El Payasito no rié ultimamente

Por Satelito (J C Araneda)

No es que Pekerman le tenga odio. Incluso hoy debió salir al paso de las preguntas punzantes que deslizaban tal posibilidad. Sería un desagradecido el entrenador. Pablo César Aimar fue vital para que su país ganara un sudamericano en Chile y un mundial juvenil con el mismísimo técnico a la cabeza.
Sin embargo, se sabe que "El Payasito" viene sufriendo una fracturada relación con su equipo nacional, más por la tosudez de sus entrenadores que por su rendimiento futbolístico real. A todo ello se suman las lesiones, las que esta semana nuevamente dijeron presente. Durante el año anterior, Aimar sufrió de la irregularidad producto de las lesiones y este año, en marzo sufrió una esguince de tobillo, una meningitis lo dejó internado diez días y hoy, para su mala suerte, a la "desconocida" del jefe ténico de su país debió dejar la práctica del Valencia a raiz de un tirón en los isquitibiales de la pierna derecha, que de ser un desgarro como se teme terminaría por sepultar las pretensiones que el diminuto volante conserva para participar de la lista final que viajará a Alemania.
Su situación en penunbras no ha dejado de preocupar a la prensa trasandina que mira con recelo la no convocatoria del creativo del Valencia en la nómina que se juntó hace algunos días en Madrid para afrontar un encuentro amistoso. A esta altura del calendario, cualquier deserción debiese significar que el marco se esta achicando y que la nómina definitiva parece estar cada vez más decidida.
Aquí es donde radica el problema para mi gusto. Argentina es un país con gran cantidad de figuras y pocos están seguros de no perderse la Copa del Mundo. Es más, la selección albibeleste es un candidato fijo para quedarse con el título aunque digámoslo también, la idea que tiene en el mundo acerca de la potencialidad trasandina no tiene nada que ver con la idea porfía con que Pekerman afronta los partidos.
Su "Riquelmedependencia" es uno de los puntos discutibles y en esa postura entra de lleno a batallar el nombre de Aimar. ¿Por qué tiene otro nombre para asumir la conducción de un equipo tan estelar? Algunos señalan que Messi puede asumir el rol, otros apuestan porque Tévez retroceda algunos metros. En honor a la verdad, cualquiera de las opciones me parece que resta porque los nombrados "se pierden" tomando en sus manos la responsabilidad de distribuir el juego.
Y si Román se lesiona, o peor aún, si es anulado y el andamiaje de Pekerman no funciona. ¿A qué va a echar mano? Se dice que entre Julio Cruz, Rodrigo Palacio y el propio Aimar saldrán las últimas dos dudas de la nómina definitiva. Si esa es la duda, francamente, me inclino por Aimar y Palacio. En este fútbol moderno, donde los habilidosos y veloces propician espacios y pueden definir un match apretado, Pablo Aimar posee características para generar jugadas y pelotzos con ventaja para sus compañeros de ataque.
Pero Pekerman es cerrado, obstinado y tiene el apoyo del medio en general. Si su equipo es maniatado, frenado y no rinde en los pastos germanos, bueno. Ya saben a quien pasarle la cuenta...