¿Y? ¡¡¡Fuera!!!

Por El fanatinche

Como Don Francisco y "El Chacal de la Trompeta". Les bajó el pulgar y todas los esfuerzos fueron en vano. Carlos Soto y su intolerancia pudieron más que la suma de voluntades lila y Deportes Concepción se quedó sin participación en el 2006. De alguna manera, los hechos que se venían suscitando desde un principio daban claras luces de cuál sería el final para esta tragicomedia griega escrita entre la sede de la ANFP y la cuenca del Biobío.
Jorge Mahuzier llevaba bajo el brazo una oferta difícil de igualar. Casi 140 millones de pesos entre efectivo, vale vista y contrato asegurado con un sponsor. Nada. La postura de algunos dirigentes y consultores del principal organismo tampoco contaba. Aquí, cómo se los dijimos con antelación, el problema era con el SIFUP y fue allí donde Concepción falló en la búsqueda de acuerdos.
De alguna manera, mientras las disposiciones sean radicales y enfrentadas no habrá esfuerzo que valga para lograr convenios. Desde un principio esta problemática fue vista por los principales gestores de la posición lila como "una guerra". Mal, porque la prepotencia hizo que la sangre llegara al río y una ciudad entera se quedó sin fútbol por mala administración verbal de los principales actores de la conciliación.
Uno revisa los medios de prensa y cómo estos se manifiestan dolidos y consternados por la decisión de la segunda sala del tribunal en Quilín. ¿Y qué querían? Si en sus páginas, audios y videos vimos hasta el cansancio los insultos frontales y disuasivos que jugadores y dirigentes lilas propinaron hacia Carlos Soto y su mesa mandante del sindicato de futbolistas. Ustedes también contribuyeron a echarle bencina al fuego.
Entonces, aquí no se trataba de siete millones más o menos. Ni siquiera de posturas obstinadas para hacer valer el reglamento. Aquí hay vendetas personales por parte del SIFUP hacia quienes los trataron de matones, vagos o comerciantes de jugadores. Mucho más simple era buscar formas de acercamiento, de concesión y entonces, las fórmulas de pago iban a ser "un pelo de la cola" en las tratativas finales. Pero se llevó "el gallito" a disputas erradas y allí siempre hay uno que tiene el sartén por el mango. Todos sabíamos quien lo sostenía en esta ocasión.
Mahuzier y su incansable espíritu de porfiado ganador señaló anoche en "Área Chica" de TVU que aún no está todo perdido. Ojalá así sea. Nosotros queremos ver los goles de Montecinos y a Concepción midiendo fuerzas con los equipos de fuste formados para este torneo. Pero deben bajar el tenor de las voces reclamantes. Los hinchas ya cumplieron. Ahora deben esperar y no amenazar con medidas de presión absurdas. Las huelgas de hambre son para los que quieren trabajo, presionar a las autoridades o conseguir logros sociales trascendentes. Lo de el club lila es mucho más simple. Se trata del viejo refrán "toma chocolate, paga lo que debes". Podríamos sumarle un "no reclames de más ni te pongas violento".
Por ahora, ese espíritu está lejos de la discusión. Y así no más se está cerrando el último capítulo a una teleserie que nos pudimos haber ahorrado de no ser por la arrogancia de hoy y ayer, cuando se inició una batalla verbal por los diarios y desperdició el capital de la institución buscando metas imposibles respectivamente. Se los dijimos, por su bien y el de todos los que queremos el fútbol. No a la luchas personales. Pero salieron "porfiados como mula". Echo, entonces, mano a la frase de Poncio Pilato. Yo "me lavo las manos..."