Aquí te quiero ver

Por Satelito (J. C. Araneda)

Nobleza obliga. Si me cubrieron con temas "satelitales" la semana pasada me hago cargo de este. Más si es uno que revoluciona mi ciudad, la que en sus páginas deportivas (en especial tras lo publicado por el Diario El Gong) hace varios días ya circulaba en base al rumor. Bonvallet estaba en carpeta para asumir la banca del equipo, el que marca último en la Primera B, con una campaña paupérrima y con Carlos González renunciado por la presión del medio que los instaba a dar un paso al costado.
No lo apunté antes porque me imaginé que como otras veces, lo de Bonvallet sería un nuevo volador de luces. No señores, tendremos pan y circo. Y el nuevo entrenador de Temuco será el encargado de dotarnos de tal comidillo.
No regateó Bonvallet y eso les da un indicio de lo que se trama la dirigencia del Ñielol. Si tengo que aventurar por qué aceptó el desafío el controvertido comentarista no tengo duda alguna.
Uno, porque el autodenominado Gurú no tiene ingresos importantes. Su carrera mediática está en franco descenso y necesita reinsertarse. Tipos como Juvenal Olmos o Marcelo Barticcioto se sumaron a su trabajo de entrenador y comentarista con réditos similares a los que Bonva obtuvo en el último tiempo. El ex DT de la U. Gabriela Mistral necesitaba un envión futbolero.
A diferencia de Cobreloa, Antofagasta, Wanderers, la "U" o cualquiera de los elencos que sonaron como probables empleadores de Bonvallet, en Temuco hay una dirigencia seria, respetuosa, encabezada por Raúl Poblete y el Grupo Nehuén, que no tiene mandamases mecenas, de esos que quieran protagonismo especial y generen un foco de atención distinto al del extrovertido estratega.
Temuco es una ciudad tranquila, aún siendo la capital nacional de la descentralización (enójense no más los penquistas) y el crecimiento. No existen medios de comunicación que puedan generar presión contra una probable mala campaña y el ruido santiaguino estará lejano a cualquier escandalillo que aparezca tras algún detractor en busca de fama. Por el contrario, el ex gurú atraerá gente, medios y muchísima atención del ambiente futbolero. Un polo de atracción que claramente generará beneficios. Si no funciona, el único perjudicado será Bonvallet.
Hay plantel. Di Gregorio, González, Claudio Figueroa, Patricio Neira, Elton Troncoso. Me parece que su cada vez menos pública imagen, Bonvallet intenta recuperar terreno, quiere insertarse en un ambiente desde donde ya no va a salir. Aunque Temuco siga último, aunque su campaña sea pésima. Toma a un equipo que no puede estar peor, por lo mismo, sólo puede sumar en positivo y sabe que su sola llegada le devuelve de golpe la confianza a un plantel que tiene experiencia suficiente.
De alguna manera, Eduardo Bonvallet se va a la segura. No corre riesgos, afirmó que este año pretende mantener el equipo en la B y el próximo irá por el ascenso. Se puede ir antes reclamando que no le cumplieron y a partir de ahí comenzar a inmiscuirse en el mercado capitalino, el que a él verdaderamente le interesa. De alguna manera, lo que Bonvallet hace es cumplir un desafío que le terminó pisando la cola. Si no asumía el reto, podíamos empezar a hablar de un arrugón empedernido...