¡¡¡Cómo los echan de menos!!!

Por Satelito

Llegaron ambos a defender la camiseta lila provenientes de Argentina. Acostumbrados a "comprar" todo lo que nos llega por el cable, estos dos elementos arribaron en silencio pese a traer consigo llamativos antecedentes en su pasado futbolero. No salían en la tele. Había escepticismo del medio, entonces. Gastón Pezutti, el arquero, había defendido la valla de Racing de Avellaneda . Javier Cámpora, el delantero, defendió con éxito la camiseta de Rosario Central.

Alguien dijo en ese momento, "...pero si a Chile siempre llegan jugadores extranjeros que traen el tremendo cartél y terminan siendo un fiasco propiciado por los empresarios". Cierto, el problema es que para averiguar tal afirmación existen internet y los contactos que verifiquen con estadística si quienes vienen desde otras latitudes poseen pasado real o más bien virtual.

El caso de Pezzutti y Cámpora pasó inadvertido en nuestras canchas. Algunos se atrevieron a meterlos en el mismo saco que Centurión y otros refuerzos nacionales que no renovaron en Concepción. Oscar Del Solar no peleó lo suficiente por mantenerlos y finalmente terminó dejando el club por un montón de "supuestos" refuerzos que, en realidad, se limitaba sólo a dos.

¿Por qué nadie se dio cuenta que estos argentinos sí habían jugado dónde decía su currículum? ¿Y si lo sabían, por qué no los dejaron aquí? ¿Ningún club chileno necesita un arquero de categoría y un goleador de estirpe? La respuesta es una sola: Ignorancia.

En el fútbol nacional muchos de los dirigentes no saben dónde están parados. No saben lo suficiente de fútbol como para discernir entre un "paquete" y un jugador de fuste. Hoy, Cámpora y Pezutti son figuras del torneo de Primera en Argentina, una competencia de innegable superioridad a la que tenemos en Chile.

Alguien me dirá, "pero si Instituto de Córdoba y Tiro Federal están perdiendo la categoría". Es verdad. Pero aún así ambos futbolistas muestran un nivel superlativo. Cámpora fue el goleador del apertura 2005. Pezzutti, el arquero de la última semana en la liga trasandina, merced a su tarde inolvidable frente a los portentosos Palermo y Palacio de Boca Juniors. Estos eran dos jugadorazos para nuestra competencia. Pero aquí se los farrearon y pese a verlos rendir en cancha no se hizo mucho porque no pasaran inadvertidos. Lujos ridículos del fútbol chileno.

Con total convencimiento sostengo que Pezzutti era tanto más que Nicolás Villamil cuando llegó a la tienda lila. No me arrugo para comparar a Javier Cámpora con Juan Carlos Almada por su sagacidad y oportunismo. Hoy los miramos por el cable, dónde ahora sí aparecen seguido. Y pensar de que acá ni los pescaron. Por algo estamos dónde estamos...