"Libertad" de acción para River
Por Satelito (J.C. Araneda)
River Plate se quedo afuera de Copa Libertadores. Parece algo espantoso para la prensa argentina pero el partido de ida había terminado empatado a dos. Y en el Monumental de Buenos Aires. Entonces, la cosa parecía bastante clara.
Entiendo que haya desilusión. Sin Boca Juniors (que había hegemonizado el torneo en los últimos cinco años) la disputa tenía a River como el principal candidato. Más si consideramos que iba por retener la tradición de ganar el título en años terminados en seis. La obtuvo dos veces en su historia deportiva: coincidentemente en el ’86 y el ’96. Pero esta vez se quedó en el camino. Anoche cayó 3 a 1 frente a Libertad en Asunción.
Arribaron al país vecino con problemas que apuestas a favor. Tanto así que el zaguero Julio César Cáceres estuvo a punto de no entrar al campo porque simplemente no tenía firmado su extensión de contrato y quería cerrar ciertas condiciones económicas antes de estampar la rúbrica. Cuando se juega un paso a semifinales y se está con ese tipo de discusiones, es porque no hay convicción de grupo.
Sucede que River enfrentaba este partido con apenas 15 profesionales de los que hicieron la campaña en condiciones óptimas de jugar. En ofensiva puso a dos atacantes de la cantera, Abán (lo reemplazó Farías y anotó aún jugando a media capacidad) e Iguain y no tuvo el juego exhibido en partidos memorables como el que le dio vuelta a Corinthians en Sao Paulo. Fue un fantasma y por eso cayó sin discusión ante un rival ordenado, cuya columna vertebral se basa en la solidez del arquero Bobadilla, el zaguero peruano Martín Hidalgo, el lateral Carlos Bonet y el volante argentino Javier Villarreal (ex Boca) más el delantero uruguayo Rodrigo López, el mismo que pasó sin éxito por Colo Colo alguna vez. Todo bajo la orden del célebre Gerardo Martino, aquel volante que brillara en el Newell’s de Bielsa en los ’90.
Libertad ya esta entre los cuatro mejores y si revisamos los cuatro enfrentamientos que tuvo contra “el millonario” cabe decir que su paso a semifinales es justo. Anoche le pasó por encima al representante trasandino que incluso vio expulsado a su referente Marcelo Gallardo como señal de la impotencia que mostraron en todo lo que se jugó. Porque el partido no terminó. La hinchada de River, también sobrepasada por la triste derrota se trenzó a golpes con la policía y Ruben Selman debió suspender la brega.
Se acabó la tradición riverplatense de los años terminados en seis. Ahora sólo les queda apuntar al competitivo clausura en su país. Ya llegaron Ariel Ortega y Fernando Belusch desde Rosario a reforzar a este equipo que con Passarella en la banca prometía ser tromba y todavía no gana nada. Le queda cada vez menos por ganar.
Entiendo que haya desilusión. Sin Boca Juniors (que había hegemonizado el torneo en los últimos cinco años) la disputa tenía a River como el principal candidato. Más si consideramos que iba por retener la tradición de ganar el título en años terminados en seis. La obtuvo dos veces en su historia deportiva: coincidentemente en el ’86 y el ’96. Pero esta vez se quedó en el camino. Anoche cayó 3 a 1 frente a Libertad en Asunción.
Arribaron al país vecino con problemas que apuestas a favor. Tanto así que el zaguero Julio César Cáceres estuvo a punto de no entrar al campo porque simplemente no tenía firmado su extensión de contrato y quería cerrar ciertas condiciones económicas antes de estampar la rúbrica. Cuando se juega un paso a semifinales y se está con ese tipo de discusiones, es porque no hay convicción de grupo.
Sucede que River enfrentaba este partido con apenas 15 profesionales de los que hicieron la campaña en condiciones óptimas de jugar. En ofensiva puso a dos atacantes de la cantera, Abán (lo reemplazó Farías y anotó aún jugando a media capacidad) e Iguain y no tuvo el juego exhibido en partidos memorables como el que le dio vuelta a Corinthians en Sao Paulo. Fue un fantasma y por eso cayó sin discusión ante un rival ordenado, cuya columna vertebral se basa en la solidez del arquero Bobadilla, el zaguero peruano Martín Hidalgo, el lateral Carlos Bonet y el volante argentino Javier Villarreal (ex Boca) más el delantero uruguayo Rodrigo López, el mismo que pasó sin éxito por Colo Colo alguna vez. Todo bajo la orden del célebre Gerardo Martino, aquel volante que brillara en el Newell’s de Bielsa en los ’90.
Libertad ya esta entre los cuatro mejores y si revisamos los cuatro enfrentamientos que tuvo contra “el millonario” cabe decir que su paso a semifinales es justo. Anoche le pasó por encima al representante trasandino que incluso vio expulsado a su referente Marcelo Gallardo como señal de la impotencia que mostraron en todo lo que se jugó. Porque el partido no terminó. La hinchada de River, también sobrepasada por la triste derrota se trenzó a golpes con la policía y Ruben Selman debió suspender la brega.
Se acabó la tradición riverplatense de los años terminados en seis. Ahora sólo les queda apuntar al competitivo clausura en su país. Ya llegaron Ariel Ortega y Fernando Belusch desde Rosario a reforzar a este equipo que con Passarella en la banca prometía ser tromba y todavía no gana nada. Le queda cada vez menos por ganar.
8 Comments:
Vean mi último post sobre el tema.
Schiiis, la Mila ahora postea pa la pura propaganda jajaja.
Bobadilla, notable. Nuevo arquero de Boca en reemplazo del Pato... ¿¿¿Martino a un club grande de la Argentina????
Pd: Las visitas son las que llegan, ellos vistan aunque parezca obvio. Los espero entonces, ya se que están... Como dijo Pinocho... mmmmm, bueno, "lo de las hojas", cachai??? jajajaja
Ahh, y los años terminados en seis????? Eso es para Francescoli (con robo incluido por Rodas), para el Beto Alonso, pero Farías o Iguaín... River no existe desde que se fue Salas en el 97
A River lo mataron con la pura pachotada no más...
No tenía equipo ni para ganarle a Nueva Chicago, ajajajaja
Y esperense para el Clásico jajajajaj
Se vienen epocas negras para River. Su presidente (Aguilar) ya ha hecho movidas altamente extrañas y con un tinte bastante oscuro, como lo fue vender la mitad de los pases de 15 jugadores juveniles a un grupo empresario, dejar ir a Montenegro, traer a un casi ex jugador como el Burrito, pagar una millonada a Belluschi. En fin, Si River se salva de la quiebra, va a ser un milagro.
Hablando de Aguilar dicen que cuando termine su mandato vuelve Ramón. De hecho el Monumental estaba teniendo problemas de guita!
Hi! Just want to say what a nice site. Bye, see you soon.
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