Irregulares

Por Futbolero Mayor (Hugo Merino N.)

Hace cuatro meses estábamos hablando del notable rendimiento de Huachipato. O estaban mejor dicho. En este sitio siempre pusimos en duda que se tuviese que inflar tanto el pecho con un equipo que no era campeón. Les exigimos que lograran un título para que recién el trabajo fuese congratulado a mayor nivel. Así como hoy atacan a Beto Torres algunos asérrimos de Vial, a mi me llegaron varios recaditos de parte de la hinchada huachipatina por desconocer sus grandes méritos según ellos. ¿Cuáles?

Hoy jugó ese mismo equipo y quedó eliminado antes de los play offs en su propia casa. Huachipato obtuvo una de las rachas en contra más deplorables del último tiempo. Perdió encuentros de manera inobjetable con la misma certeza que los ganaba en la primera parte del año dónde peleó el título. Eso, no es normal.

Ya está bueno que los equipos chilenos crean que por clasificar a una copa y pelear fuerte en la primera parte pueden estar tranquilos en la segunda mitad del año. A Huachipato no le vendieron figuras. Y si Millar junto a Mas no estaban por lesión, la idea es que uno de los planteles más promiscuos a la hora de sacar jugadores no iba a tener problemas para el recambio. Pero los tuvo. Y terminó cerrando el año de manera inaceptable.

Cómo quieren entonces que se destaque su nivel institucional si deportivamente no son capaces de afrontar desafíos más autoexigentes. La columna vertebral fue la misma. El resultado, demasiado adverso y dispar. Hoy tenía que jugarse la vida y prácticamente, la Universidad de Concepción lo eliminó del torneo sin mucho problema ni trámite de vida o muerte.

Tampoco es muy destacable lo del campanil durante el año. Embarcados en una campaña que pretendía llevarlos a transformarse en el grande del Sur, el equipo que algo retomó el espíritu con Yuri Fernández en banca, no logró objetivos y sin ellos el público difícilmente se arrime a lo estadios. Con la tremenda excepción de Leonardo Monje (hace rato que en el este club son criadero de figuras dentro de un equipo del montón), Universidad de Concepción desperdició otro año en Pirmera División sin "penetrar en el mercado" como debiese hacerlo hace rato, al igual que su par de Higueras. A ambos los ampara una imagen institucional detrás que no se reflaja en los números competitivos.

Dicen que esta es la segunda región más importante y futbolizada de Chile. Nuestros dos equipos no lo demuestran y al parecer tendremos que esperar un milagro vialino o la reinvención de Deportes Concepción para volver a tener pasión en nuestras canchas y más despliegue en las gradas locales. Mientras tanto, y más allá de las opciones de repechaje o lo que sea, está de más llamarle la atención al hincha local en cuanto a exigir más y ser menos condecendiente. Y a los dirigentes de la usina y la universidad, repasar los proyectos y analizar bien los procesos. Una cosa es participar y solventar bases futuras de desarrollo a mediano o largo plazo. Pero no es malo que de una vez por todas se olviden de ser comparsa en los torneos nacionales. Esta región se merece un poquito más de protagonismo.