El Guatón Mella

Por El Fanatinche (Ricardo Pinto Neira)

Eran los años de colegio. Y el Guatón Mella era uno de los "cabrones" de ese cuarto A del Juan Martínez de Rozas. Era la camada en que de salió la generación que más novatos ingresados a la universidad. No como ahora que los cabros hacen noticia por pegarle a las profesoras.
Como buen colegio mixto, tenía compañeras "muy ricas". Una de ellas, morena, muy hermosa, algo así como la chica ideal... andaba con el Guatón Mella. Ya era odioso entonces. El tipo era el clásico molestoso del curso, el chiche de las minas, el que jugaba a la pelota y no te daba pases, el que presumía perfumes y en el recreo tomaba bebidas cuando a uno con suerte le daba el bolsillo para el chicle en el kiosco.
Tenía buenas cosas el Guatón Mella. A ratos era amistoso. Debo reconocer que fue él quien con sus cánticos agilados del tipo "Los de Abajo" me hizo descubrir la "U" cuando en esos años yo sólo sabía del Vial y las tardes de fútbol junto a mi viejo en el estadio. Mi naciente pasión por la Universidad de Chile en esos años es "culpa" del Guatón Mella.
Como era un tipo más bien "carnaza", el último encuentro tenía que ser desagradable. Jugaban la "U" y Vial hace un montón de años en Collao por una Copa Chile -el 95 parece- y de repente, en medio de la niebla y el frío, en plena Tribuna Pacífico alguien me arranca de improviso el gorro de lana azul reclamándome: "Qué haces aquí, ... a vo' no te gusta el Vial". Pesado el Guatón Mella.
Me enteré por los diarios que Harold Maynne Nichols ya tiene contrincante para el 3 de noviembre. Es algo así como el Piñera del oficialismo futbolero. O sea, un candidato del sector que se vislumbra looser -la derecha en el caso del político- y que se intenta desmarcar de su pacto sin conseguirlo. Eso le pasa a Gerardo Mella, ex timonel de Cobreloa. Por más que reniegue, es la consecusión inalterable de Reinaldo Sánchez en el sillón de la ANFP. Y para variar es guatón.
¿Y qué tiene que ver la historia anterior? Una analogía, sólo para buenos lectores. Le pido ilusamente a los directivos de clubes que por esta vez no equivoquen el rumbo, error que sí cometió la chica morena de mi curso. No eligan al Guatón Mella y sí inclínense por el periodista que encarna el futuro. Se los firmo. Van a la segura y de paso me alegran la vida.
Ahora que pretendo retomar los medios de comunicación formales háganme la paleteada de no obligarme a soportar otro indeseable Guatón Mella. Por más que extirpara rencores con el que alguna vez compartimos colegio, esto se los pido por favor. No elijan al Guatón Mella. Otro de ellos hinchándome las pelotas y provocándome rabietas gratis sería el colmo de la mala suerte. ¿No creen?