Listaylor!!!

Por Satelito

(J C Araneda)

Dicen que perder por uno en partidos de ida y vuelta no es más que una circunstancia. Que cualquiera puede dar vuelta el marcador. Que considerando las reglas, siempre perder por uno es bueno. Ya, pero no me vengan con que hoy no vimos como la suerte se definió claramente para saber quienes jugarán la final de la Uefa Champions league en París.
Lo digo porque la diferencia de fútbol, dinámica, planteamiento y contundencia de Arsenal quedó plasmada en Highbury y difícilmente sea remontable en El Madrigal. No porque el elenco de Pellegrini no tenga pergaminos suficientes como para enmendar la derrota por la mínima en Londres sino porque hoy no tuvieron opción alguna.
Sería injusto decir que el Submarino Amarillo hizo un deficiente partido. Tampoco vayan a salir que como buen chileno, el Ingeniero se conformó con la derrota por bajo escorer y salió a defederse con uñas y muelas. No vayan a salir los triunfalistas. Villarreal hizo lo que pudo. Nadie apostaba por ellos.
Aún así, concluyamos que el equipo encabezado por el genio Henry fue tremendamente superior, se creo varias opciones y si no superó por mas goles a su rival fue por falta de finura en la puntada definitiva. Son mejores, son más contundentes, tiene mayor oficio y con su ir y venir dejaron fuera de ritmo el lento transitar de los españoles, esparanzados en alguna pelota con lienza salida desde el botín de Román Riquelme.
Si vieron la definición en Turín entre Juventus y Arsenal habrán reparado en lo cómodo que se sienten los Gunners saliendo de contra con un local desesperado por anotares en su arco. Y la Juve es a Juve. Seguramente el partido de vuelta se dará tal cual. Y de andar más precisos, seguramente Arsenal cerrará la llave con puntaje ideal o al menos con una faena cómoda. Más no se le puede pedir al Submarino Amarillo.
Ni hablar de la otra semifinal. Incluso sin merecerlo (Milan los tuvo a un arco durante grandes pasajes del partido), Barcelona parece estar iluminado. No juegan bien, pero tiene a Ronaldinho que con un pase ajustado define cualquier brega a este nivel. Sin duda, ellos serán los que complenetarán la estadística cuando la capital francesa vea a los dos mejores disputarse La Orejona 2006.
De todas formas, y esperando que me equivoque por el entrenador chileno, esta final que anticipo sería un justo premio para los que nos consideramos admiradpores del fútbol romántico. Dos escuelas frontales, dos equipos que disfrutan del juego asociado y el juego refinado en campo rival. Esos noventa minutos serían un deleite. Por algunos minutos nos olvidaríamos de los conservadores defensivos de siempre.