Carbón "de primera"

Por Betinho Batista (Alberto Torres Puga) .







Me puedo retirar tranquilo. Les dije hace mucho rato que Melipilla, Ñublense y Lota subían a Primera. Más allá del orden, la justicia se hizo patente en Schwager. No para mi presagio, sino para el merecido ascenso de un plantel de jugadores que tanto esfuerzo y amor propio mostró durante el año.
No todo puede ser perfecto. Lota ascendió hoy con la pésima calidad de dirigentes que tiene. Con la detestable organización que maneja. Pero con un equipo que demuestra un corazón encomiable, un hambre de triunfo vista en pocos de su categoría y un corazón digno de representar al minero de antaño, ese que bajaba a la mina sin saber si regresaba a ver la luz del día. Esa luz del día salió hoy para una zona boicoteada por el destino. Hoy, la cuenca del carbón recibió un trozito de alegría entre tanta pena acumulada.
No le vayan a dar la mano a Temistocles Reyes, Claudio Almendras o Bernardo Reyes. Dénsela a los hinchas, que con poco dinero no falló jamás cuando hubo que estar instalado en el tablón, ni dejó de creer o alentar. Que la historia quede para Cristián Limenza que atajó casi todos los penales que le patearon en el año (si no lo ven como uno de los mejores arqueros que juega en Chile hoy es porque acá son ciegos), que quede para Salcedo cuyo campañón no se repite fácilmente en algún futbolista chileno de Primera A, que quede para Pato Morales que anotó cuando tuvo que aparecer o incluso para Roberto Silva, que la mandó adentró justo hoy cuando se agotaban las esperanzas.
Que le agradezcan a Jaime Nova que mantuvo a este equipo unido y supo enfrentar las crisis, aún las últimas que intentaron desconcentrarlos del desafío. No se olviden del Bigote Vinés y su sabia única para armar el grupo. Hacer un plantel es fácil, hasta yo armo un equipo campeón. Pero sin recursos, con dirigentes chantas, en condiciones básicas para el desarrollo y convivencia, Vinés armó un bunker sólido, consistente, ganador. Don Leo será apetecido enormemente para el próximo año, más aún por cualquier club que busque el anhelado paso a la división de honor.
Lota dio un ejemplo. Apenas empezó el año tuvo problemas con sus cabecillas, con sus "ejecutivos" que trabajaron mal, sembraron divisiones y diferencias. Apareció gente extraña al fútbol con ganas de apropiarse del protagonismo. Allí surge Vinés que aún cuando fue despedido convenció al grupo que se debía y podía ser protagonista del torneo, que dentro de la cancha se olvidaran de la mugre dirigencial que tenían alrededor.
Lota se interpuso a todo. A la pobreza, al desorden interno, a los propios directivos que hacían trancaídas, a las disputas ególatras en su entorno inmediato, a la presión de ser candidato, al bajón de perder el ascenso directo que estaba en las manos, a las inexplicables malformaciones del fixture, a los manejos oscuros de la ANFP y al centralista poco apoyo de la capital regional y sus autoridades. Incluso hoy, desde el patíbulo de los penales cuando prácticamente la ilusión estaba también perdida y en manera deprimente.
Pienso en la diferencia entre Vial y Lota que jugaron la promoción. No es difícil avisorarla. Vial, con menos problemas existenciales que sus vecinos incluso, sólo trató de subir. Lota Schwager no. Estos se juramentaron ascender. Por más Rangers o fuerza extraña que estuviera al frente. De alguna manera, hace mucho rato que la suerte de Lota estaba echada. Que no nos extrañe. Que sí nos alegre. Merecimientos sobran. Las atajadas de Limenza hoy dieron incluso para tapar tantos errores cometidos en la testera del mineral. Disfrútenlo, los jugadores y los hinchas. Aquellos que realmente se lo merecen y dieron todo para lo alcanzar la gloria. Los dirigenest, júntense, abracense y díganse los errores a la cara y sin miramientos. Ya habrá tiempo de planificar lo que viene.