¿No será mucho?

Por Satelito (J.C. Araneda)

¿Se acuerda que Milan le vendió a su goleador y figura Andriy Shevchenko al Chelsea? Bueno, la situación generó la teleserie de moda en Europa. Resulta que los hinchas del rossonero, ya bastante molestos con las acusaciones formales y reales de fraude que cayeron sobre su equipo entre otros, debieron luego soportar la salida de su ariete más ilustre, de uno de sus estandartes.

Hicieron saber su inconformidad y luego del temblor que no terminó en terremoto (sabrá usted por este mismo sitio que la apelación les permitió quedarse en la Serie A del Calcio con penalización de puntos) los dirigentes centraron su atención en recuperar el alma de un club que afrontará un año presumiblemente difícil y carente de logros deportivos. Sin Uefa Champions League por lo de la sanción federativa y con pocas opciones de remontar en la tabla local, dónde inician el torneo con una clara desventaja, los negrirojos quiere dar el golpe a la cátedra y solventar sus arcas con el Rey Midas del fútbol mundial. Nada más y nada menos que Ronaldinho Gaucho. Para ello, ponen la no despreciable suma de 100 millones de euros en la mesa del Barcelona. Leyó bien. Cien millones.

Esta, la cifra más cara que se pagaría por un futbolista en la historia del deporte rey, no es un imposible. Fíjese que para juntar la suma, los mandamases milanistas tienen algo en la mira. Además de los 44 millones de euros recibidos por el pase de Sheva al campeón inglés, ahora quieren cumplir el quinto sueño de Fabio Capello en el Real Madrid. O sea, venderle al carioca Kaká y cobrar cerca de 60 millones por su traspaso. Con eso lograrían la cantidad necesaria para llevar el efectivo ofertado y quedarse con la figura azulgrana, el mejor jugador del mundo según las últimas lecciones.

De alguna manera este ruido le viene bien al Milan porque genera atención y pone nuevamente la mirada en lo meramente futbolístico, dejando un poco en el tintero aquello de la mancha institucional que recibieron este último mes. Pero francamente veo imposible la transacción y lo explico.

No me parece porque la hinchada rossonera tiene un apego especial por el futbolista brasileño que señaló abiertamente su decisión de permanecer en Milán aún cuando su equipo estaba sancionado con jugar en la división B del Calcio. Con eso ganó muchos puntos. Veo díficil que el Barcelona quiera deshacerse de la gallina de los huevos de oro por billetes que no le faltan, un jugador que por sí sólo genera casi la misma cantidad de dinero que se está ofreciendo hoy por sus servicios no es transferible así como así.

Y tampoco creo que este dineral estratosférico sea visto con beneplácito por el medio italiano en general, más cuando se trata de un jugador que en el último mundial demostró estar en baja luego de sus dos años gloriosos. Mal que mal, son los actuales campeones del mundo y tienen en la misma península la posibilidad de acceder a propias figuras tan descollantes por la mitad de billetes.

¿Aunque sabe qué? Por dónde se mire, esta es una movida de merchandising. Si resulta será el traspaso de la era moderna. Si no, llenará diarios, desviará la atención y vendrá a aquietar las aguas rossoneras que por estos días circulan de manera muy turbulenta.