Ahora tiene que demostrar

Por Satelito (J. C. Araneda)

Mark González tuvo mucho tiempo para demostrar su capacidad de gran jugador. De cierta forma lo aprovechó tan bien que hasta por momentos se nos anduvo creyendo el cuento. Eso de que "por la selección chilena jamás vuelvo a jugar" o "me faltaron el respeto" queda para jugadores de dilatada e innegable trayectoria. Pero tanto lo inflaron en este pais looser que de alguna manera terminaron levantando la estatua de un muchacho que no ha ganado nada como para situarse en el pedestal de estrella.
Este descubrimiento de Juvenal Olmos tiene un enorme potencial y por algo los del Liverpool decidieron llevarlo hace ya algunas temporadas. Su rapidez y gran capacidad aeróbica es un aliado para enfrentar la liga inglesa donde esas caracterísicas lo hacen un jugador apetecible. Tiene remate de media distancia y habilidad. Pero eso no más. Es un buen proyecto. Maneja elementos que lo pueden convertir en estrella. Ramarco el "lo pueden..."
Llevaba casi un año esperando por el permiso del Ministerio de Educación y Empleo británico. La misma autorización que se entrabó por la mala ubicación de Chile en el ranking Fifa, la que estaba por debajo del puesto 70, el que necesitaba para acceder al requisito imperante. Algo no conocordante con su actitud licenciosa e irreponsable en aquel hotel de Dublin que le costó el castigo de Nelson Acosta y su marginación temporal de "La Roja".

Digo que no concuerda porque la gira europea dejó a nuestra selección dentro del rango, y el lateral no fue prcisamente uno de los que ayudó a completar la tarea que para él era fundamental.
Ahora tiene cuatro años de contrato con el club inglés y deberá devolver en la cancha la gran cantidad de espaldarazos que Rafael Benitez le dio con el tiempo. Por más feliz que se vea, debe estar bajo una innegable presión. Adonde va, ya no puede fallar cuatro de los cinco centros que ejecute porque hay un considerable númerol de compañeros esperando por la misma camiseta que él. La tendrá difícil y deberá madurar a contratiempo. Que le vaya bien, ojalá. Nunca es tarde para dejar de ser promesa dentro de la cancha.