Que nos devuelvan la emoción

Por Satelito (J. C. Araneda)

Entre el frío sureño y lo malo del fútbol chileno (y por qué no la globalización también) no nos queda más que ser esclavos del cable. Bueno, me colgué del cable como esa sección que con tan poco tino repiten como loros en "Duro de Domar Chile" y me percaté de que este fin de semana nos devolvieron el fútbol argentino. Para variar, viene buena la cosa.
Ese es el mejor ejemplo de cómo se deberían manejar ciertas formas en el fútbol chileno. Invertir para generar atención y divisas. Venden a grandes figuras (porque comparado con los nuestros, los de allá sí son buenos) por algunas chauchas e inmediatamente ponen los dólares en el mercado armando planteles que compitan. Santo remedio. Las gradas siguen llenas y la pasión es permanente.
Resulta que ahora nuevamente nos enfrentamos a un torneo muy peleado. Porque hay figuras identificadas con ciertas camisetas que regresan a casa. Mientras Ariel Ortega se puso nuevamente la listada de River, Guglielminpietro regresó tras su exodo europeo para retornar a Gimnasia. Lo mismo para aquél hijo ilustre del otro lado de La Plata, Juan Sebastián Verón que se puso la tricota de Estudiantes. Igual manera para celebrar el regreso del Kily González queriendo devolverle algo de lo entregado a su natal Rosario Central. Súmele a uno que conocemos bien. El "Polo" Quinteros se puso la camiseta de Argentinos con la mitad de sueldo y ya le dio un triunfo al "Bicho" de la Paternal.
Allá no hay excusas para jugar. Pregúntele a Palermo que con una semana tan complicada terminó llorando y ovacionado tras sus dos goles a Banfield que le permitieron a Boca iniciar como candidato. Este Boca que se desprendió de Abbondanzieri, Insúa y Bilos, lo que no se notó.
En las bancas también hay gente histórica que llena páginas. Simeone en Estudiantes, Burruchaga en Independiente (que debutó goleando), Russo, Pumpido, Passarella, Basile (que podría ser reemplazado por Héctor Cuper), en fin. Refuerzos del nivel del ecuatoriano Guagua, el costarricense Wanchope, el boliviano Botero, el paraguayo Bobadilla, todos seleccionados de su país. O figuras locales de primera como Beluschi de Newell's a River...
Es otro mundo, a pesar de que las entradas son más baratas que las nuestras y los estadios son tan incómodos como los de acá. La AFA está tan mal como la ANFP o quizás peor. La diferencia está en la manera de ver el fútbol. Ojalá, ya sea por la pantalla de TyC Sports o Fox nos devuelvan la emoción perdida por tanto tiempo.