Ahora empieza lo bueno

Por Satelito

Por más que la Copa Libertadores sea el alter ego de la Champions League, esta última hace rato que viene coincidiendo en los gustos de los expertos. Estadios llenos, espectáculo asegurado dentro y fuera de la cancha y por sobretodo, partidos de un impresionante nivel competitivo.
Terminaron los octavos de final. Ya quedan ocho equipos y ahora sí que empieza la verdadera lucha. Más allá de la eventualidad del sorteo, los potenciales ganadores del máximo cetro de clubes europeos son de lo más granado y realizar un pronóstico resulta del todo difícil.
Dos españoles, Barcelona y Villarreal; un inglés, Arsenal; un francés, el Olympique de Lyon; un portugués, el Benfica y dos italianos, Milan y Juventus (a la espera del Inter que marcaría preponderancia peninsular en la recta final del torneo) son los elegidos para disputarse el trofeo con más adeptos y dinero circulante de todo el mundo.
La sorpresa viene por dos lados inversos. Está aquél equipo que se convierte en imbatible, en poderoso de local y peligroso de visitante. Y este es el caso de Olympique Lyonnais, actual campeón francés y que elimnó categóricamente al PSV Eindhoven de Holanda basando su juego en una columna vertebral que destaca al holandés Reiziger, el portugués Tiago, y los delanteros Sylvan Wiltord y John Carew con la manija del brasileño Juninho Pernambucano en el medio terreno. Un favorito de esos para poner atención. Más si se recuerda que en los dos últimos años, Porto y Liverpool se adjudicaron la copa jugando a gran nivel pero sin contar con el beneplácito de los apostadores. La tendencia pordía repetirse.
El otro destello de esta versión 2006 lo protagoniza el Benfica dirigido por el ex zaguero holandés Ronald Keaman. En torneos cortos un triunfo importante puede determinar la fortaleza psíquica de un plantel y claramente el triunfo portgués sobre el actual campeón Liverpool, en su propio recinto de Anfield Road (cuando todos los daban por eliminados) es un verdadero golpe a la cátedra. Este resultado podría señalar un claro presagio de la fortaleza de este elenco que cuenta en su línea ofensiva con la peligrosidad permante de Miccoli, Simao, Geovanni y Nuno Gomes.

Candidados como siempre, el Milán de Shevchenko y Kaká, la Juve de Del Piero y Trezeguet o el Barcelona de Ronaldinho, Messi y Etoo deberán poner al menos a uno de estos tradicionales animadores del torneo en semifinales. El otro que ya sacó pasajes es el Villarreal, que enfrentaba la llave más fácil de octavos y aún así se complicó para eliminar al Glasgow Rangers y lograr su histórica clasificación dentro de la creme europea. Muchos señalan que la suerte del Submarino Amarillo dirigido por Manuel Pellegrinni dependerá del sorteo. A todas luces parece un despropósito considerando que en esta etapa ya no quedan equipos débiles.

No hay que dejar de apostar fichas al Arsenal de Henry, Reyes, Fabregas y Pires. Por más que su víctima en octavos haya sido el cada vez más débil Real Madrid, el equipo londinense es ahora el único representante de la isla británica y dada la ostensible ventaja que le lleva el Chelsea en la Premier League, seguramente apuntará todos sus dardos al torneo continental para salvar dos temporadas en que sólo supieron de frustraciones. Y plantel les sobra como para convertirse en el elegido del viejo mundo.

Más allá de lo que depare el sorteo, los cuartos de final ya aseguran show de fútbol al por mayor. Si de desafiar al destino se trata, me juego porque Milán llegará nuevamente a la instancia final. De ahí en más, ideal sería ver una definición entre los rossoneros y el Barcelona de Rijkaard. Son los dos equipos que más representan el espíritu de la vieja escuela europa. El estilo conservador y pragmático de los italianos versus la táctica engalanada de talento y frontalidad de los catalanes. Aunque para eso, hay que esperar aún que corra mucha agua bajo el puente.