Ahora todos quieren "Chupete"

CRÍTICA DE MEDIOS

Por Futbolero Mayor (Hugo Merino Narváez).

Ya lo habíamos planteado. Los jugadores chilenos llegan tarde a la repartición de halagos. Ahora resulta que de golpe y porrazo, Humberto Suazo es la vedette del fútbol nacional. Como si hubiese aparecido ayer, cuando vistió por primera vez la camiseta de Colo Colo.
Que el nombre del elenco popular pesa no hay quién lo dude. Pero de ahí a creer que este chico se convirtió en figura cuando calzó su camiseta en la Noche Alba es un despropósito. Suazo hace rato viene demostrando que es un delantero maduro, de área, pichanguero y capaz de pintarle la cara a cualquier defensa sin más recurso que el balón jugueteando entre su hábiles piernas.
De golpe y porrazo nos encontramos frente a una figura descollante, reluciente, primorosa. Pero lo cierto es que "Chupete" viene haciendo goles hace larga data y no fueron las Chivas de Guadalajara los primeros en comerse un hard trick del habilidoso atacante.
Entonces, hay que parar con el festín. Hay que dejarlo respirar y que siga evolucionando sin la premura de que ahora es cuando. Si su potencialidad lo lleva a alcanzar un rendimiento colosal, bien por él. Que lo vendan, que se consolide en el extranjero y que gracias a la camiseta con mayor resonancia que viste se catapulte al lugar que merece hace tiempo. Pero déjenlo respirar. No se suban al carro de la victoria para después desmoronarlo si pierde un penal o tiene una mala tarde.
El gran problema del fútbol chileno es su incapacidad de tener valores proyectables en el tiempo. Los elevan a la cima y los dejan caer como si se tratara de figuras de la farándula que viven del comidillo que les entrega el día a día. Los futbolistas son una raza distinta, más delicada y perdurable. Hay que cuidarlos, orientarlos y concretarlos en lo que se llaman procesos.
Si hay clubes del extranjero preocupados de su rendimiento se debe generar instancias de quietud para que el sanantoniano corrobore sus pergaminos y mantenga la ilusión de convertirse en estrella. Pero esta vorágine de entrevistas, comentarios y compactos en las noticias al único que perjudica es al propio Suazo. Lo marean, lo desvían del objetivo principal y de golpe y porrazo lo suben a la tarima con baluartes como Caszely, Chamaco Valdés, Guillermo Hormazábal o Salas.
No es para tanto. El chico es un jugadorazo pero hasta ahora nadie se había dado cuenta parece. Lo peor es que si continúan en la dinámica del palmoteo, Humberto "Chupete" Suazo será un nuevo ejemplo de cómo la inmediatez mata temprano la carrera de un crack en ciernes.