El bueno de Wayne
Por Satelito (J. C. Araneda)
Es bueno contar con un tipo desequilibrante cuando de fútbol se trata. De uno que tenga la suficiente sangre fría para liquidar un partido sin ser extraordinariamente distinto al resto de sus compañeros. Eso lo hace querible y fundamental en el grupo, sin privilegios de divo pero depositario de la esperanza del equipo, lo que en la suma genera el marco de confianza suficiente para que este salvador en el papel decida en cosa de segundos sabiendo que en sus pies está el destino de su escuadra.
Lo digo por el gol a último minuto con que el Manchester United superó hoy en la ida al difícil Milan. Porque como de costumbre, la figura de Cristiano Ronaldo desapareció en el momento menos deseado y allí destelló el infaltable wayne Rooney. Un jugador hecho para las grandes ocasiones.
Ese tanto en el epílogo es una muestra de lo que señalé en el principio. Ningún otro jugador del cuadro inglés definiría tan fríamente la jugada como lo hizo Rooney. De primera, con un tiro colocado y pelota en movimiento. Ronaldo seguro bicicleteaba a su marcador abusando de su habilidad de piernas. Giggs se enganchaba y algunos de los que viene de atrás buscaba el remate fuerte tras encontrarse bien parado y libre de marca. Rooney le dio como venía. Un gol que puede valer una final.
La variedad de momentos hizo que este partido sea merecedor de la instancia que se juega. En un principio parecía que el arrollador Manchester sería implacable tras el gol de Cristiano Ronaldo a medias con Dida. Bastó que apareciera Kaká con dos piques impresionantes y la llave pareció resuelta a favor de los de Ancelotti.
Cuando hay partidos tan parejos, solo la frialdad de un tipo como Rooney puede devolverle el alma al cuerpo a su camiseta. Giggs puso las habilitaciones de lujo, aunque si juega a ese límite es porque sabe a quien tiene como socio. Un pase bien puesto es un pase seguro con Wayne como centroatacante en momentos cúlmines.
Semifinal abierta gracias al oportunismo del delantero. La revancha en San Ciro ofrece un panorama imperdible. Hoy quedó claro. El duelo es entre Kaká y Rooney. Lo demás, jugando mejor o peor es sólo comparsa para completar la escena.
Es bueno contar con un tipo desequilibrante cuando de fútbol se trata. De uno que tenga la suficiente sangre fría para liquidar un partido sin ser extraordinariamente distinto al resto de sus compañeros. Eso lo hace querible y fundamental en el grupo, sin privilegios de divo pero depositario de la esperanza del equipo, lo que en la suma genera el marco de confianza suficiente para que este salvador en el papel decida en cosa de segundos sabiendo que en sus pies está el destino de su escuadra.
Lo digo por el gol a último minuto con que el Manchester United superó hoy en la ida al difícil Milan. Porque como de costumbre, la figura de Cristiano Ronaldo desapareció en el momento menos deseado y allí destelló el infaltable wayne Rooney. Un jugador hecho para las grandes ocasiones.
Ese tanto en el epílogo es una muestra de lo que señalé en el principio. Ningún otro jugador del cuadro inglés definiría tan fríamente la jugada como lo hizo Rooney. De primera, con un tiro colocado y pelota en movimiento. Ronaldo seguro bicicleteaba a su marcador abusando de su habilidad de piernas. Giggs se enganchaba y algunos de los que viene de atrás buscaba el remate fuerte tras encontrarse bien parado y libre de marca. Rooney le dio como venía. Un gol que puede valer una final.
La variedad de momentos hizo que este partido sea merecedor de la instancia que se juega. En un principio parecía que el arrollador Manchester sería implacable tras el gol de Cristiano Ronaldo a medias con Dida. Bastó que apareciera Kaká con dos piques impresionantes y la llave pareció resuelta a favor de los de Ancelotti.
Cuando hay partidos tan parejos, solo la frialdad de un tipo como Rooney puede devolverle el alma al cuerpo a su camiseta. Giggs puso las habilitaciones de lujo, aunque si juega a ese límite es porque sabe a quien tiene como socio. Un pase bien puesto es un pase seguro con Wayne como centroatacante en momentos cúlmines.
Semifinal abierta gracias al oportunismo del delantero. La revancha en San Ciro ofrece un panorama imperdible. Hoy quedó claro. El duelo es entre Kaká y Rooney. Lo demás, jugando mejor o peor es sólo comparsa para completar la escena.
8 Comments:
Que gran partido. El de mañana también pinta para bueno.
Mejor que el de hoy.
Chuta!
Parece que Satelito solamente se aplica.
Yo venía a leer algo del Audax eliminado.
Si pues, Araneda es el que está de turno esta semana, juajuajuajua
El tema de Bonvallet en la encuesta prendió menos que pasto mojado
Publiqué. Ya que no aparecen los lindos, igual tengo que venir a salvarlos yo. Después se quejan y me quieren echar
Los partidos quedaron ahi pa la revancha, hasta eso hacen bien estos giles
El Milan lo tuvo, si mantenia el 2-1 estaba listo.
Van a estar buenas las semis de vuelta
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