jueves, marzo 30, 2006

Paren de gozar 2.




Por El Fanatinche (Ricardo Pinto Neira)


Hace como un año atrás, más de algún maleante amenazó a este redactor por tener la idea pública y tipificada en prensa (con el mismo título de esta) de eliminar las barras bravas de nuestros estadios. No se preocupe. Uno se gana enemigos en esta vida. Si no lea los posteos de algunos de nuestros "dignos" lectores. Pero resulta que la tesis cada vez parece más acertada y compartida por todos.
Lo digo porque nadie justifica ni menos aplaude la acción imbécil y matona de los hinchas universitarios y colocolinos que se trenzaron a balazos y golpes en plena calle a la altura de Talca. Es otro indicio demasiado evidente. Estamos dejando que este flagelo se pasee por nuestras narices sin darle la importancia que se debe. Por miedo, por la típica desprolijidad conductual del chileno medio o por la archirepetida manía de nuestras autoridades acostumbradas a ser reactivos en vez de proactivos.
¿Qué aportan las barras bravas a nuestro fútbol? ¿Pasión, colorido, originalidad, motivación? Como en la prueba Simce debemos incluir la alternativa ninguna de las anteriores. Esa es la que se ajusta mejor. Porque el fútbol chileno no tiene pasión por ninguna parte, ni nunca la tuvo. El colorido lo perdió paulatinamente con el decaimiento de la actividad y la suma de malas decisiones y peores manejos directivos que nos condenaron al purgatorio. La originalidad no la conocemos. Más bien estas barras chilenas son sucursales continentales de las hinchadas del fútbol argentino. Y motivación, bueno. Si, ahí encuentro algo de objetivo. A estos los motiva el redimir la frustración y el resentimiento de un país que aún conserva conductas heredadas de un régimen disciplinario aún pese a su discurso liberal. Eso genera contradicciones sociales y también incertidumbre en estos grupos desadaptados, lo que termina alimentándolos y obsesionándolos con la rebeldía de acción, todo claro en base a la falta de objetivos y la carencia de identidad.
Entonces, como no hay medidas de presión y los medios informales de expresión siempre están destacando estos grupos de bandidos con escudo y divisa (letreros, merchandising callejero, grafitis, etc), las barras bravas pululan por nuestros estadios sin más control ni tope que la represión policial, esa que generalmente llega demasiado tarde. Mientras tanto, la ley de violencia en los estadios se enreda en la sábanas de la incompetencia.
¿Usted cree que es necesario que estas hinchadas subvencionadas por los mismísimos clubes sigan ejerciendo presión indebida en el hincha común? ¿Piensa acaso usted que esta tropa de delincuentes avalados por el sistema (como por ejemplo, Canal 13 que hece la vista gorda porque posee los derechos del fútbol nacional y no pretende manchar su producto estrella) deba moverse libremente por nuestras calles contaminando el entorno, destruyendo recintos, autobuses y parques, rayando paredes, momumentos o paraderos, esos que según entiendo son de todos nosotros?
Un ejemplo comparativo. Esta suerte de clasificación legitimada de lumpen es una alpargata vieja y deshilachada en comparación con el llamado movimiento Holligan en Inglaterra que aterrorizó por años al continente europeo. ¿No se puede aplicar la mano dura que extinguió de raiz tan miserable experiencia de fanatismo y que en pocos años devolvió las tribunas a la gente de bien?
Un día, jugando Huachipato con la "U" en Higueras, el padre de un chico fanático del equipo azul me pidió que lo llevara al estadio. La trifulca que se armó justo ese día, la botella que rozó la cabeza del adolescente encargado a mi alero y el mar de insultos que el muchacho recibió cuando su única intención era participar en una hinchada que apreciaba como "ejemplo" me dieron la respuesta. Nunca más las barras bravas. Si de mi depende escribir algo y que un lector, aunque sea sólo uno a la vez se sensibilice y les tome distancia, ya me doy por satisfecho. Mientras tanto, sigo esperando que alguna luminaria del Estado tome aire, se ponga la coraza y redacte el conjunto de medidas que erradiquen de una vez por todas este plaga repugnante de nuestras canchas.

5 Comments:

At marzo 31, 2006, Anonymous Anónimo said...

De acuerdo. Me parece bien que lo digan. Los leo porque escuché de ustedes en el TVU. Los recomendaron. Super bien, les voy a echar una mirada a los archivos. Y a los links que vaya son hartos.
Echo de menos algo del Vialito. hablen de ellos por favor, ¿vale?
Boris F.

 
At marzo 31, 2006, Blogger RIPNE said...

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At marzo 31, 2006, Blogger RIPNE said...

Mire usted, no lo vi así que agradezco el dato. Miguelón, tienes tarea...
Muchachos del blog (y a los que les preocupan los comments), el muertolocal dejó de aletear y sólo muestra algunos estestores desesperados.
Cada día reconocen más que están ligados a nosotros (ya asumen que somos varios)sólo por la obsesión enfermiza con algunos de nuestro staff y de no ser por la copia de conceptos ya virarían hacia otro rumbo.
Como nos leen y no siguen, de seguro volverán a ver comentarios incidiosos (como que nos llevamos con quienes por igualdad de principios nos llevamos bien), a picar la guía de los ex que salvaban esa plata y apelando a vuestra genialidad manifiesta los incitarán a entrar en el juego paralelo del intercambio de recados.
PROHIBIDO JUGARLO. NO LOS QUIERO VER NI POSTEANDO, NI RECLAMANDO NI DISCUTIENDO CON LUNÁTICOS DE FUERA DEL SISTEMA. YA SABEN.
Los veo a todos en el Yuri's debut. Para que si le va bien, le demos una empujadita y se le va mal, bueno, lo pelamos entre todos.
Y mañana, ya saben. Más que una pasíón, un sentimiento...
Pdta: Si es cierto lo del comentario en TVU (averiguen quien fue y soplan) simplemente se agradece muchísimo.

 
At marzo 31, 2006, Anonymous Anónimo said...

Yo tambié creo que deberian extirparlas. Ahora, acuerdense que mañana viene una de ellas y seguramente van a hacer sus destrozos sin que nadie los pare.

 
At abril 02, 2006, Anonymous Anónimo said...

Les dijeron, pavos de Huachipato

 

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