Más de lo mismo

Por El Fanatinche (Ricardo Pinto Neira)

Hagamos el degradé. Lo notable es que el rompecabezas se ve atractivo. Lo bueno es que se ganó, más si consideramos que fue de visitante. Lo mediocre (aparte de la transmisión televisiva) fue el rival. De ahí en más, lo malo corre por cuenta del partido y su deplorable calidad. Lo pésimo es que el trámite fue a lo de siempre. Sin brillo, sin ideas nuevas, sin ese maquillaje distinto que uno le pide al fútbol chileno. Un uno a cero que si terminaba en ventaja de dos no le extrañaba a nadie y si concluía en empate sembraba las dudas de antaño. Créame que cualquiera de esos resultados era perfectamente esperable tras ver el bodrio de Maracaibo.
No podría echarle la culpa a Acosta. Puso a los que debía (con excepción de Chupalla Fuentes que claramente le quita prolijidad a la última línea chilena en desmedro del lesionado Waldo Ponce) o al menos, a los once que nos podíamos esperar. Aunque no me extraña que algo timorato hay en su discurso, factor que impide las sociedades internas en el plantel y la tan ansiada aventura de jugadores en pleno desarrollo internacional como Mark González, Mati Fernández o Luis Pedro Figueroa. No por nada, Chile jugó pésimo ante un rival que simplemente no existía. No me vengan con que viajaron horas, se juntaron, se controló el partido y se empezaron a cuajar un grupo nuevo que recién se está conociendo. Estos hace rato que ya defienden "La Roja". Se aprecian de memoria.
Para hacerlo más simple. ¿Por qué diablos jugamos con doble seis contra un rival cuyos volantes ni saben parar la pelota como se debe? Mucho más arriesgado para Acosta parece ver tres delanteros o a un volante que se junte con Matías en la mitad, un Carlos Villanueva, por ejemplo. ¿Por qué cuesta tanto entenderlo? ¿Y si Valdivia no se lesiona, a quien de los de arriba dejaba afuera el Pelado?
Entonces, resulta que usted se ilusiona con el discurso vendedor de Canal 13, ese que le instala al equipo de todos como un combinado ganador en los números. ¡Pero si jugamos contra puro fútbol tercermundista!
El próximo debiese ser Costa Rica. ¡Costa Rica! Alguien me dira... Pero si Chile es también tercermundista. Cierto. Si ni los mismos venezolanos querían jugar contra nosotros. Y aunque así fuera, no se pudo contra México -que hace rato nos viene propinando derrotas inobjetables- o contra EEUU, que jugando en canchas de beisbol aún sabe más de mundiales que nosotros, un Paraguay, qué se yo. Rivales a los que nos cueste ganarle.
Este grupo se cree winner al salir victorioso de partidos fáciles y lo peor es que llegado el momento de la verdad se topan con un grande como Argentina o Brasil y entran convencidos de que "perder por poco es bueno".
Alguien está haciendo mal las cosas. Ahora entiendo que un superclase como David Pizarro no quiera venir a perder el tiempo. Si apenas hoy vimos chispazos del crá de Villarreal, una que otra arremetida ciega de Suazo, carreras y chutazos sin brillo de Chico Mark y reventones de balón en la mera impronta de Fuentes y Vargas. Algo de Droguett y Villanueva -casi chispazo de entrenamiento- y el resto no figuró ni para la estadística. ¿Con eso quieren ir por la Copa América? ¿Será que alguien nos quiere vender la pomada de que estamos frente a la nueva gran generación del fútbol chileno?
Yo no compro. Ahora, cuando juguemos con el mismo 3-5-2 pero que en la mitad sume a Pizarro, Maldonado, González, Jiménez y Valdivia en cancha les empiezo a creer. Cuando le ganemos a especímenes como los de hoy por cuatro goles como lo hacían las selecciones comandadas por el Mortero Aravena y el Pato Yáñez me engrupo con "el nuevo producto estrella de Deportes 13". Por ahora, marketing y de pelotita... nada. A nadie, muchachos. Hasta Uzbekistán nos hace collera.