Sólo el gran "Mati" definió el clásico

Por El Fanatinche (Ricardo Pinto Neira)

Que la línea ofensiva de Colo Colo fue notoriamente superior. Que los albos mostraron mayor capacidad definitoria durante todo el partido. Que Huerta equivocó el planteamiento de su escuadra, que la expulsión de Rojas mermó demasiado a la "U", que Valdivia manejó el partido a su antojo. Tanta cosa se dijo después del clásico que algunos se olvidaron de la única y principal razón que marcaría desequilibrio hasta el final de la brega.
Todo pasó, como era predecible, por una individualidad. Es cierto que después del primer gol, anotado magistralmente por el real crack del Cacique, Matías Fernández, corrió mucha más agua bajo el puente. Pero pasar por alto el detalle de la apertura de la cuanta tan temprano y tan notablemente ejecutada es saltarse adrede la genialidad del volante y con ello el principal margen de ventaja de albos sobre azules.
Esto porque después, Colo Colo aprovechó el envión psicológico y se paseó por el arco de Miguel Pinto que no lograba despertar a su oncena aún consternada por tan ajustado mazazo al amor propio. La "U" no evidenció mejora en la primera etapa. El primer gol los mató anímicamente. Porque nadie esperaba que la balanza se volcara tan rápido hacia los de Macul.
Que Colo Colo fue superior a la Universidad de Chile no es discusión que valga la pena sostener. Fue clara y evidentemente mejor. Pero la tromba goleadora que se suponía repetirían con el enconado rival nunca apareció, aún pese a tener posibilidades para ampliar el escorer. No es lo mismo jugar contra Rangers que contra el actual puntero.
Valdivia no dibujó en la cancha, Mancilla careció de categoría para definir el partido antes y tanto Fierro como Jeréz debieron renunciar a su vocación ofensiva preocupados de un rival que con 10 hombres los metió en su arco. Pero si la "U" lo empataba no significaba justicia alguna. Los azules fueron una sombra del equipo que bailaba celebrando los goles de Salas y jugaba al ritmo caribeño del cafetero Candelo.
Si bien son los laicos quienes ostentan la punta del torneo, hay que dejar en claro que Colo Colo es quien juega mejor fútbol, quien aporta más al espectáculo (algo que siempre le presumimos a Borghi desde que asumió) y que después de enfrentar al Audax y a la Católica demostrará en los números si es el mejor del torneo nacional. Por ahora cumplieron. En cuanto a la "U" a pararse, de ánimo y tácticamente (su gran déficit), es decir, más fútbol y menos regaeton, muchachos. Quedaron debiendo este fin de semana.