La discoteca del maestro

Por Mr Pipa (Waldo Pedro Rodríguez)

Terminada la hecatombe chilena en Copa Libertadores me dediqué, como buen analista de medios, a mirar y escuchar cuanto comentario se dijo en honor a nuestros representantes tan dignamente eliminados por talento cual reality show. La primera mirada fue aterradora: Hora de hablar de Fox Sports. Si ese programa se emitiera sólo después de que algún equipo chileno concluye sus aventuras en el ámbito internacional, el programa debiese llamarse "Hora de hablar de lo mismo".
Sin darse maña para analizar en profundidad, los panelistas de ese set (dónde paradójicamente el único que parece tener verso sustentable es el Perro Verde) debatieron con toda ilógica el fracaso sostenido del fútbol chileno. Hablaron de actitud, de falta de recursos para mantener los resultados, de poca ambición, de la tan mentada mala suerte, las divisiones inferiores, en fin.
Hoy, mientras los diarios cumplían su cuota de "cero aporte", no me quedó otra que sintonizar a los brillantes colegas que mantienen vivo el análisis deportivo en la región. Me quedé en una radio que pone a sus estrellas con Kenny Logins de fondo y estuve a punto de llamarlos para darles la dirección del Tata Merino. A ver si le hacen llegar un chequesito a fin de mes, ya que repitieron todo lo que nuestro longevo redactor esgrimió en este noble sitio con 15 horas de anticipación.
En realidad, quince horas es poco. Se los dijeron hace como un mes. Y como aún existen los que pontifican y se cuestionan más que Judas en la Última Cena (lea a mi amigo Jano Ceratiego -el blogdeldiez- para que sepa más sobre Judas) les quiero dedicar un tiempito sin más recurso que mi profundo conocimiento musical (no como el de Valdebenito que dijo en la tele que Winds of changes de Scorpions podría ser la mejor canción de la historia). Ahí le va el consejillo.
Miren montón de zopencos. Vayan a alguna tienda de discos, ni tan especializada, pero que sea de discos y no multitienda porque les van a cobrar muchos intereses. Hablen con algún dependiente aguja, pídan el disco de Greatest Radio Hits -para que les voy a recomendar discos inéditos que no cachan como el The Way it is de 1986- de Bruce Hornsby. Y busquen ahí la clásica canción The way is it que el pianista popero hace junto a su banda The Range. Escúchenla, grábenla, deletréenla y memoricen por sobre todo esta frase del coro. "That’s just the way it is, some thing will never change. That’s just the way it is, But don’t you belive them". Y ahí tendrán la explicación. No ganamos porque somos malos. Porque así es la vida, algunas cosas nunca cambiarán. Por más que algunos no quieran creerlo.