Más vale tarde que nunca

Por El Fanatinche (Ricardo Pinto Neira)

Podría decir latamente que "se los advertimos". En verdad, la situación da incluso para la jactancia. No es la intención. Es cosa de recorrer este blog -que aún pese a su claridad analítica no es medio de comunicación y con suerte logra influir en ellos- para encontrar críticas en las "Pildoritas Futboleras" de Miguel -apenas se iniciaba el torneo- o en mis columnas "Ni para justificar el Kino" o "La nada misma, la cosa ninguna", ocasiones en que fuimos bastante poco benevolentes con el andamiaje futbolístico de los universitarios, principalmente con el de sus refuerzos y la manera de dirigir en su técnico. Otras voces se sumarían a la súplica.
Ya en marzo perdimos la paciencia y le refregamos en la cara que los errores cometidos seguían tal cual. Este equipo apenas ganó una vez como visitante con dos regalos defensivos del colista y algunos prácticamente lo agrandaron como un cuadro en despegue. Les aseguramos que los vicios eran los mismos, que con la excepción de dos elementos -Arancibia y Segura-, el equipo daba pena y no jugaba a nada -recibiendo por ello indirectas réplicas de quien hoy se beneficia con la situación de Gualberto Jara-, lo que todos han visto con el pasar del torneo. En fin. El primer diagnóstico claro, tajante y exhaustivo, para que nadie se lo adjudique después, se los dimos nosotros. Que otros pocos se envalentonaron y sumaron la voz después es algo que, lejos de incomodarnos, lo agradecemos. Porque nos dan la razón y transparentan la manera de ver el fútbol local, con una mirada ácida, crítica y que postule ver equipos ganadores. Erradicar la mediocridad de plano.
Resulta que ahora, como lo sugerimos en su minuto, la Universidad de Concepción materializó lo que algunos de sus principales dirigentes pedían teóricamente a gritos pero en la práctica en silencio. Gualberto Jara, el confundido y poco expresivo entrenador paraguayo del elenco auriazul fue cesado por rendimiento. Quieren que les diga algo, se demoraron lo suficiente como para condenar al equipo a varios meses de inactividad. Al receso mundialista súmenle los play offs porque, a pesar de las matemáticas y sus esperanzas válidas, ustedes YA ESTÁN ELIMINADOS. Lo siento, es sentido común no más.
No los voy a felicitar por hacer lo que debían desde hace rato. No voy a crucificar a Jara (es más, le deseo todo el éxito del mundo) porque ya lo apuntamos suficientemente con el dedo. Por lo demás como todo en la vida, en el fútbol "no toda la culpa es del chancho sino de quien le da el afrecho" según el sabio adagio popular. Podrían haberse documentado antes de contratar jugadores como Espiga, Aguiar o Drugovic. Aquí los directivos también acarrean cuota de responsabilidad en la pésima campaña.
Dicen que Yuri Fernández estaría confirmado en el cargo. Eso no se hace, es antiético. Más cuando un grupo de juagdores como el de ustedes tiene la sensibilidad a flor de piel. ¿Qué pasa si en menos de 24 horas llega un entrenador nuevo a dirigir el plantel? Los que no lo conocen pierden confianza, los que lo conocen se relajan y quienes no están dentro del club tienden a creer que aquí había una conversación 'arreglada' hace rato. Esto, a pesar de que el adiestrador los subió a Primera, que la tele genere vitrina es otro lamentable manotazo de ahogado. No soy yo el encargado de leerles el currículum irregular de Fernández, por más buena persona que sea. Lo que quiero establecer no es que se trate de un mal entrenador. Simplemente no los va a sacar de la crisis porque no tiene las herramientas, ni el oficio, ni tiempo suficiente para hacerlo. Mejor, dada la negativa y erradicable actualidad sería probar con un estratega de casa.
Por ahora apenas agradezco la despavilada. A ver si alguien los convence que si quieren ser 'los grandes del sur' deben darnos espectáculos atractivos y no deprimentes, deben jugar a alguna cosa, deben poner 'huevos' en la cancha y no perpetuar las prácticas semanales durante los domingos. Recuerden que, aún sin Deportes Concepción, compiten en esta zona con la Primera B y versus los espectáculos deportivos en la televisión. Hasta ahora, con el dolor de mi corazón debo decirles una vez más que... no tienen por dónde.