En la recta final

Por Satelito (J.C.Araneda)

Quedan ocho. Ya no hay lugar a la especulación ni la calculadora. Esta lo mejor, por suerte o por mérito. Más por lo segundo, como siempre. Sólo uno pasará a la historia. Los segundos lugares no sirven.

Hay candidatos y una sóla sorpresa. De alguna forma, que este mundial se dispute en Alemania nos sirvió para evitar al típico local "apitutado" en fases definitorias. Un Corea o un México como en versiones anteriores. De no ser por la llave de Ucrania y Suiza (que por algo protagonizaron el encuentro más aburrido de los octavos de final) tendríamos seguramente a lo más granado del fútbol internacional en la lucha por la copa del mundo.

Ya analizamos los respectivos partidos que sirvieron de preámbulo. Si me preguntan, lo de Argentina con los aztecas llevó emoción hasta el final y fue un duelo que contó con nervio y vaivenes en su resultado. Aunque es el elenco trasandino quien siempre pareció quedarse con el paso a cuartos y así no más fue.

El equipo de Pekerman sigue siendo mi favorito. Y tendrá de ahora en adelante el camino más duro para revalidar el título de 1986. Primero, Alemania, uno de los elencos más parejos del campeonato aunque no enfrenta todavía un desafío exigente. Sostener que el ganador de ese choque será el que alcance la victoria final no es tan descabellado. Luego, tendrían al frente al vencedor de la llave de Inglaterra y Portugal, dos equipos que han subido su nivel conforme avanza el calendario. Se podría dar la final esperada por todo el orbe durante casi 100 años de mundiales. Argentina y Brasil, un verdadero lujo. Por ahora, el encuentro de trasandinos y germanos encierra el enigma de estos cuartos de final. No hay que salir de la casa ese día viernes a las once de la mañana. No se los recomiendo.

Brasil tiene tantas cartas a la que echar mano que parece que en materia de recursos posee el camino pavimentado a la cita final de Berlín. Italia en semifinales o alguna inspiración soberbia de Francia los podría dejar en el camino pero me parece que con Ronaldinho elevando su rendimiento, las posibilidades son escasas para quien se les interponga en la ruta al hexacampeonato.

Interesante será la eliminación de británicos y portugueses. Si bien los segundos llegan disminuídos gracias a la horrible actuación de Ivanov, no hay que menospreciar el trabajo de Luiz Felipe Scolari, el entrenador carioca que llevó a su país a ganar el mundial anterior sin conocer la derrota y ahora extiende su racha sin escollos válidos. Pero en la medida que Inglaterra revierta sus malas actuaciones basando el juego en sus individualidades, veremos un choque más que disputado que nos puede entregar a un candidato firme a pelear por el título definitivo.

Más débil parece Ucrania y ese es un punto a favor para la discreta pero eficiente selección italiana. Lippi tendrá la prueba de fuego para demostrar que su plan de asalto al tetracampeonato es efectivamente basado en el fútbol ofensivo y no en el tan renegado esquema defensivo con anestesia y letalidad juntas. Aunque ese mismo estilo le ha permitido a la azzurra meterse en la historia más de una vez. Mirarlo en menos es un privilegio que ningún analista puede darse.

La lucha por el cetro de goleador tampoco es menor. Mientras Miroslav Klose apuesta a no quedar segundo esta vez como en la copa anterior y Ronaldo va por la dupleta luego de conseguir entrar en la galería de la historia como el máximo artillero global, Hernán Crespo, Shevchenko, Podolsky y Thierry Henry aún sueñan con alcanzar el galardón. No están tan lejos del bombardero alemán así que la pelea sigue siendo incierta y basta un buen desempeño en noventa minutos para entrar de lleno en busca del botín de oro.

Me gustaría ver llaves de semifinales entre Brasil e Italia y la otra con Argentina e Inglaterra. No es que piense que los demás no merecen estar. Solamente apelo a que este mundial siga regalándonos emoción hasta el último minuto. Con esos equipos y semejantes duelos con historía, las apuestas seguirán corriendo para todos lados y la opción de ver una probable final inédita nos haría frotarnos las manos.

Dentro de todo lo malo (el desequilibrio del sorteo, los malos arbitrajes y los recatados desempeños en cancha de quienes más se esperaba) no nos podemos quejar. Este mundial todavía tiene a todo el mundo pendiente de una pelota de fútbol.