Entre dos tierras

Por El Fanatinche

Hugo Droguett andaba hace algunos años buscando club para jugar. Ahora está entre El Caracol Azul y Pedreros y para su desgracia, la decisión pasa por la Universidad de Concepción. Y cuando de billetes se trata, a Gabriel Artigues y Mario Rodríguez se les hace agua el bolsillo dejando de lado toda búsqueda de acuerdos con el mismísimo involucrado.
Alguien dirá que los dirigentes universitarios apuntan a lo que más les conviene. Y es muy lícito. No obstante, aquí se produce una interpretación absolutamente errada del problema, principalmente cuando uno escucha a los involucrados en la negociación apelar a que el principal beneficiado es el propio Droguett. Eso es lo que se llama tergiversar un tema.
Quien quiera hacerme creer que el lateral gana con este tira y afloja, más cuando señala que su cotización se estaría elevando a niveles impensados es porque cree que yo compro el boleto fácil y no es así. Esto, señores de la Universidad de Concepción es lo más parecido a matar la gallina de los huevos de oro. Y la razón es muy simple.
Entiendo que un club nuevo no juzgue acerca de las rivalidades, de lo que significa la camiseta y de lo hondo que puede llegar a calar una insignia en un futbolista profesional. Créanme que los entiendo. Pero Hugo Droguett ha dicho a los cuatro vientos que, de no jugar en la "U" se retira, lo que en primer lugar ya lo indispone con la gente del club dónde ustedes lo quieren vender (Colo Colo) para asegurarse la alcancía. Y en segundo término, muestra una total y absoluta falta de interés por parte de los dueños del pase en considerar la palabra del propio interesado.
He aquí un típico caso de fútbol mercantil, dónde las personas pasan a ser acciones que se tranzan en el mercado de valores y dónde las emociones no cuentan. Si llevan a Droguett a Colo Colo liquidan su carrera. No porque Borghi adiestre un mal equipo ni nada parecido. Simplemente porque, para jugar al fútbol (cosa que no me consta sepan Rodríguez y Artigues) hay que sentirse identificado, motivado y estable y así rendir dentro del rectángulo.
¿Tanto significan 200 mil dólares que la Universidad de Concepción le va a dar la espalda a un profesional que lució y prestigió su camiseta por todas las canchas donde jugaba? Lo de Hugo Droguett es una muestra más de la falta de respeto imperante que existe hoy en el fútbol "por unos dólares más". Lamentablemente, no estamos hablando de una película de Clint Eastwood sino de la carrera de uno de los grandes proyectos del fútbol chileno. Y la están desperdiciando de la manera más vil y mezquina.