Merengue argentino

Por Satelito (J.C. Araneda)

Hace rato que les echaron el ojo. Justo son los dos futbolistas más pretendidos y halagados del actual torneo argentino. Dos jugadores alabados por su desempeño pero que aún no cuentan con una sola nominación a la selección de su país. Gonzalo Higuaín, el goleador de River y Fernando Gago, el portentoso volante central de Boca Juniors podrían vestirse de blanco el próximo año. Ofertas millonarias e intentando anticiparse a la alta demanda europea podrían ver partir a estos dos proyectos del balompié sudamericano.
Ya es un tema en boca de todos. Hoy, el respetado César Luis Menotti sentenció que son dos excelentes juagdores pero que Gago sería un desperdicio en un sistema tan vertical y de poco trato de balón como el de Capello. Dijo que Higuaín definía bien y era muy rápido en resolución corta pero que no tenía ni diez partidos en primera. Como tiene algunos más, hay que suponer que lo miró algo en menos aunque con su experiencia no es poco que sentencie tan drástico presagio.
Pero como en todo ámbito, acá hay bemoles. En la ultima nómina de la Selección Francesa (tal como ya se lo anticipaba) apareció citado el atacante riverplatense, honor que rechazó con cierto grado de transparencia. Señaló que la albiceleste pesaba mucho, que le encantaría vestirla pero que no se calzaría alguna casaquilla nacional hasta que lo transpasen a Europa para aprovechar su pasaporte francés, ya que como le contaba su carta de origen es gala. No descartó vestir le blue alguna vez, pero lo importante es que Higuaín ya despierta el interés de todos y eso hace indicar que su traspaso al Madrid no aparece como descabellado.
Lo de Gago, es mucho más aterizado aún. Sería el primero en arrivar al Bernabeú y más allá de lo que piensen los especialistas, la fanaticada lo espera como si se tratase de la reencarnación de uno de sus máximos ídolos, el último símbolo argentino que vistió esa camiseta, Fernando Redondo. Mimetizado física y futbolísticamente, Gago tiene capacidad de sobra para vestirse de merengue y convertirse en figura descollante al lado de Diarra o Emerson, entregando explosión y salida a un equipo que no la tiene.
¿Quien estará en lo cierto? Lo dictará el tiempo. Por el momento, parece que los días de Gago e Higuaín en pastos argentinos ya están contados.