Todas las manos, todas...

Por El Fanatinche (Ricardo Pinto Neira)

Fue una jornada notable. Hablábamos con mi amigo Alejandro Leal a la salida del estadio y coincidíamos que el esfuerzo de estar ahí había valido muchísimo la pena. Más allá de la derrota final. Porque de haber perdido en cancha, estaríamos reclamando las cinco lucas de la entrada y los pasajes más gastos usuales en mi caso que viajé. Nada de eso. La "U" cumplió y le tapó la boca a un montón de lenguas largas.

El equipo que jugó ayer (Alcázar si estaba enfermo para suerte colocolina) estaba dividido en "su interna" y eso se notó en los primeros 30 minutos. Extrañamente eramos menos los azules en el tablón porque había deseperanza. Pero terminamos gritando más que los del frente y uno sentía el terror en los hinchas del enemigo. El miedo ese que les tocó ayer, yo nunca lo viví como aficionado universitario.

Es que la "U" de ayer demostró menos holgura de ego que la que le regaló el partido a su rival a mitad de semana. Mostró más hombría que la que muchos suponían iba a tener después del quiebre en el camarín tras esa derrota. La tapa se escuchó "De Arica a Magallanes". El eterno campeón estuvo en las cuerdas, noqueado y rogando por un pitazo final. No tuvieron ni una opción de gol como para decir que pudieron igualar ayer. Distinto a lo del otro día que era empate cerrado. Y si Marcelo Salas hacía ese cabezazo que por poco no fue gol en el último minuto, nadie se habría atrevido a decir que era injusto.

No me quedé tranquilo porque mi equipo no la rompió como debía desde el minuto uno. Hubo reacción en el segundo tiempo. Pero con el esquema timorato y absurdo de Borghi desde la entrada, si los buscábamos desde el principio como en el final del partido comíamos "indio asado". Menos me convence el tema de perder dos definiciones seguidas por penales. Para quienes esgrimen el pelotudo, ignorante y proletario convencimiento que se debe a "una arrugada" o "una falta de cojones" les aconsejo que miren la realidad. Un penal lanzado displicente y sobrado de técnica no es señal de susto. Es para pensar más bien en exceso de confianza. Que es igual de malo pero extingue los prejuicios ridículos. La "U" no mostró temor sino todo lo contrario. Mal le hizo ver a Colo Colo muerto caminando a sus pies en el final del partido porque se relajó y pensó que ya lo había aniquilado. Los que tenían susto al final y no escondían su cara de decepción eran los propios jugadores albos que pensaban que levantaban la copa en 90 minutos y de golpe se encontraba esperando los famosos penales.

Entonces, cuando decían que la suerte estaba echada, que era coser y cantar, que Luis Pedro no era para grandes ocasiones, que Salas estaba acabado (ayer les enseño como deben jugar Valdivia y El Mati en diez años más), que chuncho asado, que el trío mágico (¿jugó ayer?), que eso no mas son ustedes y otra sarta de estupideces simplemente me da risa. Los mismos que las dicen se comieron las uñas y gritaron más que nunca con la tanda mortal porque saben bien que hasta su entrenador pensó que en un minuto dado se quedaban sin pan ni pedazo.

Yo no pongo en duda que en la suma y resta del semestre Colo Colo haya sido tremendamente superir al resto. No dejo en cuestionamiento que ayer tuvieron en Claudio Bravo al salvador en cancha que los llevó a los penales (si no es por él se llevan unos tres y se van tempranito para su casa) y que ganó la definición por estar más concentrado. Que su técnico es el mejor y sus figuras en el año dieron espectáculo merecido. Incluso me alegro con que las vendan a otros clubes porque sólo con jugadores en el extranjero (cosa de ver el mundial) es posible tener selecciones nacionales competitivas.

No discuto eso. Como nadie me puede discutir lo que expuse antes. Les doy la mano y los felicito. Como son los que tienen mayor hinchada y cuentan con "todas las manos" habrá alguna que me reciba el saludo. Total, les sobran. Ayer por lo menos, lo demostraron. Tuvieron un par de manos para atajar los penales, una para saludar cuando les dieran la medalla, dos para levantar la copa, dos más para tomarse la cabeza de incredulidad cuando faltaban cinco minutos, otras tantas para pedir la hora, varias para tener el trasero a dos manos en un colectivo nervioso, otras juntas para rezarle a los santos, en fin. Hartas ¿ah?...