Ahí vamos

Por Futbolero Mayor (Hugo Merino N.)

Ya se jugaron las dos semis en lo que respecta a su primera patita y a los que pensaban que definían mucho lamentamos decirles que el futuro es incierto. A la impresionante sorpresa protagonizada por el Pachuca en Curitiba venciendo en el final a Paraense, Colo Colo enredó la opción al no sacar una diferencia sostenida sobre el Toluca. Todo queda indefinido.

Sin embargo, aunque los especialistas ya apuntan a una final azteca, la verdad es que cualquiera de los cuatro tiene las mismas oportunidades de pasar a la última valla de esta Sudamericana 2006. Un gol, digámoslo, de local o de visita es muy poca diferencia.

Si usted mira el historial en esta copa de los cuatro equipos verá que son capaces de ganar de visita o de local indistintamente. Por lo mismo, no se extrañe si Colo Colo asegura su paso a la final en la misma altura de Toluca o si el Atlético Paranaense da vuelta el partido adverso sin complicarse demasiado. Es que los equipos del norte dieron una lección. No son "fácilmente ganables" como se les definió en su momento pero demuestra que las semifinales están parejas. Acá no hay un Boca o un Sao Paulo que en estas instancias siempre sacan cuentas a favor por el peso de su trayectoria.

Me gustó mucho el partido de Colo Colo en el Nacional. De alguna forma, el Cacique no bajó su rendimiento al jugar de local fuera de su estadio. Más bien, ni lo sintió. Hubo muchísima dinámica y los esquemas estaban más o menos establecidos desde el principio. El cuatro cuatro dos de Borghi con esquema de rombo (con Fernández descolgado) y otro con una línea de cuatro
definido en la mitad, más en el formato de marcadores posicionales.

Cuando uno analiza por qué Colo Colo no logró aumentar el marcador para sacar ventajas llega a la conclusión de que, como les habíamos anticipado, Gallego no era lo mismo que Troglio o Salah.

El "Tolo" sabía que la diferencia alba se marca en la entrada del área con el desdoblamiento de Fierro, la movilidad de Fernández y el dribling de Suazo. Por lo mismo, dejó terreno libre para que Sanhueza y Meléndez tuvieran la responsabilidad de penetrar el ordenado esquema visitante.

El factor desequilibrante fue Gonzalo Fierro. Un jugador que hace mucho rato viene destacando eclipsado por la magia de la dupla dorada de Fernández-Suazo. Este comodín de Borghi fue factor desde que Jerez se lesiona y le quita la opción al estratega albo de salir por las dos bandas.

Fue poca la diferencia y el gol de Marioni dejó la llave complicada. Pero considerando el nivel colocolino en el exterior, uno puede llegar a pensar que en la medida que los rojos se compliquen con el reloj, el representante chileno tendrá opciones de encontrar algunos flancos para complicar el arco de Cristante.

Será distinto, porque Gallego podrá alinear a Zinha, el volante de salida que no tuvo en santiago, que genera algo más de hilación entre la mitad y los atacantes, que hace jugar más a Vicente Sánchez por las bandas y se puede juntar con Marioni. Es un jugador complicado. Lo bueno es que Colo Colo también tiene lo suyo. Puede pasar cualquier cosa.