Román va por la Copa

Por Satelito (J. C. Araneda)

Francamente, le había perdido algo de fe a la opción de Boca Juniors en esta Copa Libertadores. Seguro es porque no vi el empate ante Libertad en la ida y miraba el resultado como muy favorable a los guaraníes, cuando en verdad los que vieron e partido dicen que Boca estuvo a la altura de la circunstancia y dominó siempre a los paraguayos. Hoy quedó claro que los de Russo van por recuperar el sitial perdido desde la salida de Carlos Bianchi. Van por otra final y el mayor responsable es el volante Juan Román Riquelme. Hoy manejó el partido a su gusto. Como hace mucho rato lo viene haciendo.
Ya están los cuatro que jugarán semifinales y la claúsula de la Conmebol ordena que dos equipos connacionales deben enfrentarse en estas fases aunque lleguen por llaves distintas. Eso rompió el diseño del cuadro, favoreciendo de paso al mismísimo Boca Juniors. Llegaron dos brasileños, uno favorito al título (Santos) y otro que venía por el lado xeneise, el Gremio que eliminó apenas al Defensor Sporting. Deben eliminarse entre ellos, mientras los argentinos enfrentan a la cenicienta del torneo, el equipo colombiano Cúcuta. Casi pavimentado el camino a la final.
Esta noche el Rey de Copas llegó hasta Asunción con la tranquilidad que le significaba la presencia, aún disminuído de su volante creativo venido desde Villarreal. Se sabe en estas lides que tipos como Riquelme son absolutamente capaces de echarse un equipo al hombro y asumir el liderazgo para revertir marcadores y trámites difíciles. Con su manejo de los tiempos, Riquelme le quitó todo indicio de presión la local transfromándolo en dependente de la dinámica que Boca impuso en el terreno de Defensores del Chaco.
Con el aporte de Palermo, el oportunismo de Palacio, que de tanto errarle alguna anota y la solvencia defensiva que se vio de la mano del Cata Díaz y su regreso al once titular, Boca sepultó las dudas y se colocó en el frente del cuarteto de equipos que van por el principal trofeo de clubes del mundo, el más tradicional y respetado.
Son equipos tremendamente parejos, con muchas virtudes y algunas falencias aprovechables. Y sabemos que cuando las fuerzas son tan parejas como las que anoche alinearon Russo y Marakarián, tipos como el Torero Riquelme las vuelcan a su favor. Los que por una u otra razón habíamos dejado de creer en este Boca 2007 como el encargado de recuperar el dominio continental que ostentó hace algunos años, hoy ya estamos empezando a recuperar la fe.