El minuto feliz

Por Futbolero Mayor (Hugo Merino Narvaez)

No faltaba nada y muchos estaban sacando cuentas alegres. Quizás por eso, la tarde noche del municipal nos dejó con sabor a título y lo celebramos como tal. Lo digo por el montón de colocolinos que jugamos de local en Collao, tal como se suponía desde que se supo del cambio de escenario.
Lo común es que se diga que Colo Colo le robó un punto a Huachipato en el final, que tuvo la suerte del campeón, que el árbitro lo ayuda al no expulsarle jugadadores, que la expulsión de Ruiz desequilibra la brega, etcétera.
Había que estar allí y entender que la mezquindad táctica que acostumbran los equipos de Salah estaba saliendo adelante más que nada por un despilfarro del Cacique y porque el cuadro acerero tiene al mejor arquero del campeonato. Colo Colo siempre dominó, le anularon dos goles legítimos y también la sacó barata porque pudo terminar con menos en cancha. Decir que Pozo arbitró pésimo no es nuevo. Decir que tuvo que ver en el resultado es miope.
Se sabía que la zaga de Huachipato, como la del visitante eran los dos puntos flacos. Lo aprovechó el local al principio y lo desperdició de manera intolerable Colo Colo, si es que quiere asegurar torneos. Quizás por eso es que está arriesgando el pan en la puerta del horno siempre.
Si uno se pone a pensar en como el puntero le saca un empate a un rival que lo tiene desesperado, pasado en las revoluciones, descontrolado a rabiar y sin mucha alternativa de juego debe recurrir al viejo lenguaje de equipo grande versus equipo chico. Salah puso cambios defensivos, se conformó, Ruiz entra vehementemente ganando dos a cero por pura choreza mal entendida y deja a su equipo con uno menos cuando se supone que entra a enfriar el partido, jugadores como Riveros, Morales o el ingresado Mas que manejan cualquier otro match se quedan mirando como el rival les pasa la pelota por las narices, los defensas pierden las marcas en los momentos claves, etc. Y Colo Colo surge con el colombiano Hernández tomando la manija del encuentro, con Suazo apareciendo sólo quince minutos con tres jugadas caras de gol, con volantes de quiete llegando en avanzada, con un cambio que es fundamental en todas las jugadas de gol (el del paraguayo) y suma y sigue.
No salgan con que les faltó la chaucha para el peso, con que Huachipato casi hace el milagro. Si fue un invitado de piedra. Poco hizo por el espectáculo y de ganar era porque estábamos frente a una de las pocas y contadas ocasiones en que David le gana a Goliath con el libreto perfecto, con cero faltas. Fue cosa que Colo Colo invirtiera en ganas y el trámite se lo dio vuelta en un rato.
Con actitudes como la de los negriazules a mi me parece que Colo Colo debe seguir mandando por mucho rato en el fútbol local, aunque sea a costa del minuto feliz que le mejore la suerte de un encuentro entero, o de un torneo entero como el caso de ayer. No a todos les va a resultar el plan perfecto como a Huachipato ayer hasta los 80 minutos. Si ni siquiera le resulta a los que lo ejecutan mejor, qué puede esperar uno del resto.