El naipe de José

Por Satelito (J C Araneda)

Tuve la oportunidad de ver a la Argentina en su primer encuentro de preparación al mundial. Será porque sabemos que Brasil es candidato y que el resto de los sudamericanos nunca llega a instancias definitivas que tenemos tanta expectativa y duda centrada en la selección albiceleste.
No es lo mismo aquel apretón contra un combinado sub 20 del otro día a este, frente a la selección de Tunez que vencieron hoy. Los africanos, claramente más exigentes, aún así fueron presa fácil de un equipo sólido y que empezó a dar atisbos de cómo será su dibujo táctico en Alemania 2006.
Desde ya me sorprende gratamente (se lo escuché en la conferencia donde dio la lista definitiva y algo de susto me dio) que Pekerman no parara línea de cuatro en el fondo porque atenta contra el espíritu del fútbol trasandino. Los tres de atrás (Heinze, Burdisso y Ayala) cumplen una función de frontón muy clara a la hora de esperar los contragolpes adversarios. Para alivianar el trabajo, cuentan con dos volantes centrales y uno por izquierda que marcan a discreción y alternadamente (Mascherano, Cambiasso y Sorín) dejando todo lo demás para el armado ofensivo del rombo dorado, que, extrañamente hoy no jugo.
Digo esto porque, a pesar del gran nivel mostrado por Maxi Rodríguez en el apoyo a Riquelme (incluso abrió la cuenta) sólo al final del partido vimos algo de lo que Pekerman deberá considerar para vencer a rivales tremendamente tácticos como holandeses o serbiomontenegrinos. Hablo de la movilidad de Messi, Tévez y Crespo más el apoyo de Riquelme desde más atrás.
Estuvo bien Argentina, demostrando que tiene variantes y que seguramente, los rivales a vencer no serán otros que los holandesde de Van Basten. Porque después de lo que vi hoy entre Costa de Marfil y Chile, estoy seguro que la albiceleste sale airosa y reverdeciendo laureles en el debut ante los Elefantes Africanos. Eso si Pekerman no empieza a jugar al ajedrez en una cancha de fútbol. Con ese plantel especular sería un insólito sacrilegio.