Sigan participando

Por Futbolero Mayor (Hugo Merino N)

Tigres tenía 10 hombres, no tenía por donde, se habían perdido un penal y no hallaban a que echar mano. Hasta que Ramírez aprovechó una patriada de su equipo y sacó pasajes a Octavos de Final. Todo porque los mexicanos sacaron del bolsillo algo que durante años se le ha criticado a la Católica: el amor propio, el orgullo mezclado en partes iguales con inteligencia.
No es que los cruzados hayan jugado mal, pero salieron a defender el empate como era predecible. Los laterales no tuvieron la subida permanente (sí los del local) y si de hombres de salida se trata, Gaitán hizo mucho más que Osorio y Conca. Católica no se jugó su opción. Y por ello, por conformistas, resucitaron el mito del "sigan participando".

Si usted revisa este blog, verá que yo mismo o que en su momento mi amigo periodista dieron por sentado que LOS DOS equipos chilenos se quedaban fuera. Incluso cuando ganaron como foráneos. No porque seamos negativos. Sino simplemente porque conocemos al futbolista chileno. Y sabemos que, a la hora de rendir, se los come la presión.

En el peor partido de Tigres, el elenco de Chamagol tuvo el mérito de no rendirse, de irse con todo en busca de lo único que le servía. Fueron más y extrañamente vieron en su oponente a un rival de cuidado. Tan mal jugó Tigres que Católica, sin arrugarse, logró controlar el trámite hasta los últimos minutos. Pero el campeón chileno no tuvo categoría para aguantar el balón en beneficio del reloj. E incluso perdió, como Unión, por pecados típicamente chilenos. Nadie puede caer en el minuto 92 y más con un pelotazo frontal desesperado del rival. Fíjense que no es nuevo. Pero se suponía que la Católica era para los especialistas, la excepción a la regla. Parece que no. Parece que seguimos cometiendo los mismos errores, Y por ello, seguiremos pagando el mismo castigo.