Su partido más difícil

Por Satelito (J.C.Araneda)

Muchos creen que la vida de un futbolista de alta competencia está plagada de éxitos personales, satisfacciones, comodidades y privilegios dignos de sólo patear una pelota todo el día. No siempre. El lado B casi nunca se sabe. Las frustraciones, las derrotas íntimas, los costos personales, los riesgos físicos y emocionales, la cuenta que pasa el fútbol o las simples jugarretas de la vida hace de estos gladiadores del rectángulo unos constantes guerreros en pugna con la adversidad.

José María Buljubasich fue operado hoy de un tumor cerebral. Cuando recibió una medalla por su record de arco invicto el año pasado, el "Tati" lloraba y muchos no se lo explicaban. Era su último partido en la puerta cruzada. Pronto, entraría a un quirófano a enfrentarse con la muerte. Suerte para él que juega en un club de primer nivel, dónde el nexo con los centros hospitalarios y facultativos de renombre es inmediato. Pero una intervención cerebral, por más avanzada que esté la ciencia médica es un constante desafío a la línea que divide la vida con el otro mundo.

Felizmente, la reacción del medio generalizado fue de tanto apoyo que parece acercaron buenas vibras. Buljubasich obtuvo resultados optimos en el quirófano y aparentemente las fuentes indican que el guardameta podrá jugar a partir de inicio del próximo año. Un descenlace más que bueno. Muchos sólo pedían que el argentino pudiese seguir viviendo sin riesgos emergentes.

Un caso más lamentable, más trágico y de consecuencias más terribles es el que vive el delantero uruguayo Dario Silva, uno que le hizo goles a Chile en procesos mundialistas incluso. Hoy ya un ex delantero. Resulta que durante el fin de semana, el charrúa que fuera goleador y pieza fundamental de los orientales en las últimas dos eliminatorias mundialistas sufrió un accidente de tránsito al chocar contra un poste a alta velocidad. Y los resultados fueron funestos.

Tras volcar su camioneta, el atacante que viajaba con otros dos ex futbolistas uruguayos sacó la peor parte pues el mencionado poste cayó sobre el móvil siniestrado, específicamente sobre la pierna derecha de Silva fracturándola en varias partes. Por lo mismo, y ante el riesgo vital que generaba la posible infección (que se mantiene aunque ya más controlada), los médicos no tuvieron opción y optaron por amputarle la pierna al jugador.

No es el mejor final para la carrera de un goleador que hizo furor en Sudamerica y en Europa jugando por el Sevilla especíificamente, siendo hace algunas temporadas uno de los principales anotadores de la Liga de las Estrellas. Silva permanece grave, tiene una fractura craneal y su evolución es lenta. Si sobrevive, nunca más volverá a vestir de corto oficialmente. Como ven, los futbolistas de renombre no tienen ni el futuro ni menos la vida comprada como muchos creen.