Y ahora se vienen a dar cuenta

Por El Fanatinche

Algunos son más porfiados. Otros se hunden en el mar de la mediocridad y comienzan a justificar el bajo rendimiento con frases conformistas como "esto tiene que mejorar" o "el proyecto es serio y a largo plazo". Sin embargo, el tema es mucho más simple. El que sabe de fúbol nunca se equivoca. Hace harto rato les dijimos que la Universidad de Concepción no jugaba a nada. Ahora sólo se confirma que lo nuestro era teórico. No mala intención.
En algunos medios de comunicación se señaló hace algunas semanas que no había que ser tan drástico con la escuadra dirigida por Gualberto Jara. Que había que tener paciencia y no ser tajante en una realidad que se podía revertir en un par de partidos. Esa crítica la tomábamos hacia nosotros pues ningún medio de comunicación social (en losfutboleros.blogspot.com no los somos ni pretendemos serlo) tuvo la visión o "los pantalones" para decir una verdad a ciencia cierta. Todos defendieron el grupo que se había formado en la tienda estudiantil y con ello, sin querer de alguna manera validaron la debacle.
Universidad de Concepción es un equipo serio, intitucionalmente establecido y con una importante marca detrás. Debe proponder a destacar por sobre el resto. Apuntar a mimetizarse con los grandes de Santiago. Es tanta la conciencia que existe de ello que incluso su hinchada hace llamar a sus equipo inocientemente como "El grande del sur de Chile". Hace algunos años pintaban para ello.
El principal problema del conjunto del campanil es que no tiene caracter. Tampoco ofrece un planteamiento característico, distintivo, que aglomere masas y concierte comentarios. No afronta el juego como se debe. Y en ello tiene una absoluta responsabilidad un técnico poco fogeado, con menos pergaminos que los que su cargo requiere y que ya en algunos meses de trabajo se farreó la posibilidad de hacerse un nombre en un torneo de nivel mediocre. Si no le va bien aquí es porque simplemente no sirve para ir de protagonista.
Sería bueno que los que aún defienden lo indefendible (hasta Mario Rodríguez manifestó la molestia directiva) se acuerden que cuando se echó a andar el proyecto de fútbol en la Universidad de Concepción se logró ascenso a primera, clasificación a Libertadores y Sudamericana, varias calificaciones a play offs y hasta una semifinal en sólo dos años. La base del equipo ha variado pero lamentablemente apunta hacia la merma. Y la curva de rendimiento en claramente descendiente durante los últimos semestres.
No voy a insistir en que los refuerzos extranjeros son del montón. Ya todos se dieron cuenta. Tampoco repetiré cual es el sitial y los objetivos que se debe plantear el único representante de una ciudad cada vez menos protagonista en el fútbol. Ya todos hablan de lo mismo. Sólo queda pedir más entrega, orden y voluntad del cuerpo técnico así como un poco de esfuerzo y dedicación de parte del plantel de jugadores. No basta con el trabajo de la semana o la voluntad de ir para adelante. Hacen falta resultados. Sólo así convencerán a un público que desde la suspensión de Deportes Concepción entiende que la urbe se quedó sin fútbol.
Aquí ya no hay excusas. Frente a Rangers demostraron que en casa no se hacen respetar por nadie, que la asignatura de estrategia la reprobaron desde el principio y que, en definitiva, son un equipo malo. Para que andar con doble discurso.