La pelota no se manchó

Por Satelito (J.C.Araneda)
Lo que más titulaban en diarios y portales deportivos argentinos, en aquellos días de furia marcada por los hinchas, las amenazas y las suspensiones era que "la pelota se manchó", en clara alusión a la frase histórica pronunciada por Maradona en su despedida. Nada más equivocado. Hoy quedó demostrado. En Argentina lo que siempre hace noticia es el fútbol aunque poderes oscuros intenten arrebatarle la atención.
Se jugaba a la misma hora y Boca necesitaba un simple empate como local para sacar el punto que significará un tricampeonato. El milagro pasaba porque el xeneise cayera en su casa y Estudiantes sacara un triunfo como local ante el difícil Arsenal. Se terminaba la disputa cuando Martín Palermo anotaba la ventaja. Sin presión encima, Lanus se dedicó a jugar su partido y sin mucha despliegue anotó un empate mediante Graf, ese que mantenía el feliz descenlace, más cuando el Pincha no lograba vulnerar la resistencia llegada desde Sarandí.
Nadie imaginó el final. Boca presionaba buscando el triunfo y el León no podía cumplir su tarea, jugando mal entreparéntesis. Cuando Rodrigo Archubi anota la ventaja granate en otro contragolpe, el nerviosismo se apoderó de toda la Bombonera y La Volpe se jugaba la opción con cuatro delanteros. Nada, el choque era inevitable con una muralla visitante. Quedaba esperar un milagro en el Estadio Único de La Plata.
Milagro que no llegó. Agustín Alayes hacía explotar el recinto platense a diez minutos del final y Mariano Pavone aseguraba la final inimaginable el próximo miércoles. Nadie lo puede creer, menos en Boca donde el entrenador aseguraba que de no ganar el fin de semana no renovaría contrato. Mientras Estudiantes tiene una posibilidad única y merecida (es el mejor equipo del torneo), Boca tuvo altibajos pero claramente dista del gran cuadro que ganaba todo el año pasado.
La final soñada, la primera en torneos cortos de la historia argentina. El miércoles en el estadio de Racing. Partido imperdible que concitará la atención del continente y de paso limpió un torneo que no debió mancharse. Ya nadie piensa en la tarde que los jugadores de Gimnasia acusaron amenazas para dejarse perder. El mejor, ahora se definirá en la cancha. Como debe ser.