Apliquen diazepan

Por Futbolero Mayor (Hugo Merino N)


Colo Colo ya tiene rival. De alguna manera hay que reconocer que todos nos quedamos con las ganas de ver el duelo con San Lorenzo y viendo el choque entre mixicanos y argentinos uno se da cuenta porque un equipo como el dirigido por gallego está en semifinales sin ser un plantel de grandes nombres. Su condición de local es definitivamente decisiva. Uno miraba a un equipo como el cuervo, el mismo que le pasó la maquinaria por encima al Santos de Brasil y que mostraba gran vertigo futbolístico, quedarse parado sin argumentos y aguantando hasta lo imposible una cuenta de ahorro que por un simple gol de visita en Buenos Aires no le alcanzó. Es que jugar a 2700 metros de altura puede ser muy complicado si a eso le sumamos las nueve horas de vuelo. Al Cacique le toca lo más difícil para ser campeón. Primero, de los dos rivales aztecas, el Toluca es el más complicado. Y de pasar, es casi seguro que la defginición sería contra el Atlético Paranaense, que a sus tremenda calidad técnica y capacidad goleadora sumó para esta campaña la solidez ofensiva y experiencia de uno de los mejores arqueros de la última década, el argentino Carlos Navarro Montoya. Una ventaja comparativamente al puesto que ocupa Cejas en Colo Colo. De todas maneras, ya hay conciencia que el cuadro chileno es el que mejor jugó la competencia hasta ahora. Y ojalá que el detalle, más que una presión insostenible genere un estímulo, sea un punto a favor. Tarea para el entrenador argentino del albo. Fundamental aunque no se crea porque es importantísimo que la ventaja que obtenga el equipo chileno en su primer encuentro como local sea lo más irremontable posible. Distinto es tener que ir a buscar un tres a cero (como le pasó a Gimnasia) porque ahí la inseguridad te permite aprovechar cualquier desorden y encajar un tanto como foráneo que define inmediatamente la llave. Mas complicado es pararse ante un local que deba remontar sólo dos goles porque allí no hay nada seguro. Todos esperan una final que reivindique el fútbol ofensivo y de calidad. Quien lo diría, un brasileño (lo común) enfrentando a un chileno. Tan soñado como inesperado. Por mientras, habrá que aprovechar los vicios de un equipo que está lejos de ser invencible como el Toluca. Borghi tiene la opción de demostrar fehacientemente (como ya lo han hecho Ruggeri, Burruchaga, Batista o Valdano) que la generación de nuevos entrenaores argentinos de moda está en los seleccionados del '86 por sobre los anteriores como Passarella y el mismísimo Gallego que ahora enfrentará. Queda un sólo trámite. Cómo lo suben al avión. Simple, aplique dosis de diazepan en alguna bebida y despierta en el DF sin darse ni cuenta que atravezó el continente por aire.