Derby light

Por Satelito (José Cristóbal Araneda)

Dicen que el sobre azul esta semana tiene color merengue. Lo peor que le podía pasar al cada vez más hundido Fabio Capello es que al Derby español del domingo, el Barcelona llegue con la necesidad de salvar el año. Casi es una sentencia para el futuro de este entrenador italiano de tan fracasada campaña al mando del Real Madrid.
Los errores de Capello son incontables y en honor a la verdad ya sobran como para tomar la desición de quitarle el puesto sin necesidad de esperar que le pinten la cara a su equipo en el Nou Camp.
Es cosa de echar a andar la memoria. Contrató cuatro refuerzos en su primera etapa, de los cuales uno sólo rinde, el holandés Van Nistelrooij. Los demás son todos viejitos que apenas corren y que demostraron que muchas veces los premios de la Fifa son pura salamería. Cannavaro es el estandarte de la lentitud, Emerson era el llamado a generar el quiebre en el mediocampo y reemplazó al despedido Baptista en esa labor. El brasileño muerde menos que perro sin dientes. Diarra llegó para imprimirle potencia a la zona de volantes y de no ser por el color de piel pasa inadvertido. Apenas Rud tiene a Capello con respiración artificial.
Este sobrevalorado entrenador de tácticas antiguas y mezquinas no sólo se contradice por su propia cuenta. Eliminó a los brasileños del plantel porque quería un estilo más pragmático y ahora pone a Robinho cuando está perdiendo, además de contratar dos argentinos y un brasileño más para salvar el buque.
Dejó fuera a Ronaldo y extrañamente al Madrid se le terminaron los goles. Dejó fuera a Beckham y este, aún cuando ya firmó en EEUU debió volver a intentar enmendar el rumbo de un equipo sin alma. El estilo europeo que quizo instaurar Capello tiene en Cannavaro y Cassano a los máximos exponentes del fútbol gris y poco agraciado.
El italiano -y posiblemente sus compatriotas- tienen un pie fuera de la Casa Merengue. En la capital española la prensa afila los corvos para degollar al entrenador este fin de semana, el mismo que a principio de temporada decidía esconder los problemas bajo la alfombra y vetar a los medios que siempre llegaron a cubrir los entrenamientos sin limite, más si se trata de un club que vive precisamente de salir en las portadas. Capello trató de morder la mano que le da de comer y hoy tiene a todo el mundo en su contra.
Está agonizando futbolísticamente. Sólo una victoria heroíca ante su más clásico rival podría devolverle el aire. No contemos con ello, no tiene equipo, no tiene esquema, no tiene convicción para traspasársela a sus jugadores y lo peor de todo, es que entrena con el currículum y no con ideas palpables. Este Barcelona que no encuentra el rumbo seguro hará presa a Fabio y su equipo de estrellas de poco brillo.
En este Derby tan light, por lo poco atractivo, la única gracia será ver rodar la cabeza de Fabio Capello. Prepárese, usted escuchará criticas resonantes como que el entrenador es defensivo, ratón, poco eficiente en los cambios que realiza a medio tiempo, etcétera. Por eso y más es seguro que lo echarán de aquí a final de temporada. Como pecas, pagas.