"Pencacampeón"

Por Satelito (J. C. Araneda)

Yo no sé si a ustedes los convence Brasil. A mi para nada. De alguna forma hay que reconocerles que tienen la capacidad de resolver los partidos. Aunque eso sólo sirve para asegurarse una baja apuesta a favor en el "Experto" de Polla. De espectáculo todavía no tenemos al equipo que estábamos esperando brilloso en tierras germanas.

Es que este scratch es lo más parecido al Real Madrid. A veces, las grandes individualidades no funcionan en equipo. La suma de las partes esta vez da un todo bastante pobre. Añoro aquél equipo del mundial anterior, donde Ronaldinho hacía de Kaká y Rivaldo hacía del Ronaldinho de hoy, dejando a un Ronaldo simplemente eficaz en el área. No necesitaba compañeros. Sólo laterales que se proyectaran. Hoy Roberto Carlos y Cafú no son ni la sombra de aquellos verdaderos delanteros que por izquierda o derecha respectivamente demolían a las defensas contrarias.

Hoy los complicó un equipo de rugby. Mucha potencia, muchísima fuerza y extremado juego aéreo que sirvió para complicar a un elenco que parece sentir la presión de todos. No están ajenos a que todo el mundo los está sintonizando, que las entradas a sus partidos son las más codiciadas, que su triunfo se da por sentado.

Si nos centramos en su equipo, los problemas radican en la ineficacia de sus carrileros, en la total falta de protagonismo de Ronaldinho y la atocigante dupla de atacantes. No pueden jugar juntos Ronaldo y Adriano porque son lo mismo. No se complementan por más que hoy día, "El Fenómeno" le haya sevido un gol a la estrella del Inter. Si hasta Fred, que no figuraba ni en los álbumes de monitos tuvo que resolver el entuerto con un tanto de "lauchero", ese estigma de los goleadores que sus compañeros de posición parecen estar perdiendo.

Me gustaría ver a Cicinho en vez de Cafú, me gustaría ver a Robinho en vez de Adriano, que Juninho Pernanbucano entre a auxiliar al tremendo Ze Roberto cuando las cosas se compliquen en momentos que haya que manejar el partido.

Parreira está con la soga al cuello. Aunque sigan siendo favoritos. Por más que muestre espíritu de equipo y relajo en los entrenamientos, este Brasil es hoy un elemento más de merchandising que de espectáculo futbolero. Pero no hay que ser drásticos. Todavía pueden aparecer. Los estamos esperando. En una de esas, Japón paga los platos rotos.