Y a estos... ¿Qué bicho les picó?

Por Futbolero Mayor (Hugo Merino N.)

No era como para decir, ¡¡ah, si yo sabía que ganábamos!! precisamente. Más bien, los partidos fuera de casa que enfrentaban la Unión Española y la Católica eran odiseas con cierto grado de incertidumbre.
Tan mal acostumbrados estamos a perder que las trascendentes victorias de los equipos chilenos en la Copa Libertadores (fue de visita, anótelo en la agenda de la posteridad) que casi ni nos dimos por enterados. Hasta ahora no veo a comentaristas de tele levantando tesis acerca del resurgimiento de una nueva esperanza o de la reinvención del fútbol chileno como aquél de los '70, cuando nuestros representantes salían a dar la pelea en vez de la hora. Para serles francos (y perdonen lo poco ortodoxo), como que estamos pensando que este fue uno de los tantos cuevazos de los que nuestro deporte nos tiene acostumbrados.
Si usted mira este blog verá (lo asumo con hidalgía aunque yo no tengo la responsabilidad de la firma) que a la Unión la dábamos por eliminada y a la UC le enrostrábamos poco convencimiento. Parece que ayer nos taparon la boca.
Mientras los de Independencia me hicieron replantearme si Santa Laura no sólo es nombre de estadio sino una veneración real (con posibilidad de encomendarse para las mandas), los cruzados me terminaron por convencer que la actitud y el espíritu que los embarga por estos días es más que regular. Y por eso el rendimiento es también más regular. O dicho de otra forma. la manera en que Católica volcó el marcador, contrarestó el dominio local y terminó por imponer su libreto es simplemente debido a una notoria fortaleza de grupo. A veces falla uno y caen (como el año pasado ante Boca por la Sudamericana en San Carlos donde no funcionó Conca) pero la convicción es idéntica a la mostrada en Buenos Aires ante el mismo rival o este año frente a Corinthians en Sao Paulo o el mismísimo Cali en Colombia. Hay mentalidad de que se puede.
Si a eso le sumamos el notable funcionamiento de sus variantes ofensivas (Quinteros ni la toca en el partido pero si la agarra te vacuna) y el aprovechamiento constante de las oportunidades de gol, vemos que Católica (la misma que no muestra un background como para ponerla en un marco) va sumando espaldarazos que, con algo de suerte, la pueden llevar a disputar instancias definitivas y con equipos de fuste. Por ahora, se están haciendo un nombre gracias a su desfachatez y personalidad. Raro en Chile, pero igualmente plausible.
Lo de Unión es distinto. La táctica del murciélago encontró en la disposición hispana en La Paz a una de sus parientes cercanas. Pero hasta los argentinos y brasileños juegan así en tan indómita sede del deporte boliviano. No vimos un equipo que haya tenido la disposición de ganar, de salir a jugarse su última opción. Desde el primer minuto asumieron que algún contragolpe afortunado y el no cometer un sólo error en la zaga los traería a Santiago con tres puntos en la maleta. La patriada de Tito Tapia fue tan afortunada como injusta. Pero como es fútbol y siempre perdemos jugando bien de visita, alguna vez que nos toque ganar afuera mostrando pésimo fútbol.
¿Que viene? Para la UC una fiesta en casa que los puede hacer creer definitivamente en que sí es posible lograr algún objetivo importante. Frente a Corinthians en San Carlos podrán demostrar si son verdaderos candidatos o si hasta ahora sólo pasan por una buena racha. Unión en cambio vivirá un verdadero parto en su propio feudo. No es fácil Newell's Old Boys pero menos puedo catalogarlos de invencibles. En Plaza Chacabuco deben imponerse, jugar bien aunque sea por una vez en la copa. Créanme que con eso apenas les basta para despachar a los rosarinos de Pumpido.
Lo que pueda venir en siguientes rondas es incógnita indescifrable. Como habrán escuchado, con el fútbol chileno nunca se sabe. Por ahora, por lo echo en Cali y La Paz, como dijo Carcuro, simplemente "me pongo de pie".