Una palabrita para "Los Delfines"

Por El Fanatinche


Cuando uno ve dos partidos seguidos a un club determinado ya se puede formar una opinión de cómo juega, más si se trata de dos exhibiciones como visitante y ante tan distintos rivales. Tuve la suerte de toparme con un equipo del que no sabía nada hasta que me lo encontré frente a la vista crítica. Hablo del Puerto Montt de Fernando Cavalleri. Una oncena de fútbol atildado, que juega para adelante. Algo demasiado loable para este balompié chileno tan venido a menos.
Hace una semana, el contrincante era la "U". Y pese a que se encontraron con dos goles de entrada (en el primer y segundo tiempo) nunca abandonó el libreto frontal, de ir en busca del arco rival. Para ello, cuenta con una dupla peligrosa, con pequeños baches al propiciarse espacios pero de interesante vocación goleadora. Ever Cantero, el centrodelantero paraguayo y el volante Leonardo Monje, que se destapó este año como la figura de un plantel, paradójicamente, sin figuras.
Cavalleri apuesta al orden y su grupo le cree. No hay mucha ciencia en el planteamiento de Los Delfines. Su zaga es muestra palpable de aplicación en su expresión máxima, sólo aportillada por la inseguridad del portero argentino Matías Caravano, que en Collao se "comió" dos goles evitables. Prefiero destacar la calidad de marca que posee Jorge Alvarado, uno que en poco tiempo debería estar fichado en algún club con mayores pretensiones.
Su línea de "doble seis" con Lucho Guajardo y Luis Pizarro es sinónimo de simpleza y efectividad, dejando rápidamente el balón en los pies de los operativos Yáñez y Schwager, verdaderos laterales volantes con ida y vuelta, algo que se predica más de lo que se practica en nuestras canchas.
Tal vez (y fue la misma sensación que nos quedó tanto en Ñuñoa como en Collao) es en el enlace donde falta "el hombre" que complemente tan loable exhibición de juego. Ni Gabriel Vargas ni Cristián Tapia poseen las características para asumir el manejo del equipo, liberando más a Monje, que por muy volante debería deambular más suelto y sin tanta responsabilidad de conducción ya que con balón dominado es letal en el último tercio del campo. Este, junto a Cantero pueden penetrar cualquier defensa pero lamentan la incursión de otro punta más abierto (César Cortés no siente la función) y que despeje la última línea rival.

Son dos puestos que, de llenarse con elementos con real capacidad, harán de este Puerto Montt una de las sorpresas del campeonato. Voluntad y actitud, por ahora, les sobra. Un verdadero aporte.