Ni para justificar el KIno.

Por El Fanatinche

Algo pasa con la Universidad de Concepción. Desde que llegó Gualberto Jara a la banca parece que la pasividad del entrenador trasunta en sus jugadores. Sus equipos son la muestra palpable de lo lento que es el fútbol chileno. No hay espectáculo en cancha que valga la pena pagar una entrada de galería.
De alguna forma, el desordenado beneficio de ingresar con la compra de un cartón de Kino es lo mínimo que se merece el público que llega a ver los partidos como local del cuadro universitario. No me vengan con que a fines del torneo pasado tuvo un repunte y todo eso. Aún ganando la Universidad penquista jugaba para perpetuar el bostezo.
Técnica y tácticamente este equipo de Jara muestra errores de funcionamiento que para desgracia del estratego pasan por la directa responsabilidad de la banca. Primero, porque en la conformación del equipo hay elementos extranjeros que desde su llegada (reciente o en el año pasado) no justifican la inversión de salir a buscar valores fuera de la frontera. Leonardo Drugovic tuvo un aceptable debut con Rangers el año pasado y sería todo. No tiene posición determinada, es el rostro de la campaña por el fútbol lento, abusa del pelotazo insípido y juega todo el rato para el lado. Es una especie de representación caricaturesca del "capo para el baby fútbol" que las quiere todas en la pichanga dominical.
Peor lo de Ismael Espiga. Dicen que hay que darle tiempo, que no se debe ser tan drástico con el refuerzo, que puede dar sorpresas, en fin. Yo soy directo. Me dio sopresas. Hace rato no veía un rioplatense tan malo (desde que debutó Garré chico en Deportes Concepción). Tengo claro que al bueno para la pelota se le notan los talentos aunque sea por chispazos. El oriental sencillamente no los tiene, no aportó ni como puntero ni como centrodelantero. No generó oportunidades de gol ni se las entregó a sus partners de ataque. No es refuerzo. Es uno más del plantel. ¿Para eso lo trajeron desde el exterior?
Otro error imperdonable para un entrenador paraguayo es que su defensa pierda gran parte de los cabezazos defensivos. Con la altura de Henríquez y la sapiencia de Rain es imperdonable. El problema, principalmente en las pelotas muertas ejecutadas por el rival es en la designación de quien "ataca la pelota". Y debe trabajarse el llamado "segundo balón" que casi siempre cae en pies contrincantes.
Mal está Jara si intenta hacer una salida prolija por las bandas retrasando al "Coto" Rivera. La mitad de la cancha queda en los pies de jugadores sin explosión ni variantes. El funcionamiento del campanil se vuelve predecible y fácil de contrarestar.
Si algo bueno hicieron en la tienda auriazul fue contratar a Eduardo Arancibia. El "pollito" es un agente de desahogo cuyos cambios de ritmo son capaces de variar la dinámica dolomía de su equipo. Arancibia es el mejor aporte del elenco, es quien encara, quien se echa la escuadra a la espalda, quien muestra dotes de ida y vuelta, de fondo físico. Lo mejor de su oncena junto a la regularidad impresionante de Freddy Segura.
Pero es el único. El fútbol de Universidad de Concepcíon es una lata y de no ser por la expulsión de Robledo entregaban puntos frente al discreto Santiago Morning en Collao. Yo compré un kino máquina y me regalaron dos entradas. En el juego saqué 9 puntos. Y con el partido que vi, tengo que asumir que para mi mala suerte, esta vez perdí plata...