estoy que escribo un post titulado "póngale nombre a Truman"), hemos acaparado lectores diversos y muy opinantes. Hasta nos hemos ganado inesperadamente un espacio entre los personajes de los medios locales del Biobío y otras latitudes que (según me cuentan) nos leen, nos descueran, nos copian y se basan en nuestro estilo para hacer su pega. Bien por ello. Escuela se llama eso.
Pero por sobre todas las cosas, debo decir que lo hemos pasado bien en esta cuestión. No hay pretensiones mayores que las de escribir acerca de lo que nos gusta y nos convoca: el fútbol. Nos pidieron el nombre y lo dimos. Nos exijieron patente propia y se las dimos. Lo hemos hecho sin camisetas (bueno, casi) y el resultado es nada más y nada menos que el que nunca esperamos: Respeto. Tanto así que hemos recibido un par de cartas de personajes conocidos de medios de comunicación local, que ocultos en el sucio arte del "galleteo" intentaron autodestacar su labor y subir un peldaño a costa de nuestras críticas. No lo lograron. Nuestro editor no es gil. Bajo mi lupa tampoco habrían pasado. Lo interpreto como que ya nos ganamos un lugar en la lectura obligada de harta gente del ambiente futbolero.
Con ello, saco conclusiones como que cada uno de nosotros ha ganado adeptos porque tiene su estilo definido y que principalmente, cada uno de nosotros ha ido encasillando personalmente ese estilo dándole a Los Futboleros un sello original y propio. Era lo que en un principio veíamos como utópico. Algunos nos veían como el mismo tipo jugando al esquizofrénico. Ahora, ya nadie tiene dudas.
Estoy lejos (en Temuco para los que no cachan) como para armar algo y celebrar con los muchachos. Entiendo que ya no hay esa cercanía y cada vez es más distante la relación entre mis partners. La vida te junta, la vida te separa. Pero igual seguimos publicando. Es lo que importa. Por lo menos hasta que digamos, chao, nos hartamos de tanta letra viva que a veces se trasforma en muerta. Me avisan para armar mi propio blog.
Con esto del mundial y las cosas que siempre pasan en el fútbol criollo espero que me ayuden porque últimamente entre Ocares, el "Pollo" y yo paramos la olla. No es que nos aburramos. El Tata retornó hoy y dejó agonizando a Mosciatti. Ese es el estilo, mi alma. La veta que quiero que este blog vuelva a tener. Y más seguido si es posible.
Démosle duro que la vida es corta. Ojalá nos alcance para llegar a los 200. Felicidades a mis compañeros y gracias a quienes nos mantienen en pie con sus comentarios y apuntes. No se mueran nunca, cabros.